Por: Alejandro Hernández

Uno de los episodios de mayor repercusión en la contienda electoral de hace cuatro años, 2019, en Ibagué, fue la renuncia de José Barreto faltando apenas una semana para las elecciones. Renunció a su propósito de ser alcalde para adherir a la campaña del hoy mandatario Andrés Hurtado.

Para muchos esa decisión fue interpretada como el entierro político de José Barreto, es decir, sepultaba hacia el futuro cualquier aspiración política. Sin embargo, ante todo pronóstico, su nombre reapareció este 2023 para ser candidato a la Alcaldía de Ibagué y en menos de dos meses recolectó más de 100.000 firmas para inscribirse de manera independiente, luego que el partido Centro Democrático le negó el aval.

José Barreto tiene 45 años de edad. Es contador público de profesión. Cuenta con una especialización en Gobernanza y Desarrollo Territorial de la Universidad del Rosario. En el sector privado es recordado por ser el gerente del Centro Comercial La Quinta y por pertenecer a la Junta Directiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en el Tolima.

Pese a sus raíces en el sector privado, sus lazos familiares tienen que ver más con el sector público. Su hermano es actual senador del Partido Conservador, Miguel Ángel Barreto. También es primo del senador de ese mismo partido, Oscar Barreto Quiroga, con quien tuvo cercanía hasta el 2019, cuando decidió ‘partir cobijas’ y ‘armar rancho aparte’ junto a su hermano.

Ahora, en el 2023, Barreto nuevamente en su condición de candidato dice que trae una fuerte apuesta por la educación en todos sus niveles. Con esto, propone resolver grandes problemáticas de Ibagué como la inseguridad, la movilidad y hasta el desempleo. En diálogo con El Cronista.co el candidato contó cuáles serán los puntos clave de su propuesta de gobierno, pero también respondió a los cuestionamientos por la polémica renuncia de hace cuatro años.

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El Cronista.co: ¿Cada candidato le ha dado un enfoque distinto a su programa de gobierno, cuál es el suyo?

José Barreto: La ciudad tiene muchos problemas y una problemática social muy terrible, sin embargo, la apuesta de nosotros para avanzar verdaderamente en la solución de esos problemas es la educación. Por eso nos la estamos jugando por unos bachilleres mejor acondicionados para ser más competitivos y un fuerte programa de bilingüismo en las instituciones educativas.

EC: ¿Por qué apostarle a la educación en lugar de la seguridad, infraestructura o movilidad?

JB: Porque tenemos problemas de movilidad, y una sociedad mejor educada se parquea mejor, se moviliza mejor. También tenemos problemas de saneamiento básico y de impacto ambiental, pero una sociedad educada se convence más de la necesidad de una solución para eso. Además, tenemos problemas de inseguridad, salud mental y de pobreza, y según recientes informes de la ONU la educación es la mejor manera de resolverlos.

EC: ¿No resulta acaso paradójico hablar de bilingüismo y otros programas, cuando tenemos 15 colegios en ruinas?

JB: Justo por eso hablamos antes que nada de educación. Las instituciones educativas derrumbadas, el alcalde desinteresado de este problema, la planta docente ignorada. Para avanzar hacia una sociedad mejor, necesitamos infraestructura, planta docente, planes académicos definidos y estudiantes bien alimentados. Nuestra propuesta no es solo unos profesores dando inglés, sino un proyecto integral de educación que transforme nuestra ciudad.

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EC: ¿De dónde va a salir la plata para todo esto si se supone que la ciudad queda muy endeudada?

JB: La apuesta es llevar en el 2024 y 2025 a los docentes a un P2 de inglés, eso nos debe costar unos $500 millones cada año y el Municipio los tiene. El Estado visto bajo una visión empresarial y gerencial, con manejo austero del presupuesto, claro que alcanza la plata. En los próximos cuatro años la ciudad tiene un presupuesto para educación superior a 1.2 billones de pesos. ¿Cómo no nos la vamos a jugar por el inglés, por la cobertura, por la infraestructura? Tenemos con qué, solo hay que darles manejo eficiente a los recursos.

EC: Propone llegar a 2.000 policías para mejor la seguridad en Ibagué, ¿Cómo hacerlo?

JB: Tenemos un déficit de 400 hombres en la Fuerza Pública, por eso necesitamos hacer una gestión ante el Gobierno Nacional y hacer un esfuerzo desde el municipio. Los recursos de la seguridad se los están gastando en pintar parquecitos, sin ninguna planeación. Necesitamos pie de fuerza, acondicionamiento para ese pie de fuerza, tecnología y demás, pero el origen de la inseguridad es la problemática social tan terrible. En la medida que resolvamos la pobreza y el hambre, vamos a hacer de Ibagué una ciudad amigable con el sector empresarial, que sea capaz de generar empleos y que sea incluida entre las Zonas Económicas Especiales (ZESE).

EC: ¿No es demasiada ambiciosa su propuesta de crear 20 empleos diarios?

JB: A quien lo vea meramente desde el sector público, con visión burocrática y política, le puede parecer mucho; pero luego que hagamos una ciudad amigable con el sector empresarial y eficiente en los trámites, podemos darle vida para generar empleo. Si nos ponemos del lado del emprendimiento, de la mujer, del sector empresarial y hacemos uso eficiente de los recursos públicos, sin corrupción ni derroche, al cabo de los cuatro años vamos a generar 24.000 empleos nuevos, para bajar la tasa del 18,4 % a una de un dígito.

EC: ¿En qué considera que se han equivocado hasta ahora los últimos alcaldes de Ibagué?

JB:  En tener esa visión tan política al momento de gobernar. Llegan al gobierno para satisfacer intereses políticos, reparten las secretarías, y se pierde la gobernabilidad del municipio. Por eso escogimos un camino más riesgoso que consistió en avalarnos por firmas, para hacer un acuerdo con la ciudadanía sin los partidos políticos. Eso garantiza que vamos a tener un gobierno independiente, sin jefes políticos. Hasta ahora ha faltado compromiso sincero para llevar a la ciudad hasta el desarrollo.

EC: ¿Qué lo llevó a tomar la decisión de volver a ser candidato a la Alcaldía?

JB: Se piensa que lanzarse dos años antes garantiza el éxito en las elecciones y la ciudad ha ido demostrando que eso no es así. Yo quería escuchar a la ciudadanía antes de tomar la decisión, y fue la misma gente la que me pidió que me lanzara.

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EC: ¿Cómo ha sentido el nivel de confianza de la gente, después de lo que pasó hace cuatro años?

JB: Los ibaguereños confían en nosotros y por eso nuestra campaña día tras día crece más. Todos los que conocen el tema político dicen que tenemos grandes posibilidades de ganar, enfrentado a unas maquinarias que hacen todo su despliegue para mantener el poder; por eso mientras la gente les cogió fastidio, nosotros crecemos.

EC: ¿Cómo califica la administración de Andrés Hurtado, a quien usted apoyó en el 2019?

JB: Más importante que mi juicio sobre la administración de Hurtado, es la sensación generalizada que tiene la ciudadanía sobre cuatro años perdidos. La ciudad retrocedió en la posibilidad de desarrollarse en materia ambiental, económica y de infraestructura deportiva. Hoy la ciudadanía tiene tristeza de su ciudad que cayó en el atraso, que se estancó. Hay una ciudad entristecida y desesperanzada, incluidos los más de 40.000 ibaguereños que votamos por Andrés.

EC: ¿Qué garantía van a tener sus electores de que en esta ocasión no los va dejar ‘colgados de la brocha’, que no va a renunciar como en el 2019?

JB: Quienes compiten conmigo a la Alcaldía pretenden pegarse de ese cuento para desgastar mi campaña. No tienen nada más que decir de José Barreto. No tengo jefe político y no tengo recursos de la Alcaldía ni de la Gobernación. Voy hasta el 29 de octubre por una razón elemental: estoy convencido que vamos a ganar la Alcaldía porque Ibagué quiere algo diferente.

EC: ¿No teme que de pronto los líderes del 2019 que quedaron molestos con su renuncia le den la espalda ahora?

JB: La pandemia fue la que me quitó algunos, pero en materia política, el 90% del equipo con el que batallamos la campaña anterior, continúa con nosotros. Nos quedan 60 días para llegar a ese otro 10%. Competimos la Alcaldía hace cuatro años entre ocho personas, y buena parte de los equipos políticos de los otros candidatos hoy me acompañan. En los próximos días vamos a hacer eventos de adhesión de todos esos grupos que vienen a acompañar nuestra propuesta.

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EC: Y si a última hora otros sectores se le quieren unir. ¿Los recibiría, incluido sectores del ‘barretismo’?

JB: Tengo que ser prudente. Recibo a diario cientos de llamadas de las bases conservadoras, del Centro Democrático, del oficialismo liberal, que me quieren acompañar. Saben que nosotros representamos una oportunidad de gobierno independiente, con visión empresarial. A mí lo que me interesa es el diálogo con las bases, pero si los partidos políticos al final, sin ponernos condiciones, quieren acompañarnos, bienvenidos sean. Todo el que sea capaz de sostener en público lo que habla en privado, aquí tiene un espacio.