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“Ibagué es una bomba social a punto de explotar”: Alexander Castro

“Ibagué es una bomba social a punto de explotar”: Alexander Castro

Alexander Castro, precandidato a la Alcaldía de Ibagué.

El ‘barretismo’, grupo político hegemónico en el Tolima, se encuentra a la espera de decidir quién será su candidato a la Alcaldía de Ibagué para las elecciones de octubre del 2023. El de Alexander Castro es tal vez el nombre que suena con mayor fuerza al interior de esa colectividad.

Castro es comunicador social y periodista de profesión. Trabajó en medios como RCN Radio. Luego se especializó en Gobierno y Gestión para el Desarrollo Regional, e incursionó en la política. Desde el segundo gobierno del exgobernador Oscar Barreto fue su asesor, y después en el del actual mandatario seccional, Ricardo Orozco. Precisamente Orozco lo designó director de Indeportes Tolima, cargo que ocupó con suficiencia hasta octubre del 2022.

Castro se encuentra en la puja por recibir el aval del partido Conservador. Le compiten el aval, exsecretario de Salud del Tolima, Jorge Bolívar, y el exconcejal, Carlos Portela. Sin embargo, el pasado 11 de marzo Castro dio un golpe de autoridad al reunir a más de 5.000 personas en el coliseo de Coopemtol, evento al que asistió el staff mayor del ‘barretismo’ encabezado por el  senador Óscar Barreto, y la candidata por esa agrupación política a la  Gobernación del Tolima, Adriana Magali Matiz. Esto se interpretó en la opinión pública como un espaldarazo del oficialismo conservador a la aspiración de Castro.

El reto de Castro y del ‘barretismo’ será recuperar la confianza de los electores ibaguereños luego que en el 2019 llevaran al poder al alcalde Andrés Hurtado. Para muchos la cuestionada administración de Hurtado también debe tener costos políticos y electorales, incluso para quienes lo apoyaron y ahora quieren tomar distancia del mandatario. Por eso el ‘barretismo’ piensa elegir con cautela su candidato este 2023.

En diálogo con El Cronista.co, Alexander Castro contó cuáles serían las prioridades en un eventual gobierno suyo, el mecanismo que contempla el ‘barretismo’ para elegir su candidato a la Alcaldía de Ibagué y además, se pronunció sobre los cuestionamientos recibidos por apoyar en su momento al polémico actual acalde de Ibagué, Andrés Hurtado.

El Cronista.co: ¿Qué balance parcial hace de su campaña hasta ahora?

Alexander Castro: Es un balance positivo. Avanzamos con unos tiempos específicos establecidos en un cronograma para posicionar nuestro nombre y por supuesto llevarles una propuesta clara a los ibaguereños. Otra cosa es con lo que me encuentro en la ciudad, porque permanentemente me exponen los problemas y las dificultades que aquejan a los ibaguereños, y que son resultados de un acumulado de ineficiencia e ineficacia de quienes han pasado por la Alcaldía de Ibagué.

EC: ¿Cuáles son esas problemáticas que más le expresa la gente?

AC: El principal problema es económico. Tenemos una inequidad terrible en la ciudad, los niveles de pobreza están arriba del 40 %. Eso quiere decir que hoy en día el 40 % de los ibaguereños se acuestan aguantando hambre, y de esa cantidad el 13 % solo come una vez en el día. Eso debe mover las fibras de quienes tenemos la posibilidad de cambiar esa situación.

EC: ¿Esa problemática tiene que ver con la falta de visión de los alcaldes hasta ahora?

AC: Por supuesto. Ibagué es una ciudad sin Dios ni ley, donde no hay autoridad, pero donde tampoco hay una visión clara de desarrollo. En ese marasmo de situaciones quienes gobiernan son las minorías, que son los privilegiados, mientras las mayorías olvidadas, que son los pobres, pasan penurias. Hablamos de los microempresarios, los vendedores informales, las madres cabeza de familia, los jóvenes que no pueden ingresar a la universidad, esos son los problemas que aquejan a la ciudad.

EC: ¿Quiénes son los culpables de ese cúmulo de atraso?

AC: Quienes han sido alcaldes hasta ahora, a excepción de Francisco Peñaloza que lo recordamos por el desarrollo vial, a Álvaro Ramírez por la avenida del Sur, a Jesús María Botero por algunos temas para atraer inversiones y a Guillermo Alfonso Jaramillo por la reorganización de la USI, pero nada más. En términos generales nunca se construyó sobre lo construido, sino que cada quien llegaba a gobernar por sus propios intereses o caprichos.


“Si pedir que se debe elevar el nivel del debate político es ser arrogante, entonces que me llamen arrogante las veces que quieran”


EC: ¿Y qué opina de esas posturas de los alcaldes anteriores?

AC: La política ahora carece de principios y valores y eso se agudiza cada día más. Por eso se encuentra uno a personas que aspiran y no tienen ni las condiciones, ni la formación, ni la experiencia para administrar una ciudad. Como consecuencia de eso hemos tenido unos gobiernos politiqueros en los que sucumbió el progreso de la ciudad.

EC: ¿No es arrogante de su parte pensar que es el único preparado para aspirar al cargo de alcalde?

AC: Yo lo que aspiro es subir el nivel del debate político. Es la obligación de quienes aspiramos a un cargo tan importante como ser alcalde de Ibagué. Si pedir que se debe elevar el nivel del debate político es ser arrogante, entonces que me llamen arrogante las veces que quieran.

EC: ¿En especial de qué carecen o mejor que les ha faltado y les falta a quienes aspiran a gobernar la ciudad?

AC: Lo que ha faltado en Ibagué es capacidad, estudiar los temas importantes y dejar de lado la mecánica política. Los últimos años Ibagué ha transitado más por la marrulla, el conciliábulo, antes que por los temas importantes. Les advierto a los demás candidatos que deben estar preparados para un debate candente sobre los temas importantes de la ciudad.

EC: ¿Cuál debería ser entonces la visión de desarrollo para Ibagué?

AC: Ibagué está sobre diagnosticada. Ya sabemos que se debe convertir en una ciudad de servicios. Es risible escuchar a algunos candidatos sobre la Ibagué industrial. Está claro que eso no podemos serlo. Lo que sí podemos ser por nuestro territorio mayoritariamente rural, es un municipio agroindustrial que desarrolle en la urbe una visión de especialización de servicios. Se me ocurren los servicios de destino deporte, destino cultura, destino música, destino salud y destino inversión. Tenemos todo para ser la potencia agrícola de Colombia por su ubicación estratégica.


Hoy podemos decir que menos mal se dio la separación del ‘barretismo’ con el alcalde Hurtado y así marcar distancia”


EC: ¿Ya estudió la ciudad para saber si puede cumplir las promesas de campaña?

AC: Contamos con un gran equipo interdisciplinario con el que estamos estudiando a profundidad la ciudad. Estamos comparándonos con otras ciudades como Manizales o Bucaramanga, que tuvieron un progreso importante en los últimos 10 años, para saber qué hacer en Ibagué. Manizales empezó a construir obras por valorización, y a eso no hay que tenerle miedo en Ibagué. Me propongo hacer un repartidor vial en la glorieta de Mirolindo, que se pague por valorización. Pero sobre todo propongo hacer muchas inversiones sociales para acabar la miseria, el hambre y la pobreza en Ibagué.

EC: ¿Al interior del ‘barretismo’ cómo avanza la discusión para elegir el candidato del partido Conservador?

AC: Estamos demostrando quién es más competente para llegarle con sus ideas a la gente y ganarse el favor popular. Dentro del partido Conservador estamos desarrollando una campaña en fraternidad. Respeto y admiro a Carlos Portela por su experiencia en lo público, lo mismo a Jorge Bolívar. Espero que todos con transparencia y decencia podamos dar un debate de altura. Al fin, sea cual sea el mecanismo, espero que nos unamos para entregarle a la ciudad una gran propuesta. De hecho, propongo que los tres presentemos nuestras propuestas en un foro del partido Conservador. Así podríamos también elevar el nivel del debate y esbozar nuestra idea de ciudad.

EC: ¿A propósito, cuál será el mecanismo para elegir el candidato conservador?

AC: Lo que se ha hablado es de una encuesta que permita conocer cuál es la favorabilidad de las tres personas que estamos en esta competencia por tener el aval del partido Conservador. Una encuesta que permita establecer también cuáles son los temas de interés para la ciudadanía. Con eso podríamos sincronizarnos con la ciudadanía para poder tener algo serio que pueda solucionar los problemas de la gente de Ibagué.

EC: ¿No queda mal parada la imagen del ‘barretismo’ ante los ibaguereños luego de apoyar en el 2019 a Hurtado, quien ahora hasta ustedes mismos lo critican?

AC: Uno se casa enamorado, involucra sentimientos, expectativas, sueños y puede terminar traicionado. ¿Si eso pasa en el amor, qué se puede esperar de la política donde hay tantos intereses? Hoy podemos decir que menos mal se dio la separación del ‘barretismo’ con el Alcalde para poder marcar distancia, diferencia política y conceptual sobre el desarrollo de la ciudad. Eso no solo nos ha pasado a nosotros, ha pasado muchas veces en la historia de la humanidad y la política.

EC: ¿Cuál será entonces su mensaje para que los ibaguereños confíen de nuevo en el ‘barretismo’?

AC: Que voten por un proyecto de ciudad, no por si algún candidato es del partido Conservador o del ‘barretismo’. Voten por una propuesta seria, clara, argumentativa. Hay que sacar la política de los ismos para que se hable de un gran proyecto de ciudad, no de un proyecto político. En eso hay profundas diferencias. Convoco a la ciudadanía para que nos unamos y hagamos un proyecto de ciudad.

EC: ¿Qué hacer con el clientelismo rampante en nuestra ciudad y que se podría utilizar para ganar votos este 2023?

AC: Tenemos que sacar la política del tema transaccional, de tú me das, yo te doy, para darle más fuerza a los argumentos. Los ibaguereños deben tener claro que quien paga por un voto, quien constriña, está cometiendo un delito. A propósito, quiero pensar que no es verdad, pero me han informado que se están presionando a las personas que esperan contratos en la administración municipal, para que apoyen a una candidata. Ese constreñimiento sería terrible.

EC: ¿Qué opina sobre funcionarios a quienes no les firman contrato en la Alcaldía hasta que apoyen a una candidata o candidato?

AC: Se equivocan quienes quieren hacer política a la fuerza. A nosotros han llegado muchas personas que aspiran a un contrato en la Alcaldía de Ibagué, para decirnos que están esperando el contrato, para luego apoyar a otro candidato distinto del que los obligan. La política cambió, la gente piensa de manera distinta. Quienes hacen política de manera impositiva, lo que generan es rebeldía. Están gastándose mal la plata y los contratos.

EC: Una situación que cada día se complica más, tiene que ver con el sistema de acueducto y alcantarillado. El suministro de agua es deficiente. ¿Qué hacer?.

AC: Es que tenemos una empresa IBAL que del 100 % del agua que trata, apenas factura el 51 %. Es decir, el 49 % se pierde. La paradoja es que con la bocatoma Cocora podríamos llegar a 3.124 litros por segundo, que es el agua para una ciudad de 1 millón 800 mil habitantes, pero nosotros que somos 600 mil ibaguereños, tenemos sitios donde no hay agua potable. Eso pasa porque esta ciudad creció de manera desordenada, sin planeación y con poca inversión. Quienes han gobernado han sido inferiores a esos retos.

EC: ¿Qué tipo de relación debe tener el próximo alcalde con el gobierno del presidente Gustavo Petro?

AC: Debe ser una relación formal y muy fraternal. Lo primero que debe hacer un alcalde serio es adecuar su Plan de Desarrollo a los Planes de Desarrollo Departamental y Nacional, para que pueda acceder a recursos. Debe buscar que el gobierno del presidente Petro llegue a Ibagué, que es un laboratorio de crisis social, una bomba social que está a punto de explotar, donde las tesis que él ha esbozado a nivel nacional, tendrían mucho asiento. Vamos a proponer un Gran Fondo para el empleo comunal e informal, donde aporten la Alcaldía, Gobernación y Gobierno Nacional, para así llevar recursos a la base popular de Ibagué.

 

EC: ¿Qué espera del próximo Concejo de Ibagué?

AC: El Concejo tiene que salir del clientelismo y dejar de ser un apéndice del ejecutivo, para convertirse en la verdadera junta directiva y de control político que oriente los destinos de la ciudad. Además creo que el Concejo que se elija este año debe ser representativo. Es decir, ojalá tenga quién represente la cultura, a las poblaciones LGTBIQ+, los taxistas, los artistas, que es lo que pasa en las democracias fuertes y modernas. Esas corporaciones deben defender los intereses de las comunidades y no los intereses personales de los concejales.​​​​​​

​​​​​​​Por: Alejandro Hernández 

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