Historias
‘Don Ovidio’ el emprendimiento tolimense que une el buen café y la enseñanza
'Don Ovidio', un emprendimiento que traspasa fronteras con un equipo profesionalizado.
Por: Juan Sebastian Giraldo
Los fundadores de ‘Don Ovidio’, David Arias y Jennifer Lozano, se conocieron en Bogotá en 2013, en donde vivían hacen un buen tiempo. Tras hacerse pareja duraron un año y medio en la capital; sin embargo, consumidos por el alto ritmo de la ciudad y con ideas comunes respecto a emprender, su nuevo rumbo fue el Tolima, tierra de la familia de Arias, la cual se dedicaba hace décadas a la comercialización del café verde.
A sabiendas de que la familia de Arias realizaba el proceso del cultivo, recolección y tostión del café, David vio la oportunidad de apostarle a la venta directa al cliente, por lo que junto a Jennifer ideó ‘Don Ovidio’, una empresa que funcionaría como ventana para que los campesinos pudieran vender su café de tipo exportación aquí en Colombia y a precios justos.
Todo inició con el café de don Ovidio Arias -abuelo del David Arias- quien es el dueño de la finca de la cual proviene el café que utilizan en ‘Don Ovidio’, por ello el nombre de la empresa. Para 2016, aquel café de calidad proveniente del Líbano empezó a hacerse un lugar importante entre las cafeterías del centro de Ibagué. Ubicados en el primer piso del edificio Escorial la calidad de su café ganó popularidad con los amantes de esta bebida.
A pesar de que el café que servían gustaba mucho entre los comensales, ante los ojos exteriores no eran más que otra cafetería, por lo que el ingenio y la innovación fueron fundamentales en ese punto de la historia. “Todo fue cambiando y evolucionando. Después de un tiempo empezamos a tener un espacio pequeño dentro de la tienda de café filtrados. Comenzamos a hacer cafés en métodos de filtrado, de infusión, inmersión, ya no solo usábamos la máquina, sino que teníamos ese otro espacio que se complementaba con otros perfiles de café”, comentaba Jennifer Lozano a El Cronista.co.
Jennifer Lozano y David Arias, la pareja del café, café.
Lo que en un inicio era un pequeño espacio dentro de su cafetería, como un tipo de valor agregado al establecimiento, empezó a ganar cada vez más importancia: “Con la fortuna de poder estar en el Tolima teniendo a la mano caficultores de Planadas, Villahermosa, Rioblanco, Líbano y demás, pudimos comprarle a caficultores que manejaban otros tipos de café. Así empezamos a ofrecer experiencias sensoriales, experiencias organolépticas alrededor del café, se comenzó a abrir un mundo, porque no solo te tomabas tu café, sino que se te hablaba del origen, del perfil, de la recolección, del agricultor, te ibas con el conocimiento de que estabas tomando un buen café”, menciona Lozano.
La pandemia y una reconstrucción alrededor de la enseñanza
Cuando parecía que le habían agarrado “la comba al palo” a su empresa con el centro de experiencias alrededor del café, llegó la pandemia. Mientras muchos comercios de la ciudad empezaban a cerrar debido a la cuarentena por el Covid 19, Arias y Lozano temían que les ocurriera lo mismo, ya que sus ventas caían y su fuerte no era la venta de café empacado.
En medio de la crisis que atravesaban tuvieron que liquidar contratos con sus baristas y ver cómo poco a poco, lo que habían construido ya no era viable financieramente; sin embargo, la idea de no dejar morir su sueño, generó algo que llamaron: ‘Don Ovidio, experiencias en casa’.
‘Don Ovidio, experiencias en casa’ era una caja con cuatro cafés de diferentes caficultores, procesos y variedades. Al comprarlo, el cliente organizaba una cita con uno de los baristas de ‘Don Ovidio’, quien a través de una máster class de barismo o catación, vía virtual se le enseñaba a preparar y degustar de manera adecuada cada uno de los tipos de café que contenía la caja.
— Era muy chévere, la gente encerrada sacaba el espacio y aprendía. Nos sentábamos a charlar, ellos allá y nosotros acá. Terminábamos hablando no solo del café, sino un poco de todo. En ese momento empezamos a explorar otro mundo, una nueva posibilidad para nuestro negocio.
Cuando las condiciones sanitarias empezaron a mejorar a nivel mundial y las personas ya podían salir con mayor normalidad, la situación para ‘Don Ovidio’ era muy diferente, su presencia en medios virtuales era mayor y ya no dependían de la venta de la taza de café, por el contrario, su fuerte ahora era el café en libras, ya fuera molido o en grano.
Con un buen nivel de finanzas, Arias y Lozano tuvieron la oportunidad de comprar una tostadora de café, por lo que ahora podían tostar su café y el de otros productores de la zona. En ese momento entendieron que su camino ya no era el de una cafetería más, sino que su potencial era mucho mayor y que la enseñanza tomaría un papel fundamental en su futuro. “Integremos todo esto, también somos escuela: capacitemos en un mismo espacio, hagamos preparaciones para la gente, tostemos y vendamos café”, se dijeron entre sí los jóvenes esposos.
El hoy de ‘Don Ovidio’
No solo es hoy uno de los mejores cafés del Tolima, sino que con 'Don Ovidio' se aprende a disfrutarlo.
Desde hace tres meses ‘Don Ovidio’ está ubicado en Chapetón, en el parque logístico de Escobar y Arias, sitio donde tuestan, trillan, seleccionan, preparan, catan y prueban su café y el de otras fincas.
Más allá del sentido productivo, las personas pueden disfrutar y aprender de todo el proceso que conlleva hacer un buen café, desde la selección del café por tamaños y el cómo se tuesta en tiempo real, para después ser servido.
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‘Don Ovidio’ se ha convertido en una de las escuelas de café más importantes de la región, donde además del proceso del café, pueden aprender sobre qué diferencia a un buen café de otro, o hacer parte de los talleres de barismo que oferta la empresa y así aprender sobre métodos de filtrado y demás.
— La idea con ‘Don Ovidio’ es tener la experiencia de probar un café diferente. Hablar del café, tomar café y aprender alrededor de café, crear una comunidad de conocimiento y las personas se vayan con algo en su paladar y su cabeza.
Actualmente ‘Don Ovidio’ provee café a una buena parte de restaurantes y hoteles de Ibagué y Cundinamarca. Su plan a futuro es seguir expandiéndose, llegar a nuevos sitios, seguir aprendiendo y enseñando todo lo que puede haber alrededor del café y cómo puede constituirse en un estilo de vida.
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