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Opinión

¿Qué es la amistad?

¿Qué es la amistad?

Por: Edgardo Ramírez Polanía 


 A mi hermano Emilio.

La amistad es una relación de afecto entre personas que comparten sentimientos positivos de lealtad, confianza y solidaridad.

Se ha expresado en forma gráfica, que más que esposos, hermanos o compañeros, somos amigos, queriendo significar  que por encima de todas las relaciones humanas, la amistad tiene un sitial de privilegio porque compendia todo lo noble, sincero y desinteresado que las demás puedan ofrecer. Es tan fuerte la verdadera amistad que rompe los años y las distancias al punto que podemos dejar de ver a los amigos y al reencontrarnos parece no haber existido ninguna interrupción. La mejor característica de los amigos verdaderos y fieles la constituye la ayuda para superar las épocas duras y desafiantes y levantar las cargas de la soledad. Esa misma que a veces nos distancia físicamente y al mirar los celajes de las nubes entenebrecidas, nos hacen pensar que los amigos son esenciales para vivir.  

Quienes no tienen amigos son seres, desconfiados y distantes que pierden el sentido de la vida y  su significado, que es la causa del inconformismo, la repulsión y la enfermedad. Las sonrisas, la simpatía y el amor de los amigos en la vida diaria del hombre lo hacen reír y amar y ser amado y tomar la luz de la vida, que es la compañía, así no exista comunicación, sino la sensación que el amigo está ahí y nada más.  La adversidad ha sido la única balanza para pesar a los amigos justos, fieles y leales, que siempre están en los momentos difíciles y no la prosperidad que es un fulgor que no permite conocer el alma de la gente. El cambio de las costumbres en las sociedades trae consigo diferentes maneras de ser y pensar y es la razón por la que tenemos amigos intelectuales, poderosos, beodos, indisciplinados, pobres o ricos, pero siempre decentes, sin que esas condiciones alteren nuestra relación de amistad para aceptarlos como son y no como lo establecen los señalamientos sociales. La vida sin amigos es triste y se convierte en soledad e inutilidad que aparece si no ejercemos una actividad que nos resulte interesante para nosotros y para los demás.  

Aristóteles dijo: “El hombre solitario es una bestia o un dios”. Pareciera exagerada esa afirmación, porque existen en el mundo moderno la compañía de los libros, la música, la información y las aficiones ocultas al ruido mundo por quienes prefieren esa actitud. Lo cierto es que no es bueno vivir sin amigos, aunque se tengan otros bienes, porque parece que no sentimos afecto permanente por todo, sino solamente por aquello amable y agradable  y eso significa que es aquello que nos satisface, que entre varios afectos, también es la amistad.  

El amigo es ese ser a quien sólo se le puede confiar alguna intimidad. No la persona que aconseja mal porque esta llena de odio y resentimiento, que en nada favorecen la integridad e integración entre los individuos. Los pensadores famosos de la humanidad definieron en la antigüedad varias expresiones que generan la amistad, en la utilidad, el placer y la bondad, como formas para que las personas establecieran propósitos e ideales comunes. Una característica inconfundible de la verdadera amistad es sentirse satisfecho con los triunfos de los amigos debido a que  la amistad es incompatible con la envidia. Se debe felicitar a los amigos en sus méritos porque existe una sensación de felicidad con los aciertos y tristeza ante los fracasos de los amigos. Las sonrisas, la simpatía y el amor de los amigos en la vida diaria del hombre lo hacen reír, amar ser amado y tomar la luz de la vida, que es la compañía, así no exista comunicación estando cercanos, sino la sensación que el amigo está ahí y nada más.

Einstein era uno de los primeros en felicitar a quienes se destacaban, lo que hace pensar, que no existe mezquindad o pequeñez en el alma de la gente verdaderamente grande del conocimiento. La amistad verdadera, leal y duradera no se funda en el dinero sino en la verdad, debido a que su base es la lealtad y el afecto. Y no existe interés económico en la amistad, porque pierde su sentido de liberalidad, franqueza y solidaridad. Existen personas que anteponen los intereses personales a los valores supremos de la verdadera amistad, como son el amor, la generosidad y la lealtad, pero esa actitud los lleva al aislamiento que les impone la sociedad con el tiempo. Es una necesidad inaplazable tener verdaderos amigos en quienes confiar,  donde se pueda poner el rostro afligido sobre su hombro y llamarlos  en los momentos difíciles sin incomodar y ser escuchado.

Lo demás, es cosa vana, “serena noche del alma para siempre oscura”, como dijo el poeta García Lorca. Las personas se conocen por los amigos que tienen y la antigüedad de los mismos. Algunas personas se van quedando sin verdaderos amigos, por mostrarse distantes y poner límites a quienes consideran exentos de adulación o por la imperiosa muerte.  Para quienes tienen un sentido religioso de la vida, es menester citar la frase bíblica: “Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado”. (Juan 15: 9-16). Es la palabra que demuestra el amor y la amistad como elementos esenciales de la vida en sociedad. Alguna gente de principios y finalidades  en el bien, continúan ubicando la amistad en lugar de privilegio porque es el único medio que permite mantener a nuestro lado a ese ser que nos ama sin tener lazos de sangre cuando todos se han ido. La amistad es benigna, no se envanece, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino en la verdad. Debemos cuidarla, para que continúe a través de los siglos, como una demostración de lo que debemos ser para obtener la concordia y la felicidad.

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