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Los 80 años de futuro de la Universidad del Tolima

Los 80 años de futuro de la Universidad del Tolima

Existen escritos cronológicos que nos informan sobre las etapas más importantes del desarrollo de la Universidad del Tolima (UT), lo que nos releva de entrar en detalles en estos aspectos. Sin embargo, no podemos abstraernos del papel histórico que ha jugado el principal centro de estudios superiores para el desarrollo del Tolima en sus ocho décadas de existencia.

Desde sus inicios, la idea del promotor de la iniciativa de fundar la UT, el profesor y diputado Liberal Lucio Huertas Rengifo, era ofrecer la capacitación teórica, de conocimientos, de avances académicos y de investigación en el sector agropecuario. Fue así como el 21 de mayo de 1945, a través de una Ordenanza, la Asamblea del Tolima, dio el paso decisivo para caracterizar al departamento como una región con vocación inminentemente agrícola y comenzó a funcionar en la Escuela Agronómica de San Jorge, la incipiente facultad de Agronomía, donde se estudiaban los primeros tres años y luego se concluía la carrera en la Universidad Nacional de Palmira.

De un establecimiento educativo, casi de enseñanza técnica, en sus 80 años ha transitado el desarrollo del país y la región, hasta convertirse en uno de los focos más dinámicos que construye ese concepto moderno de universidad, cuya tarea fundamental es la de generar investigación, conocimiento, innovación y capaz de formar profesionales para enfrentarlos a un mundo cada días más competitivo, exigente y avanzado en todos los campos de la actividad social.

Pero además de eso, la UT, independientemente del criterio político de sus diversas administraciones, también se ha preocupado por la formación de técnicos y profesionales críticos, especialmente en aquellas profesiones liberales donde la libertad de pensamiento y expresión es fundamental para la formación de líderes comprometidos con los cambios y transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales.

Más tarde, en 1956, la Universidad marca un hito con la creación de la escuela de Bellas Artes en 1956, en pleno gobierno del general  Gustavo Rojas Pinilla, en la gobernación del coronel César Augusto Cuellar Velandia. ¡Quién lo creyera! Para más tarde ser cerrada por un rector autoritario que generó uno de los conflictos políticos y administrativos más recordados, no solo en el campus universitario sino a nivel del departamento y de la nación.

Según los relatos de los investigadores de la historia del alma mater, 15 años más tarde, de la fecha de su fundación por Ordenanza, surgen la escuela de Enfermería,  la escuela Técnica Popular, disciplinas que posteriormente terminaron en el programa del Instituto Politécnico, junto a otras especialidades.

En la gobernación del maestro Darío Echandía, se inicia la construcción de la sede que ocupa en el barrio Santa Helena, y se dan los primeros pasos para crear las facultades de    Ingeniería Forestal y Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Estos se podrían llamar los verdaderos inicios de nuestro principal centro de educación superior en el Tolima, desde donde parte la visión para preparar a nuestras pasadas, actuales y futuras generaciones.

El rumbo de la UT no se ha detenido. A medida que transcurre el tiempo y aparecen nuevos avances en la ciencia y la tecnología, se incrementa la aparición de nuevos programas y facultades

En 1982, se creó la Facultad de Tecnologías con programas en Topografía, Electrónica y Auto Diésel. Luego se crea al programa de Universidad Abierta y a Distancia, consolidado luego el Centro Especial de Educación a Distancia, llegando de esta forma a una buena cantidad de estudiantes que no podían acceder a la educación presencial.

Dentro de este proceso de expansión, en 1989, se creó la facultad de Ciencias de la Salud, que años adelante dio origen al programa de Medicina en el Tolima.

En las últimas etapas la UT ha venido ofertando programas de posgrados en diferentes disciplinas, el Instituto de Educación a Distancia, IDEAD, consolidó su presencia en el país a través de los CREAD, acercando la Universidad a miles de estudiantes en las regiones.

La modernización de la institución educativa más relevante del departamento es uno de los pilares de sus innegables avances, tener programas adaptables a las circunstancias del desarrollo del departamento y el país, promoviendo la investigación y la formación doctoral de sus docentes a través, incluso, de convenios internacionales pone al día a la universidad en el mapa global del desarrollo.

La acreditación institucional de la UT en Alta Calidad Educativa por parte del Ministerio de Educación en el 2020, es el sello que reconoce lo elevado de la enseñanza que se ofrece en nuestra alma mater. Es el premio al esfuerzo que hacen directivos y profesores en su empeño por ofrecer conocimiento selecto a los estudiantes.

Por eso no es de extrañarnos que hoy la Universidad sea un referente educativo que alberga a 23.400 estudiantes en 9 facultades, 5 doctorados, 38 programas de pregrado, 23 maestrías y 16 especializaciones, y que extiende sus alas a nueve departamentos, y a 10 municipios del Tolima.

Se añade a estos logros, la ampliación significativa que en infraestructura ha tenido la Universidad en la última década: Hospital Veterinario, el llamado Bloque Tres, Laboratorios, Bienestar Universitario, el Teatrino, el edificio del Jardín Botánico, entre otros.  

Reto de la UT

Con esto logros y el material humano que se tiene, la Universidad del Tolima debe fijarse el reto de figurar entre las 25 mejores universidades de las más de 200 que operan en el país entre públicas y privadas, para quitar ese monopolio a las grandes capitales, y propender por la formación autónoma y regional que se viene hablando.

Desde la provincia, se debe construir una percepción regional que esté preparada para trabajar realmente por la formación de bloques y autonomías regionales que luchen contra el aficionarte centralismo que impide el desarrollo normal de los departamentos.

No dudamos que de ponerse esta tarea, la Universidad del Tolima, será una de las mejores del bloque central del país. La propuesta está lanzada.    

Las estudiantes a través de sus colectivos han líderado las luchas estudiantiles.

La política y la UT

La UT, como institución superior de educación pública, como centro de investigación y conocimiento, no ha estado al margen de las luchas sociales y políticas que se registran en toda sociedad democrática. Esto también la ha llevado a ser el ágora donde se exprese el pensamiento y el sentido de las luchas revolucionarias y reivindicativas no solo de los profesores y estudiantes sino del pueblo en general. Este  centro del pensamiento ha forjado líderes capaces de desarrollar actividades técnicas, profesionales, académicas y en campos políticos y de la creatividad.

Infortunadamente, las luchas por los cambios y las transformaciones dejan su dolores y mártires; por eso, a la vez que celebramos los 80 años de fundación de la UT, también tenemos que conmemorar la muerte de Norma Galeano, una estudiante de la Universidad, militante de la Juventud Comunista de Colombia (Juco), asesinada en el campus, el 7 de septiembre de 1994, por balas de la fuerza pública, cuando participaba en una protesta estudiantil, propias y legítimas del estudiantado cuando se viola la autonomía universitaria o atenta contra el presupuesto de la universidad pública.

Sin embargo, la lucha estudiantil ha decaído. Las grandes movilizaciones de hace algunos años no aparecen. Aquellas jornadas memorables de protestas de la UT son historia, cuando tenía peso específico organizaciones políticas como la Juco (Juventud Comunista), la Jupa (Juventud Patriótica –Moir), los Trotskistas y los Elenos (ELN), entre otros.

Las mujeres al mando

Hoy las reivindicaciones sociales y políticas son encabezas por los colectivos de mujeres que confluyen en la Asamblea Feminista, como un elemento interesante de analizar: las mujeres toman la vanguardia en las luchas sociales y políticas de la UT.

Algunos estudiantes sostienen que la gratuidad en la matrícula, y el apoyo que ofreció el gobierno del presidente Petro a la universidad pública, ha sido un factor que le ha quitado las banderas a estos movimientos estudiantiles, no obstante, existen problemas por solucionar donde todos los estamentos universitarios deben trabajar en conjunto para solucionarlos.

Los 80 años de la de la UT, nos debe congregar a todos para seguir avanzando hacia el futuro más próspero con este faro de investigación, ciencia y sabiduría.         

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