Opinión

Por una desromantización de la idea de ser niño

Por una desromantización de la idea de ser niño

Por: Daniel F. León – Sociólogo especialista Derechos Humanos.


Javier, con la barriga por encima de su cinturón, vocifera que los adultos deberían ser más como niños. Tener su inocencia y encontrar la felicidad en pequeñas cosas como jugar a las escondidas, saltar en un charco en un día lluvioso y quedarse anonadado con ver el mar por primera vez. 

Lo dice mientras se toma alguito para la sed en un bar por la Pedro Tafur. El problema es que Javier, un niño grande con sus treinta y pico de años, le corren tras como tres demandas de alimentos y una que otra investigación de paternidad pendiente.

Uno lo escucha a diario. Muchas personas, y la verdad sea dicha, muchos hombres, viven bajo la idea que ser como niños es la capacidad de entender la felicidad sin tantas excusas, con inocencia, sin las ambiciones de los adultos cansados y malvados. Y sí, un niño aún no es consciente de toda la maldad de la cual el mundo puede estar rodeada, no dimensiona lo que le corre pierna arriba si se queda mucho tiempo bajo del sol o simplemente no se alimenta bien.

Pero hay adultos convencidos que esto da para que uno viva la vida siendo un niño más, porque qué lindo ser como niños. Adultos que no asumen la responsabilidad de sus emociones, ni de lo que implica su mayoría de edad, mucho menos saben asumir la responsabilidad de ser padres.

Y es que tantos niños grandes, por lo menos en el Tolima, nos cuestan un daño grandísimo. Para lo que respecta al 2022, la negligencia e irresponsabilidad de los padres hacen que tengamos más de 437 casos de medidas de restablecimiento de derechos por motivos como la violencia psicológica, negligencia y escenarios de violencia intrafamiliar[1]. Esto sin contar otros motivos de ingreso que, si uno se pone a hilar pequeño, seguramente encontrarían relación con este fenómeno.

Por su parte, el impacto que nos causa la idea de que los niños son el umbral del cómo ser feliz es un poco eso: olvidamos nuestras obligaciones sociales y, con el pretexto del vivir ahora, nos engañamos creyendo que ser “niños grandes” es la mejor filosofía de vida. Y si, es el camino más fácil, casi nadie le gusta tener responsabilidades y asumir el costo de sus decisiones. Pero el problema también radica en esto, que tipos como Javier y muchos otros, aún piensan que ser adultos es un juego de niños.

El Tolima, y en particular Ibagué que concentra gran parte de estos datos, tiene la responsabilidad de construir un modelo que sensibilice y haga responsables a todos estos niños grandes, que le están desplazando la oportunidad de vivir su infancia a los niños de verdad, que deberían estar en la escuela, disfrutando de su familia, protegidos por adultos que cuiden la inocencia de su niñez y no que la ambicionen aun cuando su tiempo de pasar por allí ya pasó.


[1] Dato consolidado para el 2022 por motivo de ingreso negligencia, violencia psicológica y/o física. Extraído de https://www.icbf.gov.co/bienestar/observatorio-bienestar-ninez/datos

Artículos Relacionados

Noticias Recientes