Opinión
La tibia posición de candidatos a la Alcaldía de Ibagué frente al gobierno Hurtado
Por: Humberto Leyton
Es asombroso el silencio que guardan algunos candidatos o precandidatos a la Alcaldía de Ibagué frente al mal gobierno del alcalde Hurtado. Inexplicable ese mutismo cuando es evidente toda la telaraña que envuelve a la actual administración municipal, sobre todo en los procesos de contratación que dejan profundas dudas en materia de transparencia.
Pero peor aún, es observar cómo candidatos que se dicen y reclaman para sí, representar el cambio y las transformaciones como Renzo García, de la Alianza Verde, pase por alto toda la hecatombe que vive la capital del Tolima en lo social, moral y ético; además, de los problemas estructurales y de abandono que vive la ciudad en los diferentes campos, cuando precisamente, y debido a que es candidato a regir los destinos de una urbe de más de 600 mil habitantes, debe asumir posiciones con más entereza, además de proponer soluciones a los mismos.
En una actitud maniquea, Renzo también es selectivo, al igual que Mauricio Jaramillo, a la hora de denunciar la corrupción: solo ve y se pronuncia sobre la del “barretismo”, pero deja por fuera la de Hurtado.
En el actual periodo en Ibagué no solo han aflorado problemas ambientales, también saltan a la vista sospechosos hechos de corrupción, del acueducto complementario, vías, alcantarillado, escenarios deportivos, salud, educación, movilidad, seguridad, empleo, en fin, son muchos, y hasta el momento no se le conoce al precandidato García una manifestación contundente contra el gobierno Hurtado, pese a que todo los días aparecen hechos que ameritan la crítica; para poner ejemplos cercanos: la contratación de la famosa ‘megaobra’ de la calle 60, o el terrible viacrucis a que han sometido a los ibaguereños en el pago del predialo lo que está ocurriendo con las piscinas Olímpicas de la 42, entre otros.
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Y si esto sucede con un candidato que se dice del cambio y alternativo, qué podemos pensar de los que están abiertamente cohabitando y comiendo en la mesa del alcalde Hurtado, como José Barreto, a través de su hermano, el senador Miguel Barreto, los liberales de Mauricio Jaramillo, que buscan una consulta interpartidista para sacar a Camilo Delgado de la contienda y quedarse apoyando sin cortinas de humo a la candidata de la administración municipal Johana Aranda. Aquí, en el sector liberal jaramillista, cómo van las cosas, el sacrificado será nuevamente Delgado, porque la tal consulta interpartidista que se plantea, será para favorecer a la candidata del alcalde Hurtado.
La única candidatura que se puede rescatar de este arbolito de navidad que tiene Hurtado a su disposición, es la de Marco Hincapié, del MAIS, la Colombia Humana y mayoría de partidos y movimientos que conforman el Pacto Histórico. Es el único que ha alzado su voz contra el actual estado de cosas que suceden en Ibagué, atacando la corrupción y el mal gobierno del nefasto Hurtado, y que tiene una propuesta de salvar a la ciudad de las manos oscuras de la corrupción y el derroche de los recursos públicos.
Hincapié, hasta el momento, es un candidato que hace la diferencia frente al resto de participantes, silenciosos y amorfos. Y de ante mano, ha hecho saber que no se someterá a ninguna consulta interpartidista donde participen los candidatos comensales de Hurtado (entiéndase del tesoro público) como Johana Aranda y José Barreto.
El silencio o la complicidad frente a la corrupción de algunos candidatos a la alcaldía de Ibagué, nos hace acordar de un artículo que escribió hace algunos años Juan José Arbeláez, en el desaparecido Tolima 7 días, en homenaje póstumo a Manuel Ramírez Castaño, conocido popularmente como “Caregancho”, refiriéndose a una anécdota de este querido personaje que siendo funcionario público, cuando criticaban al gobernante de turno guardaba silencio, y al presentársele por qué, “Caregancho” les respondía: “Miren...a mí ...mi mamá me enseñó que era mala educación hablar con la boca llena”. ¿Será que los puestos, los contratos y las canonjías de Hurtado no los dejan hablar?
La ambigüedad que muestran Renzo García, y su concejal Jaime Andrés Tocora con relación al proceso político que vive Ibagué y su silencio frente a una administración tan cuestionada como la de Hurtado, son elementos que juegan en contra de las aspiraciones de los verdaderos dirigentes alternativos, que dejan muchas preguntas sobre sus débiles posiciones en momentos que no permiten mutismos de ninguna especie.
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Pueda que faltando dos o tres meses para las elecciones del 29 de octubre, los candidatos mudos cambien de opinión frente al alcalde de Ibagué, pero ya será tarde, nadie le va a creer que salte del barco cuando este se está hundiendo, ni mucho menos que van a combatir la corrupción cuando tenían que haberse pronunciado, prefirieron mirar para otro lado.
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