Por Luis Guillermo Pérez Casas - Exsuperintendente de Salud y Exmagistrado CNE

En una tarde fría, encontré a Gustavo Petro Urrego, en la sala VIP de Avianca de vuelos internacionales en el aeropuerto El Dorado, era alcalde de Bogotá, no se había desatado en su contra aún la guerra jurídica de la Procuraduría, la Contraloría, la Superintendencia de Industria y Comercio, donde terminó inhabilitado en sus derechos políticos por quince años y condenado a pagar $349.494 millones de pesos, cerca de US 200 millones de la época en dólares; ya había sufrido la guerra mediática desde el primer día de su gobierno, que se prolongaría más allá de su mandato para debilitar el apoyo popular y presentarlo como el peor de los gobernantes.

Me sorprendió que la sala VIP estaba llena y en un rincón estaba el Alcalde Mayor de la capital de la República solitario, me acerqué a saludarlo y entablamos una amena conversación. Él viajaba a la ciudad de Lima y yo viajaba a Bruselas para encontrar a mi familia en el exilio. Luego de recordar nuestra estadía en Bélgica donde nos conocimos en 1995, él como cónsul y yo como refugiado político, hablamos de las vicisitudes de su gobierno. Frente a los funcionarios de la administración distrital estaba preocupado porque muchos directivos no ejecutaban con diligencia los recursos y frente a personas que provenían de la izquierda, algunos se obnubilaban con el poder y se olvidaban de su compromiso popular incurriendo en las mismas prácticas de autoritarismo y corrupción.

Nos preguntamos entonces y nos seguimos preguntando ahora cómo lograr funcionarios virtuosos, que al llegar al Estado comprendan algo elemental e imprescindible, el servicio público es para servir y no para servirse del mismo en su provecho y/o de otros intereses particulares. Y más allá de lo público, compartimos una máxima de Jesucristo: “De la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos.” (Mateo 20:28). Con mayor razón, tratándose de funcionarios, que son pagos del presupuesto público. Nos despedimos con un abrazo, al anunciarse que para su vuelo ya estaban llamando a abordar.

Gustavo Petro Urrego

Pepe Mujica es uno de los paradigmas más reconocido en el mundo por haber mantenido a lo largo de su carrera política la ética social como ejercicio y como propósito para contribuir a transformar la sociedad y convertir al Estado en el garante del bienestar general, del interés público por encima de los intereses personales o de clase.

Pepe Mujica al igual fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, fue torturado y estuvo preso casi quince años, trece años entre 1972 y 1985 bajo la dictadura militar, salió en libertad con el retorno a la democracia en Uruguay y producto de una amnistía. Fue electo congresista y luego presidente de la República de Uruguay entre 2010 y 2015, se le consideró el jefe de Estado más humilde del mundo, por su vida austera que resumió en una frase “No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, Vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”.

En mensaje de febrero de 2023, en conversación con Camilo Romero nuestro embajador en Argentina, Pepe Mujica envió un mensaje de respaldo al gobierno de Gustavo Petro Urrego y a nuestro pueblo “No le tengan miedo a las reformas, por el contrario ningún gobierno puede hacer magia si su pueblo no lo entiende”. A reglón seguido enfatizó que en Uruguay tienen una enseñanza universitaria gratuita de más de cien años y un sistema de salud pública muy fuerte con alcance universal, la vida debe estar por encima de los negocios.

Pepe Mujica, publicó una foto junto con Gustavo Petro Urrego, el 16 de mayo de 2024, tomada durante los actos conmemorativos por los 50 años del sacrificio de Salvador Allende y el golpe militar. El Presidente Gustavo Petro Urrego comentó en sus redes sociales “Orígenes similares, luchas similares”, por su origen popular, por haber sido Gustavo Petro Urrego también un militante guerrillero del Movimiento 19 de abril M-19, por mantener un compromiso inclaudicable por los más humildes y por promover la integración Latinoamericana.

Pepe Mujica en la campaña presidencial del 2022, manifestó su respaldo a Gustavo Petro Urrego para que fuese electo “Tiene empatía con el pueblo humilde, con el pueblo más sufrido, con los más desfavorecidos. Tiene amor por su pueblo y ha vivido mucho. Y sabe perfectamente que en los últimos 25 años el mundo ha cambiado más que lo que pudo cambiar en dos siglos y eso es una enseñanza. Y sabe que Colombia necesita menos odio, menos egoísmo, más solidaridad humana. Y sabe perfectamente que tiene el corazón comprometido y espero que el pueblo colombiano le dé la oportunidad de demostrarlo”.

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A Gustavo Petro Urrego se le ha tratado como terrorista, como asesino, como hampón. De la misma forma se trató a Nelson Mandela, quien también fue guerrillero, en su lucha contra el apartheid en Sudáfrica, contra la supremacía blanca organizó orquestó huelgas, boicots y otros actos de desobediencia civil, luego concluyó que el pueblo oprimido no tenía otra alternativa que la resistencia armada. Defendió un ejercicio pleno de la ciudadanía para todos los sudafricanos sin importar su color de piel, una reforma agraria que redistribuyera las tierras con justicia, el derecho a la asociación sindical y programas educativos que respetaran las culturas nativas.

Mandela fue el “preso político más famoso del mundo”, estuvo recluido durante 27 años. Recibió el premio nobel de la paz en 1993 y en 1994 por sufragio universal fue electo como el primer presidente negro de Sudáfrica, hasta su muerte el 5 de diciembre de 2013 y después de su muerte se convirtió en un referente mundial de integridad moral, concordia social y valores democráticos.

Estuve en la Isla Robenn destinada como prisión, conocí la celda de la sección B, donde sólo había una pequeña ventana que daba al patio interior, con una estera de palma para dormir en el suelo, allí estuvo recluido Nelson Mandela durante 18 años, la mayor parte del tiempo aislado, sólo se le autorizaba una visita cada seis meses y se le privaba de conocer noticias del mundo exterior, tuvo que trabajar picando piedra para producir grava. En el recorrido por esa isla prisión que hoy se conserva como museo de memoria histórica, pensé que si la humanidad tuviese mil personas como Nelson Mandela, la humanidad tendría esperanzas de salvar la madre tierra y de sobrevivir como especie. ¿Por qué mil, por qué no un millón, por qué no cien millones de personas conscientes de la necesidad de impulsar las transformaciones que la humanidad requiere?

Y en esos mil de nuestro país, pensé en Gustavo Petro Urrego, por su coherencia, por su visión estratégica de los problemas de la humanidad, por haber arriesgado su libertad y su vida – y seguir haciéndolo desde su condición de Presidente de la República para contribuir a transformar nuestro país y los destinos de la especie humana. Se le reprocha que recuerde el milagro de que estemos vivos y de que somos polvo de las estrellas, que en lugar de matarnos y extender las guerras, deberíamos unirnos para acabar el hambre en el mundo e iniciar viajes siderales descubriendo nuevas fuentes de vida.

Y hablando de su coherencia ética en la política, hay que recordar que en su vida como congresista dio los más grandes y argumentados debates contra la penetración del narcotráfico en la política, contra el paramilitarismo y sus crímenes, contra los grandes intereses económicos convertidos en graves focos de corrupción y de cooptación del Estado.

Cuando hacía parte del Polo Democrático denunció la corrupción de Samuel Moreno Rojas como alcalde de la ciudad de Bogotá, aunque había sido electo como candidato de su propio partido, denuncias que condujeron a las condenas del alcalde Samuel y de su hermano el Senador Iván Moreno Rojas. De Gustavo Petro Urrego no se podía decir, como en el proverbio bíblico de ‘Ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio’ (Lucas 6:41 y Mateo 7:3).

Lo que debe reconocer frente a escándalos que le han afectado de manera muy cercana, a diferencia de otros mandatarios, ante la detención de su hijo Nicolás Petro, el Presidente de la República manifestó el 29 de julio de 2023 “…como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República aseguro que la Fiscalía tenga todas las garantías de mi parte para proceder de acuerdo a la ley. / A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores./Como afirmé ante el Fiscal General no intervendré ni presionaré sus decisiones; que el derecho guie libremente el proceso”.

Luego frente al grave escándalo de corrupción por la compra irregular de 40 camiones para llevar agua a La Guajira en el que Olmedo López traicionó la confianza depositada por el Presidente de la República, el propio Gobierno denunció penalmente al Director de la UNGRD por un sobre costo de 20 mil millones de pesos. El propio Presidente ante la asamblea de la Colombia Humana en agosto de 2024 manifestó que aunque Olmedo López salió de su movimiento político, se embriagó con el poder y se convirtió en un ladrón, recordando la importancia de no olvidar los principios cuando se ejerce el poder y actuar con ética.

En este gobierno se ha tratado a Gustavo Petro Urrego como autoritario, corrupto, incapaz, lunático, enfermo mental, drogadicto, etc. Sin embargo, a diferencia de sus predecesores que hicieron nombrar como Fiscal General de la Nación a amigos suyos, en este propuso a la Corte Suprema de Justicia una terna de tres mujeres que no conocía personalmente, que no habían hecho proselitismo político alguno, las postuló por ser mujeres, por ser competentes, por tener experiencia en el terreno penal, pero sobre todo por ser íntegras y garantes de hacer respetar la ley.

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De las tres postuladas Luz Adriana Camargo se posesionó como Fiscal General de la Nación el 22 de marzo de 2024, Ángela María Buitrago como ministra de Justicia desde julio de 2024 y nombra como Presidente de la Sociedad de Activos Especiales -SAE- a Amelia Pérez. Para la Defensoría del Pueblo postuló de igual manera a tres mujeres íntegras, defensoras de derechos humanos, con grandes capacidades profesionales a Jomary Ortegón Osorio, Dora Lucy Arias e Iris Marín Osorio, la Cámara de Representantes eligió a esta última.

Se cuestiona que el Presidente Gustavo Petro Urrego, hubiese ternado a Gregorio Eljach Pacheco para que fuese elegido por el Senado como próximo Procurador General de la Nación. Sin embargo, no puede dejarse de lado que el Consejo de Estado ternó a Luis Felipe Henao y la Corte Suprema de Justicia a Germán Varón Cotrino, cercanos a Germán Vargas Lleras y de Cambio Radical, un partido cuestionado por el aval que le ha extendido a políticos criminales que han terminado condenados por la justicia. Eljach ha sido Secretario General del Senado desde el 2012, ha sabido conciliar con todas las fuerzas políticas, incluyendo las minoritarias y, no se ha visto envuelto en ningún escándalo de corrupción, su lema “Mi religión es la democracia y mi catecismo la Constitución Política” si lo aplica a cabalidad podrá hacer una gran gestión como Procurador General de la Nación.

Para concluir el Presidente Gustavo Petro Urrego en distintos momentos nos ha hablado de la política del amor, que no significa hincarse ante el poderoso o quedarse callado ante los crímenes, sino amar a la gente, en particular a la población más vulnerable y tomar el ejercicio de la política no como una profesión sino como una devoción al pueblo, ejerciendo el poder no para el enriquecimiento personal sino para el bienestar general para alcanzar la paz entre nosotros y con la naturaleza.