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Opinión

El San Pedro en El Espinal y el Festival Folclórico de Ibagué

El San Pedro en El Espinal y el Festival Folclórico de Ibagué

Por: Edgardo Ramírez Polanía


Las fiestas tradicionales de San Juan y San Pedro en El Espinal y el Festival Folclórico Colombiano de Ibagué, están arraigadas en el alma de los tolimenses como una expresión artística y cultural, donde la música y el folclor se funden en la costumbre y la leyenda.

Las fiestas tradicionales de San Pedro en El Espinal, se empezaron a celebrar el 29 de junio de 1881, por disposición del alcalde Timoteo Ricaurte en la época del Estado Soberano del Tolima, que fue creado en abril de 1863, por el General Tomás Cipriano de Mosquera y formado por los departamentos del Tolima y Huila.

Una noche de junio en El Espinal, se escuchó el golpe al parche de un tambor, que fue reuniendo a lugareños y campesinos con vestidos domingueros que llevaban en sus pliegues el abrojo del plantío. Con sus guitarras al hombro desfilaban hombres y mujeres alegres por las reverberantes cintas de los senderos, en compañía de jinetes en caballos sudorosos con sus rejos curados para los toros que bajaban de las serranías para las corralejas.

Otros venían de las vegas del río en canoas, hechas de caracolí y balsas cargadas de hojas de plátano amarradas con fique para los tamales y los insulsos, que eran manejadas por bogas curtidos que conocían los secretos del río Grande de La Magdalena, donde llegaban hasta el sitio de la caimanera, un lugar lleno de caimanes que permanecían somnolientos bajo el sol.

Las reuniones eran para festejar el San Juan y el San Pedro en El Espinal e Ibagué con costumbres indígenas, que religión le impuso sus costumbres y una de ellas, fue el nacimiento de San Juan Bautista el 24 de junio para la fiesta del San Juan y el 29 de junio para el San Pedro, que continúan siendo las fechas de su realización, en que las iglesias son cerradas ante el derroche de las fiestas que derrumban las diferencias sociales. 

En El Espinal abunda el arte musical de compositores e intérpretes de fama internacional y como segunda ciudad departamento, ha influido notablemente en la música del Tolima, con compositores cómo Emiliano Lucena que fue autor de los bambucos; Adelina, Que Lástima, Lirio Blanco, Desengaños,El Zipa, Chelao, Fiestas Alegres, Marieta, Los Camachos y paisllos; La Voz del Centro, Sofía,  El Mocho García, Carcía, Viani, Ojos que lucen y varios pasodobles, y la única escuela que llevaba su nombre se le quitó y se encuentra abandonada. Algunos dicen que por haber sido liberal.

Otro destacado compositor de El Espinal, Eleuterio Lozano Arce, compuso entre algunas de sus obras, los pasillos Cecilia y Chavela, Valses El Beso Robado, Mujeres y Mariposas, danzas; Tobita, y bambucos, Vivan las Fiestas, La Sirena del Magdalena, Bunde El Afanador, y la marcha fúnebre Viernes Santo, sin que se le haya hecho ningún reconocimiento.

El Espinal fue cuna del Bunde Tolimense, compuesto el 10 de septiembre de 1914, por el maestro Alberto Castilla Buenaventura con el acompañamiento de la guitarra del Emiliano Lucena y posterior letra de Nicanor Velásquez Ortiz, que es el himno musical del departamento del Tolima y su importancia musical antecedió a Ibagué, hasta cuando se construyó el conservatorio de música y se formaron centenares de compositores en los distintos géneros musicales.

Entre los elementos propios para animar las fiestas se encuentran los bailes tradicionales, los cantos populares, los disfraces, carrozas, comparsas y desfiles, predomina el bambuco San Pedro en El Espinal y El Sanjuanero y las composiciones El Bunde Tolimense, Tolima Mío, Soy Tolimense, El Espinaluno y otras propias del antiguo Tolima grande, como  Al sur, El Caracolí, Llano Grande y Los Guaduales.

La música ha sido un elemento esencial en la celebración de las fiestas de San Pedro, que han hecho surgir dúos cómo Silva y Villaba, que entonaban una canción en un lugar de las fiestas de San Pedro en El Espinal y el Periodista Luis H Rivas que al escucharlos les dijo: “ ustedes puede ser un gran dúo”, tocaron y formaron el dúo reconocido a nivel internacional.

Lo mismo ocurrió con los Tres Carlos que surgieron en El Espinal en unas fiestas y se destacaron con las canciones Amor y Bohío un Bambuco, Pescador Feliz, y  las guabinas Ilusión, La Culpa es tuya, y Regálame tu amor, que son interpretadas en las fiestas y reinados con las figuras mitológicas, ante ojos asombrados por la belleza de la música y los trajes típicos como una expresión de sus costumbres y su folclor.

En las fiestas  se elaboran toldos y ranchos de palma real, donde bellas mujeres “morenas abrazadas por el sol” como dice la canción Morena de El Espinal de Alberto Santofimio Botero, con música del maestro Arnulfo Moreno Osorio, expenden  la lechona, los tamales y los bizcochos de achira, hechos en hornos de barro cocido donde también se asan las lechonas como el mejor producto de la región por su sabor y elaboración.

Se hacen carroza con figuras mitológicas de varios colores como la Baca loca echando humo, El muerto cargando al vivo, El Diablo, La Madre Monte llena de lianas de los bosques , el Mohan, La Patasola, El Poira, La Lavandera y La Candileja, que expresan el conocimiento de un verdadero arte primitivo, no aquel del mismo nombre formado en la historia del arte europeo de fronteras restringidas, sino el auténtico de la expresión del alma de los pueblos.

Las fiestas tradicionales de San Pedro, otorgan una visión que los pueblos tienen de sí mismo  y del mundo que les rodea, la fiesta reordena y orienta las relaciones y emociones al interior de los individuos, redistribuye conocimientos del folclor entre sus miembros, con los símbolos portadores de su identidad que hacen perdurar las costumbres y la cultura.

Las celebraciones  de las fiestas de San Pedro en los departamentos del Tolima y Huila, se consideran similares en su música y folclor, aunque difieren en algunas expresiones de la mitología y en el desarrollo sus celebraciones que tiene sus características propias e identificación como la celebración del Festival Nacional del Bambuco en Neiva.

En el Tolima, las fiestas tradicionales tienen elementos socioculturales que identifican sus orígenes diversos. Los ritos ceremoniales aborígenes prehispánicos y los cristianos traídos por los españoles que fueron los mitos, las leyendas y los cuentos que se incorporaron a las costumbres de los aborígenes en su música y sus danzas que ellos hicieron permanecer sin que se notara.

Las bebidas son un elemento que se aprecia con mayor frecuencia. Anteriormente era indispensable la presencia de la chicha de Jacinta y la avena, luego el aguardiente tapa roja, jugos y refrescos, hoy se hace casi imprescindible la presencia de bebidas alcohólicas que se ingieren en las casetas, bailes populares y cabalgatas.

Ibagué por su tradición de compositores y músicos, entre quienes figuran entre otros, Leonor Buenaventura, Amina Melendro, Pedro J Ramos, Darío Garzón Eduardo Collazos, quienes compusieron, entre otras canciones, Las Lavandera, La Subienda, A ti Madre del alma, Cariño Eterno y Tu, y el dueto Arnulfo y Hernando Los Inolvidables, impulsaron en las celebraciones del San Pedro, con guabinas, bambucos, sanjuaneros y rajaleñas y posteriormente le incorporó a las festividades el reinado internacional del folclor.

Con el carácter internacional del festival del folclor de Ibagué, se consolida y fortalece la identidad cultural del Tolima ante otras naciones que con su participación amplían su concepto y la vigencia de estas fiestas de fraternal amistad.

Las fiestas tradicionales de San Juan y San Pedro en el Tolima,  no deben perder su originalidad, sus elementos socioculturales que desde antaño las han caracterizado y han motivado la participación de los pueblos en estas celebraciones festivas con sus tradiciones, creencias, ritos música y comidas típicas como elemento fundamental que debe preservarse en la expresión de sus costumbres.

Las fiestas populares tradicionales tienen un profundo contenido cultural propio de nuestros ancestros  que no debemos permitir que se transforme y desvirtúe de sus formas originales, para ser sustituidas en su interpretación por el reggaeton en plenas festividades, debido a que no ha existido un conocimiento de alguna gente ni de las autoridades que controlan la radio en las fiestas tradicionales, sobre qué es la cultura como forma de determinar el carácter y el comportamiento  de los individuos.

El tolimense nace arrullado con la música de sus ancestros. Es común ver en las tardes campesinas a un vaquero o un cogedor  de café, con un tiple, una guitarra, una bandola o una flauta, entonando bambucos y pasillos bajo los ramajes de árboles frondosos y en la ciudades los compositores creando notas para el pentagrama de duetos y tríos que asombran en sus interpretaciones.

Los elementos socioculturales permiten afirmar que las fiestas tradicionales de San Juan y San Pedro, son el reflejo de la identidad de nuestros pueblos y ciudades, que  constituyen su recurso cultural, puesto en función de la defensa de las tradiciones del Tolima, cómo instrumento de afirmación de su identidad cultural que debemos preservar en sus expresiones no sólo de la música, sino de la escultura, la pintura y demás manifestaciones del espíritu, para bien del departamento del Tolima y el país.

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