Opinión

Deslealtad de moda

Deslealtad de moda

Por Carlos Alberto Estefan Upegui

exGobernador del Tolima

Ha venido desgranándose la mazorca de quienes fueron solidarios con el actual gobierno en Colombia y ahora lo han abandonado; desleales, oportunistas que se subieron al bus de la victoria y ahora no hallan que disculpa inventar para alistarse para las elecciones del 2026.

No tienen la fuerza de voluntad para acompañar un proyecto de largo aliento que con sus altibajos conlleve sacrificios.

Los que ocuparon cargos de importancia han hablado mal al retirarse y después de servirse de quien quiso hacerlos partícipes, lo cual sucede comunmente en los gobiernos, pero más grave en este cuya bandera es el cambio.

Otros, sin siquiera haber formado parte del Gobierno pero que simpatizaron con él se han “volteado” con argumentos que dejan ver la superficialidad de su “compromiso”. Ademas, han resuelto hablar mal con el fin perverso de hacerle daño  y sumarse a la moda de la deslealtad.

En el momento del triunfo mostraron una cara amable, pero ahora movidos por sus propios intereses, hacen críticas para congraciarse con la oposición.

“A rey muerto rey puesto”, o “muera el rey viva el rey”.

Nunca pierden y su consigna es todas las veces aprovecharse de la situación.

Los hay de todos los pelambres, desde exministros, congresistas, columnistas y gerentes, etc. La idea es estar siempre con el ganador.

Entre tanto, la lealtad es nobleza, honestidad, respeto y confianza, virtudes que por supuesto no practican.

Ser leal por conveniencia no es igual a serlo en momentos críticos.

Se dice que las victorias tienen muchos amigos, pero en circunstancias difíciles ninguno.

Cuando cambian los vientos viene la traición.

Acompañaron al ganador seducidos por el triunfo, fueron beneficiados con sus nombramientos en cargos importantes pero denigran porque “nada se olvida más rápido que un favor” decía Martin Luther King.

Polemizan ante el más mínimo error y hasta piden perdón en público dizque por haberse equivocado ayudándolo a elegir.

Se lavan las manos sin asumir responsabilidad alguna.

Son insolidarios ante las denuncias contra el Presidente, de las cuales nada podrá saberse realmente hasta que una sentencia en firme lo establezca y luego de un juicio justo.

“Los partidos y movimientos políticos con personería jurídica declarados en oposición ante el Gobierno, podrán ejercer libremente su función crítica y plantear y desarrollar alternativas políticas”, señala el Estatuto de Oposición.

Entonces, la recomendación para preservar el orden institucional y garantizar el libre ejercicio democrático debe ajustarse a los procedimientos, requisitos e instancias existentes para el efecto.

En lugar de irse a formar parte de la “Galería”, esa que grita e insulta; que no piensa ni razona, es fanática y agresiva.

El odio y la pasión de los desleales hacen perder la objetividad; aclaración válida para quienes vociferan sin ningún ánimo conciliador y que militan en causas contrarias al bien común.

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