Opinión

Para todos hay su pedacito del partido Liberal

Para todos hay su pedacito del partido Liberal

Por Humberto Leyton


La crisis que afronta el partido Liberal, que lo despoja de su identidad desde hace tiempo, resurge nuevamente en las elecciones regionales del 29 de octubre, donde repartirá sus votos en varios candidatos a la Alcaldía de Ibagué.

Sin detenernos en disquisiciones políticas, filosóficas o programáticas, tendremos que decir que la ideología fue anulada por un vulgar pragmatismo que solo busca resultados electorales de momento, y que desecha el ideario que lo hizo un partido de reformas y progresismo de otros años.

Lamentable, el desorden y la anarquía reinante en una organización política que por varias décadas fue mayoría absoluta en el Tolima. El partido Liberal es hoy una colcha de retazos, de parcelitas sin mayor trascendencia política que marque derroteros como lo hacía en antaño; perdió su brújula y se encuentra convertido en componedor electorero que aparece faltando unos meses antes de cada campaña política, solo con el fin de asegurar una raquítica representación en las corporaciones de elección popular, asegurar algunos puestos y contratos. Hasta ahí llegan sus objetivos.

El Partido Liberal perdió su vocación de poder, y ahora se contenta con ser el vagón trasero del resto de partidos y movimientos que lo han rezagado a los últimos lugares, como un partido amorfo, perdido en un laberinto donde no encuentra la salida.

Esta situación, no le permite ni siquiera tener una mediana disciplina o cohesión que le garantice tomar decisiones de consenso, lo que deriva en divisiones y subdivisiones que llevan a su dirigencia y militancia a tomar las más disímiles direcciones y acomodarse a sus intereses y preferencias, según el caso, cuando se trate de tomar posiciones políticas. De ahí, tenemos los despelotes que debe afrontar en cada campaña.


“Cada dirigente del partido Liberal en el Tolima es una rueda suelta que camina según las ofertas que le hagan y los estómagos que tenga que llenar”.


Por eso, no es raro que en la actual contienda electoral, el liberalismo se haya dividido en tantos cuántos candidatos existan. No hay jefe, mando, control, disciplina o catecismo político, que unifique esta montonera. Cada uno tiene su propia bitácora y puede escoger el candidato de su agrado.

De allí, que existan tres tendencias bien identificadas que apoyan a igual número de aspirantes: Marco Emilio Hincapié (Pacto Histórico y otras fuerzas alternativas), Renzo García (Verdes y un sector Liberal) y Johana Aranda (continuismo alcalde Hurtado); sin descartar que otros como José Barreto (por firmas)  y Jorge Bolívar (Conservador), puedan también tener sus votos rojos. El partido Liberal da para todos.

La atomización de este partido, es una muestra más del desprestigio y decadencia de los partidos tradicionales. Cada dirigente y militante es una rueda suelta que camina según las ofertas que le hagan y los estómagos que tenga que llenar. No hay principios que valgan. Lo mismo ocurre en ciertos partidos y movimientos que se llaman alternativos.

Sin embargo, consultadas fuentes de la dirección del  partido Liberal, que pidieron la reserva de sus nombres, han informado que oficialmente esa agencia política no tuvo candidato oficial, y que ante el pronunciamiento de las distintas tendencias que existen en el partido, que no estaban de acuerdo con la forma y el tipo de encuesta que se dio entre Camilo Delgado y Renzo García, para el escogimiento de candidato, Mauricio Jaramillo optó por respetar esas opiniones, no meterse en cuanto a candidaturas a la alcaldía y dejar libertad para que escogieran el candidato de las preferencias, siempre y cuando, ese candidato apoyara las aspiraciones a la gobernación del jefe liberal del Tolima.

En este escenario, surgen las candidaturas que, hasta el momento, han ofrecido su abierto respaldo a M. Jaramillo: Renzo García y Marco Hincapié, pero se sabe que existe un pacto soterrado entre el senador Miguel Barreto y M. Jaramillo, para la gobernación, lo que derivaría también que el candidato José Barreto, también tenga la ayuda de algunos votos liberales. De hecho, Mauricio Pinto, allegado a las toldas de Miguel Barreto, se encuentra como uno de los teloneros de la campaña de Jaramillo.

Por otra parte, existen rumores que la candidata del alcalde Hurtado, Johana Aranda, también apoyaría la candidatura Liberal de Jaramillo a la Gobernación, y que solo es cuestión de tiempo para que esto suceda. De todas maneras, como es de conocimiento público, el sector liberal del exsenador M. Jaramillo, desde hace meses tiene puestos y contratos en la administración de Hurtado, por lo que ha guardado un silencio sepulcral sobre los actos deshonestos que manchan la labor del alcalde que ‘vibra’.

El dirigente liberal ha sido mudo ante el asalto que le quieren hacer a los ciudadanos ibaguereños con el atraco del SETP-Infotic; los elevados sobrecostos en las obras de los escenarios deportivos, los enredos del puente de la 60, el abandono del parque Centenario y el coliseo de Ferias, tampoco ha dicho nada sobre el elevado endeudamiento y la bancarrota financiera de Ibagué, entre otros males que aquejan a la ciudad.

En conclusión, el liberalismo del Tolima, que se recuerde,  en su historia nunca había estado tan dividido como ahora. Nada en un lodo espeso con olor y sabor fósil.

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