La forma tan cordial y amigable del acuerdo para escoger como candidato a la alcaldía de Ibagué a Jorge Bolívar, es una muestra inequívoca de la autoridad que tiene sobre su partido, el conservador, el exgobernador del Tolima Óscar Barreto, al lograr fácil y rápidamente que los tres candidatos se pusieran de acuerdo y lograrán la escogencia de uno de ellos como aspirante al primer cargo público de la capital del Tolima.

Sin duda, la sensación que deja esta acción de mecánica política es que existen intereses superiores a los personales, y que los egoísmos que se presentan en estos casos, quedaron superados sin mayores complicaciones y que Alexander Castro como Carlos Portela, fueron lo suficientemente capaces y generosos para reconocer en Bolívar a un luchador incansable, como que ha sido uno de los concejales más votados en Ibagué, además de precandidato a la alcaldía de Ibagué hace 4 años en una encuesta muy cuestionada que le dio la ventaja al nefasto funcionario que hoy ‘dirige’ los destinos de la Ciudad Musical. 

Los comentarios de café y de corrillos sobre la noticia política de las últimas horas, giran no solo en torno al reconocimiento de las condiciones del candidato Bolívar, también del análisis que reafirma el acierto de la escogencia, agregando como ingredientes la influencia que tiene el gobernador Ricardo Orozco en las toldas barretistas, pues no es secreto que el mandatario de los tolimenses tenía sus preferencias por el candidato ganador del conservatismo. Así es que el gobernador, prende sus velitas en esta escogencia. 

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Otros conocedores de la actividad política que realiza Jorge Bolívar, señalan su trabajo comunitario, social y de solidaridad especialmente en el campo de la salud, con brigadas permanentes que si bien no soluciona los problemas de fondo en este sector, al menos alivia la situación de muchas personas que carecen de este vital servicio que debería cumplir el Estado, tal y como lo propone la reforma al sistema de salud del presidente Gustavo Petro.

También hay quienes afirman que el candidato para conseguir votos más allá del barretismo es Bolívar, al considerar que tiene una votación propia que se ha ganado precisamente por su labor comunitaria y social, y que, además, tiene la capacidad de jalonar a corrientes distintas al conservatismo.

Lo que sí dan por descontado es que el candidato conservador endurecerá su discurso contra la pésima Administración de Hurtado, lo que a la final redundará en votos, quitándole con ello las banderas a otros sectores que ha sido tímidos o que guardan silencio cómplice, por aquello de los contratos y los puestos, frente al descuadernamiento de la ciudad.  

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En estas condiciones, y mientras los alternativos siguen buscando llegar a un acuerdo para elegir candidato único, y el masato que tiene el alcalde Hurtado unifica criterios para votar por Johana Aranda, Jorge Bolívar se convierte en el candidato con mayor opción, hasta el momento, cuando restan a partir de este 10 de abril, sólo seis meses y 20 días para la fecha de las elecciones.  En ese orden, si las elecciones fueran este domingo, con toda seguridad Óscar Barreto sería nuevamente el triunfador tanto en Gobernación como en Alcaldía de Ibagué.  Habrá que esperar cómo reaccionan los precandidatos alternativos, si finalmente concretan la unidad.