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Falta de control político

Falta de control político

Por: Edgardo Ramírez Polanía


La ciencia no ha sido capaz de controlar los pensamientos humanos, porque la libertad personal y sus satisfacciones atraen a todos aquellos a quienes es importante estar libre de las coacciones y de las reglas que les imponen para que la sociedad pueda marchar equilibradamente.

De suerte, que nadie puede hacerse responsable de valorar aptitudes, motivos, conflictos y necesidades de las personas de manera absoluta, ni de estar seguro de lo que es capaz de conseguir, el grado de reorganización por el que debe estar la comunidad, la resolución de los conflictos que puede resolver o el grado de ceder en aquello que evite problemas mayores a los que pretende solucionar como sucedió con algunos artículos eliminados de la reforma.

Es lo que ha sucedido al gobierno del Presidente Gustavo Petro. Parece ser que el partido Pacto Histórico, era experto en protestas y su candidato hábil para hacer debates públicos contra la corrupción nacional que ha sido uno de los peores males que aquejan al país y que fueron expuestos con suficiente capacidad de análisis y mediante las posibles alternativas de progreso nacional, en que la gente creyó y por lo cual votó con la esperanza de ser menos pobres o menos miserables.

Pero sus ministros no han tenido la suficiente experiencia para gobernar, salvo el Canciller Álvaro Leyva, el Ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, Cecilia López Ministra de Agricultura, y el Consejero Luis Fernando Velasco. Por tal razón, la mayoría de los congresistas del Pacto Histórico, han venido presentando proyectos inconsultos con el mismo partido, y algunos ministros han dado declaraciones que han llevado al desconcierto de las políticas económicas y sociales, que han hecho rectificar al gobierno, como algunas de las propuestas ilegales en la reforma tributaria y en la política de los hidrocarburos de donde obtiene el país sus mayores recursos.

Obviamente que el gobierno actual encontró las finanzas que le dejó el gobierno de Iván Duque en total crisis, por el endeudamiento externo de US$176.000 millones de dólares que venían desde el gobierno de César Gaviria, con la apertura económica y los acuerdos de libre comercio y el Neoliberalismo, que llevaron a la ruina la política económica y que se acrecentó en el gobierno de Juan Manuel Santos con el despilfarro y el excesivo gasto no propiamente para obras sociales.

Un gobierno no debe soltar el control del Estado y dejarlo en varias manos, porque surge el efecto de diversificarlo y crear confusión en las reformas que se pretenden establecer. 

Si el individuo es el producto de una cultura y de una educación como instrumento de trabajo para el desarrollo social, en la que exista un mercado una regulación, y una adiestramiento ético, un control gubernamental eficaz, en un esfuerzo que se traduzca en bienes y servicios de una economía, donde se ejerza su efecto de manera aceptable y exista en ella un considerable buen criterio aplicable al equilibrio de los problemas sociales, es posible que se encuentre la solución que buscamos los colombianos si recurrir a las imposiciones injustas ni a las protestas por las medidas de gobierno.

El país se ha visto colmado por protestas a un mes del triunfo electoral del Presidente Petro. Los opositores del gobierno que equivalen a un poco menos del 50% de los votantes, han aprovechado las diferencias de opiniones entre los colaboradores inmediatos del presidente para crear un caos. Esa razón es suficiente para que el Presidente de la República, ejerza su autoridad directa y los temas que expongan sus ministros estén en consonancia con sus propuestas de gobierno. De lo contrario, el gobierno dará al traste con sus programas por la falta de coherencia en su equipo de gobierno y el perjuicio será para todos los colombianos. 

En definitiva, la fuerza del que controla depende de la fuerza de aquellos a quienes controla y de la inventiva y de la productividad de los gobernados y los controles coactivos no concertados a veces frustran sus propios propósitos, como ha sucedido con la política económica actual.

Una sociedad libre es aquella en la que el individuo es controlado por otras instancias distintas del gobierno. En tanto las fuerzas opuestas se mantengan en equilibrio se evita la explotación excesiva por parte de cualquiera de ellas.

Se han presentado varios proyectos de Ley que han sido rechazados y otros en trámite como aquel que los congresistas puedan renunciar al Congreso y llegar al poder de Ministros del ejecutivo, la reforma política de cambiar las funciones al CNE y sus relaciones con el Registrador ya rechazado, la aprobación de la ley que los Congresistas elegidos puedan trasladarse a otros partidos.

Los ministros de Estado, deben tener experiencia política y de mando. Las prácticas gubernamentales moldean la conducta de los gobernados y cuando ellos perciben que se llenan sus expectativas y que se fomenta el bienestar social, se produce el fenómeno del apoyo al gobierno. 

Para ello, los grandes productores y dueños del capital y la producción, son quienes deben pagar más impuestos y no trasladarlos en dólares a sus filiales al exterior.

La máxima fuerza de que dispone una agrupación de individuos como los partidos políticos son la unión de la causa común de sus propósitos, que requieren de condiciones como la libertad, igualdad, educación, trabajo y felicidad, y si ello no ocurre, para la supervivencia y paz, opera la contrariedad tanto para el gobierno como para los ciudadanos.

El país requiere paz, seguridad, progreso, justicia y acción decidida gubernamental, de lo contrario el país flotará sin remos y sin brújula al vaivén del tiempo y de las olas en ese océano de dificultades por las que atravesamos y eso no es lo que esperan los colombianos.

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