Historias

Cristina Umaña, la actriz ibaguereña que enamoró al mundo

Cristina Umaña, la actriz ibaguereña que enamoró al mundo

Por: Juan Sebastián Giraldo


A finales de la década de los 80, Colombia vivía una época de recrudecimiento de la violencia, en la cual la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla ocupaba las primeras planas de los diarios que día a día anunciaban con preocupación el significativo aumento de los secuestros y asesinatos producto de la guerra.

Mientras tanto en Ibagué, una ciudad capital intermedia situada a 192 km de Bogotá, en el tradicional barrio La Pola, la creatividad y la inquietud de una niña de la familia Rojas, por momentos hacía olvidar los desalentadores titulares.

En una navidad de 1974 la familia Rojas Umaña recibió el mejor regalo que podían esperar, nació su hija Cristina. La familia Rojas Umaña, que era medio tolimense, medio bogotana y hasta un poco huilense, trajo al mundo un 24 de diciembre a una nueva ibaguereña. Con gran parte de su familia materna radicada en Ibagué, Cristina creció como una ibaguereña más. 

Recorriendo las calles del barrio La Pola en el centro de la ciudad, los días de Cristina se caracterizaban por el juego y la alegría. Junto a sus primos y algunos vecinos pasaban horas enteras huyendo del ponchado, escondiéndose y pegándose ‘la lleva’ entre unos y otros. Siendo niños gozaban del clima amable de la capital del Tolima y disfrutaban de las delicias culinarias que encontraban. Cristina aún puede recordar el sabor de los mojicones de La Gogó, los cocteles de empanadas y la avena de La Pola.

“Mi infancia, como hasta los 9 años, la viví en Ibagué, y todos los recuerdos que tengo son maravillosos. Me acuerdo mucho de jugar hasta tarde en la noche. Nos caminábamos todas las cuadras del barrio y armábamos nuestra galladita, delicioso. Cuando pienso en Ibagué, pienso en juego, en mi familia, mis primas y primos, las fiestas de fin de año en la calle, una infancia muy bonita. Todos esos recuerdos los tengo como súper atrincherados en mi corazón”, cuenta Cristina Umaña.

A sus nueve años, su vida tomó otro rumbo y se encaminó hacia la fría Bogotá. Una vez allí, se vio influenciada por los amigos de su madre, quien entonces ejercía como periodista; el conocer y ver en acción a teatreros, productores, artistas y demás personajes del mundo de las artes le contagiaron ese amor por la interpretación, que años más tarde sería la base de su vida. “Ella me llevaba a muchísimas obras de teatro, también crecí siendo televidente de telenovelas, por supuesto. Desde ahí empecé a soñar y me empezó a dar esa espinita de que yo quería ser actriz y mi mamá me alcahueteó mucho con el tema”.

Tan pronto nació ese sueño no hubo marcha atrás. Cristina empezó a tomar talleres de literatura y teatro, además hizo parte del grupo de teatro de su colegio, ‘Las esclavas del Sagrado Corazón de Jesús’. Su deseo por actuar era grande, pero su mamá no le permitía trabajar antes de cumplir los 18 y terminar sus estudios, por lo que su desahogo artístico tenía lugar en Ibagué. La temporada de vacaciones de Cristina tenía un solo destino, la casa de su abuela en el barrio La Pola en la añorada Ibagué, sitio en el cual se presenciarían las primeras obras de una Cristina adolescente.

“Yo me inventaba melodramonones tremendos, me encantaban. Los hacíamos en el garaje de la casa de mi abuela con mis primos. Nos disfrazábamos y nos montábamos. Invitábamos a la gente de la cuadra, amigos míos y a la gente de por ahí, para que vieran nuestra obra de teatro. Eso era como ‘El plan’. Yo era feliz y pletórica haciendo eso en mis vacaciones”, recuerda Cristina.

Un segundo hogar y la oportunidad de profesionalizarse

Absorta en las historias de suspenso de Agatha Christie y cada vez más convencida de que su futuro estaba en el escenario, en 1993 terminó empacando maletas hacia el país azteca. En México, una amiga de su madre le abrió las puertas y le contó sobre el Centro de Educación Artística de Televisa, donde de inmediato fue admitida luego de realizar su audición.

Aunque su etapa como estudiante de actuación no fue fácil, debido a las casi 12 horas que debía dedicarle a su estudio al día, Cristina relata con cariño esa parte de su vida, comenta que esa oportunidad le sirvió no solo para aprender y mejorar su puesta en escena, sino también para conocer a grandes compañeros de clase, quienes hoy en día son grandes estrellas de la pantalla grande.

Fue una gran experiencia con la que me terminé de enamorar de la cultura mexicana. Me convertí en una mexicanita más. En algún momento pensé en quedarme en ese país toda la vida; sin embargo, después de los años la tierrita me empezó a halar. La televisión que se estaba haciendo en ese momento en Colombia me gustaba, yo decía: yo quiero estar ahí, me parece súper chévere lo que están haciendo en Colombia”, recuerda acerca de lo que la impulsó a volver a su país natal.

Caliwood, Mayolo y la vuelta a Colombia

Una vez pisar de nuevo ‘su tierrita’, no hubo tiempo para vacaciones o vacilaciones, Cristina tenía claro que si quería cumplir su sueño debía empezar a tocar puertas de inmediato. La gran ventaja para Cristina siempre fue tener el apoyo de su mamá, y en su vuelta a Colombia tampoco le iba a faltar. Su madre conocía a grandes personajes de la industria del cine y la televisión, lo que le permitió a su hija sentarse y compartir un café con Dago García, Juana Uribe, Álvaro Bayona, entre otros, quienes eran los que le aconsejaban presentarse a uno u otro casting.

“Empiezo yo a castear y de repente, me llaman de RCN para hacer un casting para ‘Oro’, una serie dirigida por Carlos Mayolo. Yo llego a hacer casting, se trataba de una improvisación, y Mayolo me dice con su acento caleño: Sentate y hacé lo que querás. Yo, ah, listo. Me di rienda suelta y le encantó mi casting. Finalmente, decidió que yo iba a ser la antagonista de esa serie”.

‘Oro’ fue su primer trabajo profesional. Junto a actores como María Eugenia Arboleda, Luis Fernando Múnera, Alejandro Buenaventura, entre otros, conoció de primera mano todo lo que había detrás de un rodaje para televisión. ‘Oro’ marcó el inicio de su carrera y de gran manera, pues su talento en el escenario llamó la atención de uno de sus compañeros, Alejandro Buenaventura, quien paralelamente venía trabajando en ‘Cartas a Harrrison’ de Harold Trompetero, y decidió invitarla para que se uniera al proyecto.

Para 1997, llegaría uno de los papeles que marcarían para siempre y por siempre su brillante trayectoria como actriz, ‘La mujer del presidente’, donde interpretó el papel antagónico de Robin Mireya Galeano. Según cuenta, hacer ‘La mujer del presidente’ guio su carrera de una forma muy diferente, el estar en una serie tan exitosa con un personaje tan memorable, le dio un lugar importante dentro de la industria de la televisión, lo que conllevó a que se le abrieran muchas puertas en otras telenovelas.

Con ‘La mujer del presidente’ en 1998 ganó sus primeros reconocimientos a nivel nacional por parte de la academia, entre ellos, ‘Mejor Actriz de Reparto’ en los Premios India Catalina, ‘Mejor Actriz de Reparto’ en los Premios TvyNovelas y ‘Mejor Actriz Revelación’ en los Premios Shock, estatuillas en las que no se pudo quedar disfrutando debido a que ya estaba rodando su nueva novela.

“Por ejemplo, cuando fue la premiación de los India Catalina, no pude ir porque estaba grabando Paquita Gallego. Sabía que estaba nominada, pero yo estaba grabando y en medio del rodaje me dicen: te acabas de ganar un India Catalina. Eran como las 11 de la noche y yo empecé a gritar de la emoción”, relata entre risas en el diálogo con El Cronista.co.

Entre su amplio portafolio de series, telenovelas y películas en las que ha actuado, se encuentran grandes producciones como: Yo amo a Paquita Gallego, Siete veces Amada, Todos quieren con Marilyn, Lecciones para un beso, Capadocia, ¿Dónde está Elisa?, El capo, Cumbia Ninja, Sala de urgencias, Narcos, Distrito Salvaje, La casa de las flores, entre otras.

“Todas tienen un valor muy especial para mí, y todas han sido importantes a su modo. Exitosas o no. Capadocia fue muy importante porque catapultó mi carrera a nivel internacional. Paquita Gallego también fue muy importante, muchos años de trabajo y un círculo en el que coincidí con mucha gente, en La mujer del presidente, igual. La dama de Troya, El Capo, Sala de Urgencias y Narcos, son producciones muy significativas en mi carrera”.

El corazón en la interpretación y profundización de los personajes

A pesar de que la mayor parte de su carrera la ha dedicado a las series y telenovelas, Cristina es sincera sobre el significado que tiene el teatro en su vida. Cuenta que su corazón está en la interpretación y que por ello hacía teatro de manera paralela a la televisión; sin embargo, desde que dio a luz a su hijo, tuvo que alejarse de las tarimas debido al poco tiempo que podía dedicarle a esta labor.

“Mi corazón está en la interpretación y en los personajes. El teatro tiene una cosa muy especial y es la interacción con el público, es muy dinámica y da mucha vida, eso es muy especial e interesante para el actor y lo extraño mucho. La televisión que se hace hoy es muy cinematográfica, por lo que también puedes profundizar en los personajes, jugar con las narrativas, también me parece muy chévere, y es muy lindo que tu trabajo trasciende las fronteras”.

Noticia de un secuestro, la consagración

Por esta misma línea de profundizar en un personaje, su última producción le cayó como anillo al dedo. Después de un casting muy extenso, Cristina Umaña fue elegida para protagonizar ‘Noticia de un secuestro’ de Amazon Prime, nada más y nada menos que en el papel de Maruja Pachón, la periodista secuestrada por Pablo Escobar y El Cartel de Medellín en 1990, suceso que inspiró la obra de Gabriel García Márquez de nombre homónimo a la miniserie.

Cristina conocía del secuestro de Maruja Pachón desde que era una niña, cuando los titulares de la prensa no paraban de repetir la oleada de acciones terroristas de ‘Los extraditables’ en Colombia. No obstante, la crudeza del suceso la comprendió mucho después cuando leyó el libro de Gabo, momento en el que se le ocurrió que era una historia que perfectamente podría llevarse a la pantalla grande.

“Yo decía, ojalá la convirtieran en una película o algo similar. Me encantó el personaje de Maruja, me encantaba su línea dramática y personalidad. Hacer el papel de Maruja fue una experiencia hermosa. Después de la posproducción vino el estreno y ver la respuesta de la gente, el cariño que empezó a recibir la serie, fue maravilloso”.

Cristina sabía de la responsabilidad que tenía al interpretar un suceso tan importante y trágico como lo había sido el secuestro en la historia de Colombia, así que antes de iniciar el rodaje se reunió con Maruja Pachón, en lo que fue un encuentro de varias horas en las que aprovechó para hacerle preguntas e indagar sobre los aspectos psicológicos presentes en su vida al momento de su secuestro.

La Mejor Interpretación Femenina en Miniserie de Iberoamérica

El 22 de abril de 2023, el recinto de Los Premios Platino del cine iberoamericano se iluminó para ver subir en su vestido dorado a Cristina Umaña Rojas y recibir en la tarima el galardón a Mejor Interpretación Femenina en Miniserie o Teleserie por su actuación como Maruja Pachón en ‘Noticia de un secuestro’. La primera llamada tras recibir el premio fue de Maruja Pachón.

“Esa llamada de ella el día de los Platino fue como un regalito de la vida. Fue muy emocionante para mí. Ella estaba muy, muy feliz, muy emocionada, ella gritaba de la felicidad. Me conmovió profundamente escuchar su alegría. Escuchar su alegría me hizo sentir que todo valió la pena”.

Creo que también es algo que caracteriza mi camino como actriz, que todos los personajes de una forma u otra, me tocan y me transforman, unos de una manera más evidente que otros. Con este era normal que sucediera, una historia colombiana, una historia que yo viví cuando era adolescente. Un dolor que descubrimos nos acompañaba a todos”, agrega sobre el significado de interpretar a Maruja Pachón.

Crispetica y su futuro

‘Crispeta’ o ‘Crispetica’, como la llamaban sus amigos de Bogotá y ahora la llaman sus colegas de la televisión, sigue trabajando, actuando y haciendo parte de producciones nacionales e internacionales, por lo que le augura un gran futuro como artista y la consecución de nuevos éxitos.

En un futuro más lejano se ve alejada de las grandes ciudades y su ajetreo. En los últimos años ha estado principalmente en Estados Unidos y las visitas a Ibagué se han reducido bastante debido a que su familia más cercana ya no vive en la capital tolimense. Sin embargo, le gusta escuchar sobre la ciudad que la vio nacer y el crecimiento de la misma, afirma también, que le gustaría conocer más acerca de los procesos artísticos y teatrales que se desarrollan en Ibagué porque no está muy al tanto de ellos.

Acerca de un posible regreso a la ciudad musical de Colombia, vacila un poco en su respuesta, pero no cierra la puerta al hacerlo en un futuro: “No lo sé, no lo sé, de pronto, siempre estoy muy abierta a todo. Ibagué tiene un clima muy rico, ya mi familia no vive en Ibagué, pero guardo recuerdos maravillosos de la ciudad. Lo que sí sé es que quiero vivir en una ciudad que no sea muy grande e Ibagué podría ser una buena candidata”.

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