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Opinión

Absurdos posibles en la Alcaldía de Ibagué

Absurdos posibles en la Alcaldía de Ibagué

Por Martha Alfonso Jurado Representante a la Cámara


Educar y educarse es uno de los procesos más importantes para el desarrollo humano y, educar desde el ejemplo, el método de aprendizaje significativo más impactante en la vida de una persona porque desde el hacer y la experiencia, se demuestra cómo el amor, la solidaridad, la disciplina, la persistencia entre otros valores positivos, construyen sociedad y generan transformaciones que benefician colectivos.

Es absurdo pensar que el ejemplo negativo puede ilustrar, que en la mala experiencia y en la tragedia humana pueda existir un fin pedagógico. Es absurdo pero posible en la Alcaldía de Ibagué, cuyo Secretario de Gobierno cree que llevando estudiantes de bachillerato a la Cárcel de Picaleña, se previene el delito en adolescentes.

Quien maneja los temas de seguridad y derechos humanos en la ciudad, cree que exponer y estigmatizar a quienes se encuentran privados de la libertad, sirve como ejemplo y método de aprendizaje en colegios públicos, es decir, parte del supuesto que los jóvenes van a delinquir y por eso se les debe ejemplificar con métodos de choque para que aprendan lo que no se debe hacer.

Señora alcaldesa, no se deje inducir al error. No permita que se subordine la labor de la Secretaría de Educación, de docentes y comunidades educativas, del Ministerio de Educación o incluso de la Facultad de Educación de la UT que pueden ayudar a pensar estrategias pedagógicas adecuadas para nuestros adolescentes.

La educación es una acción positiva, que presume la bondad del ser humano para potenciar sus capacidades y no al contrario; supone acercarse al conocimiento, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura, acceso que ha sido limitado para miles de jóvenes que durante años no han contado con infraestructura educativa por dilaciones institucionales, incluidas las de la administración anterior de la ciudad de Ibagué.

Colegios sin dotación y sin conexión a servicios públicos, pese a ya haber sido entregados por el FFIE, estudiantes que fueron enviados a casa, según dicen, porque no se había contratado el PAE, proceso que ya tiene varios cuestionamientos en la ciudad. Por supuesto que la educación debe ponerse en el  centro de las políticas de la ciudad, pero no con estrategias amarillistas.

Me he puesto la camiseta por la educación en Ibagué, dejando de lado nuestras diferencias políticas porque entiendo que los rezagos que tenemos en materia educativa en la ciudad requieren también esfuerzos de la nación y de la ciudadanía para poder superarse.

Podemos convocar el apoyo del Ministerio de Educación Nacional y del Ministerio de las Culturas, las Artes y Los Saberes, para diseñar estrategias que realmente fortalezcan los Proyectos Educativos Institucionales, sin discriminación, sin estereotipos y con función pedagógica no conductista.

Invito a la Alcaldesa a pensar en una estrategia que responda a las necesidades y expectativas de estudiantes, adolescentes y comunidades educativas buscando una educación de calidad para nuestra juventud ibaguereña.

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