Editoriales
Alcaldía de Ibagué, repetición de la historia
Atada como está la administración de la alcaldesa Johana Aranda, a su mentor y tutor político, el exalcalde Andrés Hurtado, no se puede esperar nada distinto a que se repita la historia del mitómano y nefasto exfuncionario municipal.
Hasta el momento, las actuaciones de la Alcaldesa, no han pasado de ser un remedo de fiesta bufa con sus reiterativos videos, ayer contando los huecos de Ibagué acomodada en un taxi, barriendo las calles o montando en buseta para ir a la alcaldía a un consejo de gobierno, hoy disfrazada de fumigadora contra el dengue, mañana posiblemente de Mujer Maravilla o de Capitán América en la lucha contra el crimen y la inseguridad de la ciudad. Ser una liviana YouTuber, es la obra de gobierno que nos puede presentar la principal autoridad del municipio en sus primeros 100 días de gobierno.
Ahora bien, faltando dos meses para la realización de la versión 50 del Festival Folclórico Colombiano que se realiza en la capital del Tolima desde hace 68 años, con varios de ellos en interrupción, los dos principales escenarios donde se realizan los principales eventos de esta festividad: la ‘Concha Acústica Garzón y Collazos’ y el coliseo de Ferias, siguen en ruinas, tal y como los dejó su antecesor. No se ha realizado ninguna actividad concreta para rescatarlos y rehabilitarlos. En las últimas horas han aparecido rumores de una licitación o contrato para meterle mano, pero lo que ha aparecido es gaseoso. La ciudadanía exige claridad y transparencia.
Mientras tanto, el municipio sigue pagando millones en el alquiler de las carpas para realizar sus eventos en el parque Murillo Toro o en la Plaza de Bolívar, cuando podría tener escenarios mejor adecuados para estos certámenes y así evitar correr con costos exorbitantes.
Otra de las enseñanzas que le dejó su promotor Hurtado, es el método de la contratación sastre, cada licitación pública o privada estará confeccionada para que la gane el señalado por el ladino exalcalde. Ya han comenzado los rumores, las quejas o las denuncias, por la contratación de las obras de remodelación del parque Centenario que contempla obras de mejoramiento urbanístico en torno a este sitio de recreación y deporte, como construcción de una pista de atletismo, levantamiento de una nueva estructura de la Concha Garzón y Collazos, parques nuevos para niños, entre otros aditamentos.
Según parece, a esta licitación prácticamente no se le cambia nada con relación a la anterior, que precisamente, fue suspendida por estar abiertamente direccionada a un contratista, y por no cumplir las exigencias de categorización del parque como patrimonio histórico, cultural y ambiental de la ciudad de Ibagué. Es decir, seguimos en las mismas.
Y en cuanto al coliseo de Ferias, ubicado en el barrio del mismo nombre, dedicado especialmente para la exposición de ganado, exhibición de caballos, productos agrícolas, presentación de artistas y eventos culturales en la plaza de toros, entre otros, se encuentra en ruina total. Este lugar que es donde se muestra la pujanza y los avances del sector agropecuario de Ibagué y el departamento, como que es el más importante de la economía de la región, desde la administración Hurtado, está en absoluto abandono y en el gobierno de la señora Aranda, sigue en las mismas condiciones.
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Pero lo más grave, es que a las puertas de la celebración de la versión 50 del Festival, todo siga como antes y empeorando en algunas cosas, si tenemos en cuenta la situación del acueducto complementario, el arreglo y construcción de vías, y se continúe con los mismos engaños y aplazamientos de entrega de obras vitales para el desarrollo de la ciudad.
El transcurrir del tiempo, está demostrando que la alcaldesa Johana Aranda, llegó solo para tapar los entuertos dejados por la administración Hurtado, y para seguir cumpliendo las órdenes de su guía y mentor, tal como lo señalaron en campaña los críticos de su candidatura.
No hay nada nuevo bajo el sol y los retozos de supuesta independencia mostrados por la funcionaria al no nombrar o retirar a unos funcionarios de su gobierno cercanos al exalcalde, no pasan de ser un decorado para mostrar una autonomía que no existe; y que los consejos de gobierno que se realizan paralelamente en la lujosa mansión de Hurtado, son los que verdaderamente tienen el mando del gobierno local, mientras los que preside la señora Aranda en el despacho de la alcaldía, simplemente se realizan para legalizar y oficializar las decisiones que se han tomado, de antemano, por el nefasto Hurtado.
La historia se repite e Ibagué seguirá condenada en un oscuro laberinto en que se encuentra desde hace cuatro años y cuatro meses.
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