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Opinión

La frente en alto y la moral en el culo

La frente en alto y la moral en el culo

Por: César Picón 


Mientras entregan un país empobrecido, con un abultado y preocupante déficit fiscal, la inflación por las nubes, la violencia desbordada en tantas regiones del país, escándalos graves de corrupción como el robo de la plata del Internet para las escuelas rurales, el dólar más alto de la historia y otras tantos infortunios, Iván Duque dice que se va “con la frente en alto” y da discursos patrioteros como ufanándose de su “meritoria labor”.

Parece un chiste pero es verdad, el gobierno saliente, desde el Presidente hasta los altos funcionarios (súmele los congresistas del partido de gobierno que gozaron de toneladas de mermelada), están pretendiendo dar catedra a los que llegan sobre lo que deben hacer. Hágame el favor. Se la pasan criticando los nombramientos del nuevo gobierno y lanzando juicios sobre las decisiones o intenciones que se anuncian desde la presidencia de Petro. Duque se atrevió a decir en un reciente foro que “Salvo que haya un apetito por gastar mucho más, Colombia hoy no necesita abocarse a una nueva reforma de carácter impositivo que termine afectando los bríos de inversión que tiene hoy nuestra nación”, claramente le preocupa la reforma tributaria propuesta por Petro, porque lo primero que hará es desmontar las exenciones o regalos tributarios que les concedió su gobierno a los grupos económicos más poderosos y ricos del país. 

Al uribismo no le gustó y criticó ferozmente la designación del Ministro de Defensa, por ser quien en el pasado investigó el paramilitarismo y la parapolítica y porque ha sido un asiduo defensor del documento de la comisión de la verdad. Paloma Valencia lo considera un “enemigo acérrimo” y una amenaza, pues ya se entiende por qué. Al director saliente de la Dian tampoco le gusto el anunciado impuesto a las bebidas azucaradas porque, según él, ante la falta de acceso a agua potable en muchas regiones del país las personas consumen bebidas azucaradas como sustituto; vaya tesis, si no tienen para el agua menos para la gaseosa, señor Director.

Capítulo especial merece el publireportaje en el que el saliente comandante del Ejército, Eduardo Zapateiro, se auto alaba y defiende la retaliación publica que hizo al entonces candidato Petro, pone en duda el alto número de falsos positivos y niega que fueran producto de una política de la “seguridad democrática”, como si los 6.402 asesinatos a civiles y campesinos hubieran sido hechos aislados.

El Gobierno que se abalanzó contra la paz para hacerla trizas, que le abrió la puerta al Fracking, que fue incapaz de controlar la deforestación y menos el aumento de cultivos de Coca, que permitió que bombardearan niños y nuevamente asesinaran civiles en medio de operativos militares, que poco hizo por frenar el asesinato sistemático de lideres sociales y defensores de derechos humanos, que gobernó al servicio de las élites económicas y políticas, que reprimió con fuerza desmedida hasta matar jóvenes manifestantes durante el paro nacional y que pretendía comprar aviones de guerra mientras quería grabar con IVA los alimentos de la canasta familiar, podrá vociferar con altivez que se van con la frente en alto, no obstante, la impopularidad registrada a su partida del gobierno les da una buena dosis de realidad y les muestra en que parte del cuerpo llevan la moral.

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