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No para el fervor por las audiencias virtuales en Colombia

No para el fervor por las audiencias virtuales en Colombia

Por: Óscar Viña Pardo


El pasado 4 de junio de 2022 dejó de tener vigencia el decreto legislativo 806 del 2020, mediante el cual se adoptaron medidas para implementar las tecnologías de la información y las telecomunicaciones en las actuaciones judiciales. La decisión permitió a la justicia colombiana entrar a un modelo siglo XXI y disminuir tiempos en cada proceso, entre otros.

De acuerdo con el abogado Andrés Sarmiento Vargas, las cifras hablan por sí solas:

1. La virtualidad de los procesos permitió que pasáramos de realizar cerca de 22.000 audiencias por año en el 2019, a 230.000 durante el año 2020.
2. La consolidación del expediente judicial digital y el desarrollo del procedimiento por medios 100% virtuales es hoy una realidad.
3. La celebración de audiencias a través de las TIC, disminuyó las barreras geográficas para el acceso a la administración de justicia y la práctica de pruebas.
4. Pese a la oposición de algunas entidades de certificación y otros centros de interés, se eliminó la necesidad de hacer presentación personal al poder judicial.

¿Qué son las Audiencias Virtuales?

“Todo proceso penal está compuesto por diversas etapas, entre ellas se encuentran las audiencias. La fase de audiencias tiene el objetivo de buscar un esclarecimiento de los hechos ocurridos y el objeto de la denuncia penal, a fin de obtener una decisión definitiva sobre el mismo. A su vez, las audiencias penales son sesiones en las que una jurisdicción toma conocimiento de las pretensiones de las partes, instruye el proceso, escucha los alegatos y emite su juicio, es decir, es donde se detalla la acusación cronológicamente de los hechos delictivos, para hacer un recuento del acto penal y poder presentar formalmente la acusación, junto con las recusaciones, impedimentos y nulidades si existen dentro del caso. Comúnmente estas audiencias penales son de carácter público”.

Pero uno de los fenómenos que se estudia en la actualidad hace referencia al consumo del ciudadano del común a las audiencias virtuales, en especial en casos resonados de la justicia donde el común denominador son el desprestigio y la deshonra social, dos detonantes que generan dentro de la opinión pública una identificacón de “indeseables” para la sociedad. 

El último caso que llama la atención de la mayoría de colombianos está conectado con Jhon Poulos por el presunto feminicidio de la Dj Valentina Trespalacios. En la imputación de cargos estuvieron atentos 44 mil personas, la mayoría ciudadanos del común. 

Este feminicidio tiene un número de personas interesadas en el desarrollo de los hechos como el de Jhonier Leal quien presuntamente asesino a su hermano y mamá. En la audiencia preparatoria de juicio se conectaron más de 38 mil personas.  Todas interesadas en conocer de primera mano sobre el final de este suceso. 

Las audiencias tienen un formato simple de desarrollo, su producción es mínima para los medios de comunicación, pero cumple con ese objetivo desde lo numérico, aumentar seguidores, alimentar el morbo, fortalecer la cultura del miedo, crear inmaginarios de relato o rutinas de tensión que validan el status quo de la noticia judicial. 

Luego, producciones comentadas por los responsables de la sección judicial y más likes que conseguir, porque la crónica roja seguirá siendo la reina en el periodismo sensacionalista.   

Sin duda alguna, antropólogos, sociólogos, comunicadores, psicólogos sociales, entre otros desarrollaran estudios que permitan fortalecer la línea de investigación donde sea el fenómeno de las audiencias virtuales en el ámbito jurídico el punto de partida. 

Vamos a ver cuál será el futuro de las audiencias en este semestre. Por ahora los amantes de las audiencias penales a seguir comiendo maízpira.
 

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