Por Humberto Leyton

Fue el entonces senador Álvaro Gómez Hurtado, que entre los años 1961-1964, reveló la existencia de repúblicas independientes como las poblaciones de Marquetalia (Planadas-Tolima), Río Chiquito, El Pato y Guayabero, donde según el jefe de la derecha colombiana, el Estado no tenía ningún mando ni incidencia, y que quienes ejercían el gobierno era el movimiento insurgente de aquella época.

Esta versión tuvo su culminación en un sonado debate en el senado en 1964, realizado por el líder conservador que originó los bombardeos a las guerrillas liberales y comunistas en Marquetalia, ordenados por el gobierno de Guillermo León Valencia, y que dieron origen a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Haciendo todas las salvedades necesarias, diferencias y demás arandelas que se le quieran poner, para hacer las divergencias entre aquellas repúblicas independientes denunciadas por Gómez Hurtado, y la de la Empresa Ibaguereña de Acueductos y Alcantarillado (IBAL), tienen una cosa en común: ni aquellas ni esta, tienen el control del Estado. Las primeras eran controladas por los insurgentes y el IBAL por la familia Hurtado.

A pesar de que figura como una empresa descentralizada con estatutos y dirigida por una junta directiva, lo cierto y fundamental, es que presta un servicio público vital y esencial para la existencia humana: el agua, donde el municipio como accionista principal y dueño de la empresa, tiene la autoridad e injerencia necesaria para tomar decisiones en la dirección de la importante entidad.

Sin embargo, la autoridad y autonomía que tiene el municipio para tomar parte en la orientación del IBAL, es nula. La alcaldesa Johana Aranda, carece de independencia y prácticamente entregó esta empresa como una parcela política a su jefe, el exalcalde Andrés Fabián Hurtado, quien lo exigió así, para hacer y deshacer a su antojo sobre esta joya de la corona.

La Gerente del IBAL Erika Palma, fue puesta desde la alcaldía de Hurtado, y cuando la actual mandataria quiso relevarla de su cargo, su mentor se lo impidió, no se podía dejar quitar su capataz de la hacienda que le fue entregada.

Y hay que reconocer, que la ingeniera Palma, ha sido fiel a su caporal y que ha cumplido al pie de la letra todas las órdenes que éste le impone.

Por eso, el IBAL se ha convertido en un ente que dispensa todos los favores necesarios para que el cuestionado y polémico exalcalde disponga de los recursos para hacer su tempranera campaña política a la gobernación del Tolima. Hurtado, según fuentes de entero crédito de la empresa, maneja toda la contratación a través de testaferros, incluyendo millonarios ‘servicios’ de publicidad a los medios y ‘periodistas’, previamente seleccionados y que se convierten en máquinas de propaganda de su campaña, como también tiene a su disposición todos los cargos directivos y de personal.

El último nombrado fue Fabián Tinoco, nuevo Director Operativo de esa entidad, un conocido integrante del grupo del exalcalde hurtado.

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Es de conocimiento público el nepotismo que ejerce Hurtado tanto en la administración central municipal como en las entidades descentralizadas como el IBAL, donde tiene colocados hermanos, tíos, primos, comadres y comadres; y además, es notoria la injerencia de su hermano Felipe, más conocido como “Pipe” Hurtado, quien con regularidad realiza visitas en vehículos con vidrios polarizados a las instalaciones de La Pola, para enterarse del funcionamiento de esas dependencias y través de las personas de confianza que tienen ubicadas en la empresa.

Esta privanza del IBAL, bajo la batuta de la señora Palma, ha traído como consecuencia que se entregue al servicio un acueducto complementario hecho una colcha de retazos, y que por ende, Ibagué siga con los mismos problemas de escasez del vital líquido. Solo se quería hacer un espectáculo politiquero para afianzar la candidatura de Hurtado a la gobernación, como en efecto ocurrió.

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Y lo más grave de esta situación, es el despilfarro de recursos públicos para la terminación de esta inconclusa obra: inicialmente la gerente del IBAL dijo que el acueducto complementario había tenido una inversión de 250 mil millones de pesos, luego la bajo a 200, y ahora nos resulta con el cuento que se necesitan por lo menos 15 mil millones más para obras complementarias para que funcione bien el acueducto.

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Es decir, las cifras volátiles que hasta el momento han entregado, no son confiables porque realmente, no se sabe con certeza cuánto dinero se ha invertido ni cuánto se invertirá para que la obra funcione realmente; algo que ya estaba advertido.

El IBAL se ha convertido en la república independiente de Andrés Fabián Hurtado, donde la alcaldesa Johana Aranda, ni los organismos de control como la Contraloría, Personería ni la Fiscalía tienen acceso, ¿o son cómplices de lo que está ocurriendo?

Como si se tratara de una pelea de bandas de barrio, la república independiente del IBAL, orientada por Hurtado, también tiene fronteras invisibles a las que no puede ingresar ni Juan Arturo Gutiérrez, esposo de la alcaldesa Aranda, otro personaje clave en las decisiones en la Alcaldía de Ibagué, especialmente en el campo de la contratación.