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Fundamentalistas: expresión a Sangre y Fuego

Fundamentalistas: expresión a Sangre y Fuego

Por: Helmut Levy Oly
Periodismo Global


El Medio Oriente retorna a convertirse en un polvorín cuya mecha es la destrucción del grupo fundamentalista extremista Hamas, aquellos palestinos que llaman y actuan a la destrucción de Israel.

Hamas, trata de articular un sentimiento cada vez más difundido entre los palestinos y árabes: Que el Islam es la panacea que curará todos los males.

Si bien Israel y los judíos son considerados como el enemigo principal, sus ambiciones son universales.

Para los miembros del Hamas: "Alá es un objetivo, el profeta es un modelo, el corán es su constitución, la guerra Santa su camino y la muerte por Alá su creencia más sublime".

Los fundamentalistas musulmanes de hoy se parecen a aquellos que siguieron al profeta en el siglo VIII donde el objetivo era islamizar el mundo... Es decir, convertir al Islam a todos los infieles. Los 700 kilos de explosivos con que pensaron volar el viernes 25 de febrero de 1995 una de las torres del World Trade Center, en Nueva York, con 20 mil personas dentro de ellas, y los últimos hechos de violencia extrema registrados contra intereses judíos el pasado 7 de octubre, son simplemente un paso en esa dirección.

Israel tiene su tarea y una vez la Franja de Gaza quede libre del terror implantado a sus propios hermanos por los terroristas de Hamas, los propios palestinos de bien podrán abrir su camino en la coexistencia pacífica con los israelíes. Ni los árabes-palestinos, ni los judíos se irán al mar. Aquí hay sólo un camino, bajo una sola sombrilla. Vivir uno al lado del otro.

La idea de un Estado palestino ha sido apoyada por Israel desde la base de los acuerdos de Oslo y el convenio firmado en Washington en la etapa #1 el 29 de septiembre de 1993 y en Taba-Egipto en la etapa #2 en 1995 que fue "Paz a cambio de territorios".

El gobierno de Israel creyó en la sinceridad de Yasser Arafat y los palestinos, presumiendo que, cuando ellos fueran dueños de su propio destino y se vieran confrontados a construir su propia sociedad, terminaría el terror y habría paz.

Una vez firmado los acuerdos de Oslo el gobierno Israel de entonces pensó que era necesario enseñar "democracia" a los palestinos y les ayudó a organizar elecciones generales. Todo eso se hizo porque se creyó en el slogan árabe de "Paz a cambio de territorios".

La respuesta palestina... Paz sí, pero paz en los cementerios.

Este ha sido el embrollo jurídico en el tema del conflicto palestino-israelí: LA SEGURIDAD.

¿Qué queda del deseo de lograr la solución de dos Estados?

Por ahora Israel lucha por su seguridad absoluta, real y necesaria. Luego del ataque letal de Hamas a territorio israelí, el espíritu de los jóvenes palestinos a raíz del totalitarismo ejercido por Hamas por años esta golpeado y por estos días la cuestión de un Estado palestino inmediato no está dentro de su agenda ni piensan en ello.

Luchan por sus derechos, por sus espacios públicos, sus condiciones de vida y una forma de igualdad con sus vecinos israelíes.

Y lo mismo pasa con los árabes que viven en Israel. Los últimos actos terroristas demuestran que la paz, que parecía cercana, está más lejos de lo que el mundo desea.

Todo ello cuando en el horizonte, los hilos del terror fundamentalista conducen a Irán, la madre espiritual del extremismo musulmán y más de una vez, guía y soporte financiero en la práctica. La misma Irán que teje sus sueños nucleares e induce y financia la organización Hizbalá, localizada en el Líbano, considerada por el régimen de los ayatolás en Irán como la sucursal de vanguardia, como el brazo largo de Teherán contra Israel.

El camino es largo y complicado aún, pero a pesar de tanta adversidad tenemos ESPERANZA que pronto podamos respirar vientos de Salam, vientos de Shalom, vientos de Paz.

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