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La tolimense que conquista Estados Unidos con su marca de café especial

La tolimense que conquista Estados Unidos con su marca de café especial

María Antonieta Bahamón, fundadora de Yipao Coffee. 

Por: Alejandro Hernández


Yipao Coffee es la marca de café especial que conquistó a la ciudad de San Diego, en el sur de California, Estados Unidos. Tras la empresa se encuentra una ibaguereña apasionada por el café. Ella es María Antonieta Bahamón.

En cuestión de seis años, Yipao Coffee se consolidó con la venta de café especial en varias presentaciones y dos tiendas físicas en San Diego. Además, también cuenta con una tostadora en la que empaquetan sus propios productos y los de otras empresas.

María Antonieta se dedica a importar café colombiano, especialmente el que se produce en el departamento del Tolima, luego lo procesan en su tostadora, y finalmente lo distribuyen en empaques o lo venden para consumo en sus tiendas. Con trabajo, perseverancia y pasión, poco a poco cumple sus sueños y los de su familia.

A su lado siempre ha contado con Jairo Martínez, su esposo, un ingeniero electrónico que también se dejó atrapar por la pasión del café. Es un bogotano de ascendencia tolimense, quien residió en Ibagué. Él decidió apoyar el sueño de su esposa y en la actualidad dirige la tostadora de la empresa. María Antonieta es la catadora y creativa de la empresa, Jairo quien tuesta y administra.


María Antonieta junto a su esposo Jairo Martínez en su tienda en San Diego.


Las raíces tolimenses

María Antonieta nació en Ibagué. Creció junto a su familia en el tradicional barrio La Macarena. Hizo parte de la primera promoción de egresados como bachilleres del colegio Champagnat. Su padre fue el recordado empresario Marco Antonio Bahamón y su madre la señora Soledad Cardona, quien todavía vive en la casa donde creció María Antonieta.

Tras graduarse, la joven se fue a Bogotá a estudiar una de sus grandes pasiones: arquitectura. Se formó como profesional en la Universidad Piloto. Alcanzó a ejercer durante algún tiempo en el país, hasta que decidió emigrar a México hace 20 años, por una tentadora oferta laboral; sin pensar que luego iría a Estados Unidos para descubrir su más grande vocación: el café.

En esa época el mundo del café era totalmente ajeno para mí. Hasta que viví en Colombia no tenía ni idea de café. Es más, casi ni tomaba café. No entendía ni dimensionaba la calidad del café que teníamos en el Tolima y en Colombia en general”, reconoce ella.

Sin embargo, la sangre llama. La familia de su padre, originaria de Dolores, Tolima, siempre estuvo relacionada con la producción del café. El destino tenía deparado que muchos años después María Antonieta retornaría a sus raíces caficultoras, sin proponérselo.

Después de casi una década en México, ella decidió trasladarse a Estados Unidos por una oportunidad de negocio que le surgió a su esposo. Por esa época se había convertido en madre, y suspendió sus actividades laborales, hasta que hace seis años se propuso montar su propio negocio.

De un momento a otro se me ocurrió que quería tener una marca de café, no sé muy bien porqué. Pero sí sé que desde el principio tuve claro el nombre de Yipao Coffee, como tributo a los vehículos tradicionales en los que transportan el café en nuestro país. Además, que es muy sonoro, llama la atención y tiene mucho que ver con nuestro país”, explica.

El comienzo

Empezar fue difícil, como la mayoría de los negocios. María Antonieta comenzó comprando café colombiano a comercializadoras de Estados Unidos. Luego pagaban para empaquetarlo y lo vendían con el nombre de Yipao Coffe. De hecho, recuerda que uno de los primeros cafés que compró fue el de Omar Arango Tinoco, reconocido caficultor del Líbano, Tolima.

Para entonces María Antonieta todavía era una neófita el café. Le faltaba mucho por aprender. Aun no contaban con su propia tienda ni mucho menos tostadora, pero el sueño cada vez tomaba más forma con entusiasmo y trabajo.

Poco a poco nos dimos a conocer. Empezamos con una mesa y una carpa en los farmers markets de San Diego. Son mercados callejeros en los que pequeños negocios muestran sus productos. Luego compramos un tráiler, alquilamos un espacio y empezamos a vender bebidas a base de café. Es decir, hicimos la escuela completa, paso a paso”, relata.

 Así, Yipao Coffee se dio a conocer en la zona céntrica e histórica de la ciudad. La marca crecía a pasos agigantados. Dejaron el tráiler para abrir su primera tienda. Todo estaba listo para inaugurarla en marzo del 2020, pero llegó la pandemia del coronavirus.

Al principio fue mucha la incertidumbre. No podíamos abrir. Sin embargo, por fortuna quedamos con una ventana a la calle, y como aquí no fue prohibido salir en pandemia, de todas maneras seguíamos vendiendo. La pandemia antes fue una bendición para nosotros, porque nos ayudó a mantenernos vivos y vender”, revela.

Ese mismo año 2020 abrieron la tostadora, para encargarse personalmente del último proceso en la cadena de producción del café. Después llegó la segunda tienda. “La muerte de mi padre fue el factor que impulsó mi deseo de sacar adelante este proyecto. De alguna manera él está muy presente en Yipao Coffee. Quise empezar con la empresa para seguir relacionada con mi país, no perder contacto, pero también fue un tributo al legado de mi padre”, manifiesta en medio de la congoja.

Una profesional del café

María Antonieta, cada vez más interesada en el café, se formó como catadora QArabicaGrader en el Coffee Quality Institute (CQI).Es la persona que está certificada como catadora profesional del café y somos los que valoramos las calidades y puntuaciones de cada café”, enseña.

Lo mismo ocurrió con su esposo Jairo, quien se formó como tostador. “Cada vez tuesta mejor los cafés. Se dedicó a estudiar, a hacer cursos, para llegar a hacer lo que hace. Sin su apoyo Yipao Coffee no sería lo que hoy en día es”, resalta.


María Antonieta en medio de una catación de cafés.


Los atributos del café tolimense

En la actualidad Yipao Coffee les compra café de muy alta calidad a varios productores de Colombia, especialmente tolimenses. Sin embargo, por motivos de arraigo, sumados a los atributos propios de la región, María Antonieta prefiere llevar café del Tolima.

Las tierras tan productivas que tenemos, los diversos pisos térmicos. Tolima tiene cafés increíbles, es un territorio bendecido en calidad y extensión de tierras. Tenemos para dar y convidar café de muy alta calidad. Además, debemos sumarle las variedades que se siembran y los correctos procesos que nuestros productores utilizan”, recalca.

El propósito de María Antonieta es llegar a comprar todo el café de manera directa, sin intermediación. Si bien ya avanzaron considerablemente en ese propósito, especialmente con los del Tolima, todavía hay productores de otras regiones que no conocen.

Nuestro objetivo es tener un total direc trade. Es decir, comprar todo nuestro café directamente a los productores. Estamos en ese camino. Es otra meta importante para Yipao Coffee”, apunta.

Por ahora, Yipao Coffee es importador frecuente de los caficultores más conocidos del Tolima: Omar Arango Tinoco, Newerley Gutiérrez, John Espitia y Wilmington Gutiérrez. En los próximos días además lanzarán una nueva línea de café, producido por un resguardo indígena en el corregimiento de Gaitana, Planadas.

Las metas

Yipao Coffee es una marca de gran proyección en el sur de los Estados Unidos, que crece sin perder de vista sus raíces colombianas y tolimenses. María Antonieta y su familia son conscientes de lo lejos que pueden llegar con trabajo, disciplina y pasión.

El café se convirtió en una pasión. Es un mundo que te enamora. Obviamente debe ser rentable, pero el mundo del café es hermoso, cautivador. Se convirtió en un estilo de vida”, expresa.

Por eso tiene como propósito llevar Yipao Coffee a otras ciudades no solo de  California sino de otros Estados. Sin embargo, sus metas trascienden los deseos personales. Quiere hacer realidad los sueños de muchos otros tolimenses.

También me gustaría ser la base que apoye el crecimiento del café tolimense en el sur de California. Es mi meta a futuro: que Yipao se convierta en la casa del café tolimense en California. Ya después podemos enviar café a Arizona, Nevada, Utah y otros estados cercanos. Ese es mi gran sueño”, concluye.

De momento, María Antonieta cumple y se esfuerza para que el café colombiano, pero en especial el del Tolima siga teniendo un espacio preferente en un país que valora la calidad del grano que se produce en este lado del mundo.

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