Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Opinión

La movilidad urbana: entre propuestas y realidades

La movilidad urbana: entre propuestas y realidades

Por Óscar Daniel Guifo Roldán.  - Ingeniero Civil, Especialista en Pavimentos. Docente Universidad Piloto de Colombia.


Actualmente una de las principales problemáticas de las ciudades colombianas, gira entorno a los problemas de movilidad; su economía, la salud, el ambiente sano y la siniestralidad son de los puntos mas relevantes que deja como consecuencia el aumento acelerado del parque automotor en las áreas urbanas.

También es cierto que estamos a pocas y escasas horas de conocer a quienes serán los encargados de liderar las soluciones que se puedan proponer en temas específicos y puntuales, tal como lo es la movilidad; sin embargo, entre algunas muchas propuestas se encuentra muy poca objetividad en los aspirantes de diferentes ciudades del país.

Tal pareciera que su intención se fundamenta única y exclusivamente en solucionar los problemas de la congestión mediante el aumento de vías vehiculares, lo cual en palabras del historiador del siglo pasado Lewis Mumford mencionaba que: “Aumentar el número de vías de una autopista para reducir la congestión vial, es como aflojar el cinturón para resolver la obesidad”. Y es efectivamente cierto.

Al generarse mayores espacios para los vehículos -como lo proponen los aspirantes- pues solamente resulta teniendo una alta acogida mediática a la solución, y explico por qué; el porqué de la respuesta se fundamenta principalmente en que se aumenta la oferta de espacio para que más y más carros quepan sobre ese lugar, sin mencionar que durante la etapa de construcción se tiende a incrementar el volumen vehicular y por ende al entrar en operación la infraestructura vial propuesta ya ha tenido una gran afectación en su capacidad.

Situación similar que se pudiera generar si desarrollamos espacios para los medios activos de transporte; espacios, entiéndanse como andenes y cicloinfraestructura digna de un usuario, que del mismo modo atraería más y más usuarios a sentirse en confianza para caminar y pedalear sin estar generando problemas de movilidad; por el contrario, haría una sociedad más saludable, feliz y contribuiría a generar un ambiente más sano. Que traducido en términos económicos la utilidad es bastante alta.

Claro que también existe la oportunidad de reasignar el recurso, que son esas altas sumas de dinero que requiere todas las etapas de los proyectos de infraestructura vial y destinarlos para fortalecer los Sistemas Estratégicos de Transporte Público. Y menciono esas altas sumas de dinero porque mas allá de la inversión en consultoría y obra, esto requiere de un mantenimiento durante el tiempo. En este sentido se puede hacer una mirada al interior de nuestras ciudades para ver el estado en el que se encuentran los diferentes corredores viales urbanos.

Aunque esto no resulte siendo muy populista para los candidatos, sí resulta siendo lo más acertado para los ciudadanos, en cuanto a que sus propuestas orientadas en invertir altas sumas de dinero en más y más vías, pues simplemente si resulta siendo esa estrategia demagógica para dominar a sus electores, ya que esto no es una propuesta de fiar para solucionar el problema de una manera integral y principalmente de bajo costo.

Sólo queda esperar a que llegue la hora de votar y elegir sobre el verdadero escenario que queremos como ciudadanos para la movilidad en nuestras ciudades, veamos ejemplos de Bogotá D.C; es una ciudad que se mantiene en constante construcción, vías, troncales, pavimentación, puentes y demás; y esta ciudad resulta perdiendo por causas de la congestión 600 billones de dólares al año 2022 (Caracol Radio, 2022), lo que es igual a la ganancia que obtuvo Tesla en el año 2020 (El País, 2021).

Siguenos en WhatsApp

Artículos Relacionados