Por: Gloria Aponte García - Arquitecta, investigadora Universidad de Ibagué

Hace pocos días inició la aplicación de la Ley 2232 de 2024 sobre la prohibición de plásticos de un solo uso. Un tanto tarde, ya que es Colombia el sexto país Latinoamericano en sancionarla, un tanto lenta, pues solo dentro de 6 años se ampliará la lista de los ocho productos plásticos objetivo por ahora, y un tanto de difícil aplicación puesto que no se vislumbran las alternativas para que las industrias relacionadas migren a otras ofertas.

Por otra parte, y en estrecha relación, es de amplio y actual conocimiento en Ibagué la crisis del relleno sanitario de La Miel, no solo por sus negativos y progresivos impactos ambientales, sino por la inminente amenaza de ampliación del área que el mismo ocupa. De lo que no se habla es del origen de toda esta problemática, ese que está en las manos de todos y cada uno de los ciudadanos: la no separación de residuos para iniciar el ciclo, manejando de manera razonable los materiales de desecho.

Más del 50% del volumen ocupado actualmente por el relleno podría haberse evitado si los ciudadanos ibaguereños tuviéramos la conciencia y el compromiso de SEPARAR, y si las empresas o las autoridades que conocen las mejores maneras de hacerlo, lo difundieran como un gesto de aporte a la cultura ciudadana y a un mejor vivir.

Mucho se menciona “el reciclaje”, pero en realidad muy escasamente se da el primer paso, sin el cual es imposible cerrar el ciclo (o re-ciclar). Dicen quienes saben que el 70% de los residuos urbanos son reciclables, si se parte de una correcta separación

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Me permito proponer a los residentes de La Miel, la separación de sus residuos en acuerdo, con la empresa que corresponda, tal vez INTERASEO, a quien se le exija emprender el reciclaje de los residuos separados, limpios, organizados y clasificados.

Ese sería un fantástico ejemplo para toda la ciudad, que se puede aplicar con la coordinación de los ciudadanos, las autoridades municipales, las empresas de aseo y las empresas recicladoras. Ejemplo que debe extenderse a los municipios cercanos que contribuyen a la saturación del actual relleno.

Esta propuesta no es solo para los vecinos del relleno sino para toda la ciudad. Tengamos conciencia y compromiso, preocupémonos por conocer más acerca de estos procesos que de no llevarse a cabo terminarán ganándonos la batalla y sepultándonos en medio de toneladas de basura.

Recordemos la bien conocida idea de las 3 Rs: Reducir (el consumo), Reusar (todo aquello que se pueda) y Reciclar (separando primero). A esto, podemos añadir las 3Cs: Conciencia, Compromiso y Conocimiento (compartido de cómo hacerlo para completar asertivamente UNO DE LOS CICLOS DE VIDA.

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Este último, las 3C, es el emblema de un proyecto que estamos próximos a publicar los miembros de un grupo diverso, conformado por academia (Universidad de Ibagué y Colegio San Simón), empresa recicladora (Ekoclub) y comunidad (conjuntos residenciales cercanos a Unibagué), como aporte desde nuestra conciencia y compromiso, con la esperanza de compartir y recibir conocimiento para reducir desechos mediante la recolección y transformación de plástico, utilizando una máquina alimentada por biodiesel.