Opinión

Niños y niñas de Ibagué: o se portan bien o los ponemos a ver Huila-Tolima

Niños y niñas de Ibagué: o se portan bien o los ponemos a ver Huila-Tolima

Por Jhonny Alexander Lozano Bermúdez - Docente-Unibagué


Los ibaguereños nos portamos mal, pero no para tanto. Según una nota publicada en este mismo medio, Ibagué es una de las ciudades más “infieles” de Colombia. Hemos cometido errores imperdonables como haber elegido democráticamente a Luis H Rodríguez, un delincuente que condicionó el futuro de varias generaciones de deportistas locales, como alcalde. Con todo y lo anterior, no nos merecemos el castigo visual que nos impusieron Tolima y Huila el pasado viernes

El primer tiempo se insinuó algo emocionante producto de los yerros en defensa de ambos equipos. Willy Cuesta se mandó una de las suyas, pero el blooper no terminó en ventaja para el Huila porque el azar jugó a nuestro favor. Una nueva lesión, aparentemente muscular, golpeó al equipo: El volante Juan Manuel Valencia tuvo que ser reemplazado.

Alguna tocata entre Guzmán, Lucumí y Caicedo dieron ilusión a los de Ibagué. Por su parte, las cabalgatas en solitario de Fáber Gil esperanzaban a los locales. En general, los dos equipos estuvieron tímidos y el nivel del juego fue bastante discreto.  

En el segundo tiempo Huila fue superior. Gil siguió insinuándose y el argentino Gustavo Britos desbordó fácilmente el sector izquierdo de la defensa “pijao”. Por suerte, el frenético arranque del gaucho no encontró receptor en el centro del área.

Tolima contestó con los arrebatos de Eduardo Sosa. Facundo Boné volvió y trajo un poco de electricidad al ataque Vinotinto. De cualquier forma, el 0-0 estaba más que justificado para un trámite trabado y soporífero.

Queda para el recuerdo la presencia de los hinchas locales y visitantes. Varios aficionados del Tolima viajaron a Neiva para acompañar al equipo. Fue evidente el anhelo de estar cerca a los jugadores, ahora que sabemos la desmedida sanción de la Dimayor al Murillo Toro. Ojalá en la apelación, el castigo sea más proporcional a lo que ocurrió en cancha vs Millonarios.

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Fue nulo el compromiso con el espectáculo por parte de Cravioto y Torres. Sus equipos no pagaron la boleta, fueron timoratos, erráticos y descoordinados para buscar el arco del rival. Tolima y Huila configuraron un castigo visual de 90 minutos. En escuelas y colegios ya se insinúan amenazas a los estudiantes: niños, se portan bien o los obligamos a ver el Huila – Tolima del viernes.

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