Por: Humberto Leyton

Durante los cuatro años de la administración del nefasto alcalde Andrés Hurtado, la capital del Tolima vivió una de las peores épocas en la continuidad de la prestación del servicio de agua. Las causas: unas por las lluvias y otras por las altas olas de calor.  

Y ahora parece que seguimos en las mismas. Las declaraciones de la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (IBAL), Erika Palma, que viene de la administración anterior, nos repite el cuento de siempre, apoyada naturalmente en factores climatológicos, que por el fenómeno de El Niño, se registrará racionamiento en la prestación del servicio; si fuera temporada de invierno de igual forma nos diría lo mismo.

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Olvida la gerente del IBAL que hace poco más de un mes, en las diligencias de empalme entre la saliente administración de Hurtado y la actual de Johana Aranda, hablaban maravillas de la solución definitiva al problema de escasez y que los cortes permanentes de agua de Ibagué quedaban en el pasado.

Que con la construcción y remodelación de nuevos tanques de almacenamiento, el apoyo a unos acueductos comunitarios y la terminación del acueducto complementario, donde según el alcalde saliente se invirtieron 138 mil millones de pesos, “se había dado una solución histórica”, al grave problema del agua en la ciudad.   

Y como todas las pantomimas y actuaciones circenses del exalcalde Hurtado, estos anuncios parroquiales los hicieron dentro del tanque de la Fiscalía, al que exaltaron por su modernidad y versatilidad, obviamente con la fanfarria que ameritaba el suceso de los videos, boletines de prensa y de medios de comunicaciones subvencionados por la administración local, que ahora se constituyen en prueba de toda la basura y las mentiras que caracterizaron a la administración pasada.

Entonces, nos preguntamos: ¿Dónde están las soluciones históricas al problema del agua de Ibagué que dejó la anterior administración? ¿Qué destino tomaron los millonarios recursos que dijo Hurtado haber invertido en las obras del IBAL? ¿Por qué ninguna de las soluciones que dijo dejar el exalcalde están funcionando? La continuidad de la cadena de mentiras del mitómano Hurtado.

La manifestación del nuevo racionamiento de agua en Ibagué, es la muestra palmaria de la mala gestión y administración del IBAL del gobierno Hurtado, que infortunadamente se prolonga sin saberse hasta cuándo.

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Es el derroche de recursos que pagamos los contribuyentes ibaguereños por un vital servicio que se presta a cuenta gotas.

Los barrios y todos los sectores de la capital del Tolima seguirán soportando la escasez de agua, así llueva, truene, o relampagueé. Haga sol, calor o bochorno. Siempre las autoridades tendrán una excusa climática para suspender el servicio de agua.

Mientras tanto, la solución estructural a este problema que es la puesta en servicio del acueducto complementario, sigue en veremos y su último plazo para la entrega está fijado para el mes de junio. Amanecerá y veremos.

Lo cierto es que la ciudadanía ibaguereña seguirá teniendo problemas en el suministro de agua todos los días. Y aunque es muy temprano para adelantar juicios contra la alcaldesa recién posesionada, como se sabe, su elección se hizo gracias al dinero y a la maquinaria de Hurtado, pero de todas maneras, en política se han visto cosas increíbles, asombrosas, insólitas, inconcebibles, inverosímiles, y esperamos que la señora Johana Aranda sea una de esas utopías y que demuestre ser todo lo contrario a su mentor, o al menos, que obre con autonomía e independencia para hacer de Ibagué una ciudad para todos.

Por el momento, nosotros nos apegamos a ese milagro que solo el tiempo y los hechos concretos de su administración nos puedan cambiar de opinión, de lo contrario, seguiremos soñando con un acueducto proyectado a 50 años más, para abastecer a una población de cerca de tres millones de habitantes, como ha sido el pensado por muchos.

Posdata. Independiente de la ineficiencia del IBAL, el fenómeno de El Niño es una realidad, y por ello en lo que debería centrarse la empresa prestadora del servicio de suministro de agua en la ciudad es hacer una campaña pedagógica urgente de ahorro de agua. Está demorado el Ibal en emprender dicha tarea. Una campaña que debería iniciar en los colegios para que sean los niños los encargados de transmitir ese mensaje en los hogares.