Opinión
Declarando el –verdadero- enemigo
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Por: Jaime Eduardo Reyes
Umberto Eco en su ensayo Construir al enemigo afirma que tener un enemigo no sólo es importante para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo.
Leyendo a Eco me acuerdo de Hugo Chaves y sus enemigos, Estados Unidos y Colombia, también pienso en las enemistades de los dirigentes políticos de Colombia tanto locales y nacionales, y como no recordar la lucha de Bush contra el terrorismo.
A través de la historia, quienes lideran los pueblos han creado enemigos con el fin de unificar la gente alrededor de ellos. De esta forma se han justificado guerras y genocidios. Los enemigos en la política por lo general son las personas, otros dirigentes, ya que es más fácil odiar a alguien en particular.
En Colombia hay miles de ejemplos históricos de cómo los dirigentes permanentemente están creando enemigos. Crímenes de lesa humanidad, guerras y muchas atrocidades más han justificado la creación de enemigos. El ejemplo más claro es la violencia interpartidista, se odiaba al enemigo porque era de otro partido. Los liberales odiaban a los conservadores y viceversa. Totalmente absurdo cuando se mira hacia atrás.
Ahora bien, en ocasiones el enemigo existe pero está velado o metido en las sombras y el común de las personas no lo ven, o quienes lo ven se hacen de la vista ciega porque podrían llegar a obtener algún beneficio. En este caso lo que se debe hacer es declararlo.
En las ultimas décadas los grandes enemigos de la sociedad colombiana y de las instituciones han sido el narcotráfico, las Farc y la corrupción.
La guerra contra el narcotráfico (y el retorno de la mayoría de guerrillas a la vida civil) obligó a la nación a cambiar la constitución en 1991. Este enemigo está aun allí aunque no en las proporciones de la década de los noventa. Recientemente, después de 20 años de buscar terminar el conflicto con las Farc, todo parece indicar que este enemigo ya no lo será más.
Eco indica que es importante identificar y declarar al enemigo, con el narcotráfico y las Farc fue relativamente fácil establecer unidad en torno a un sistema de antivalores contrario al de la mayoría de los colombianos, sin embargo no ocurre lo mismo con la corrupción. Este fenómeno, por múltiples causas está incrustado en la personalidad de muchas personas. Sacarlo de allí no será fácil.
La lucha contra el narcotráfico y las guerrillas no le ha permitido a los colombianos declarar abiertamente la corrupción como uno de sus grandes enemigos, hasta ahora se está empezando a declarársele abiertamente y sin temor como un enemigo. Lideres que aspiran a ser presidentes de la República lo están haciendo; Sergio Fajardo, Martha Lucia Ramírez, Claudia López y Jorge Robledo entre varios.
La primera gran cruzada contra la corrupción es la propuesta por los congresistas del Partido Alianza Verde comandados por la senadora Claudia López, estos ya conformaron el comité promotor para la consulta nacional anticorrupción el cual busca recoger 5 millones de firmas validas para obligar al próximo congreso y al próximo gobierno nacional a adoptar medidas que cambie la dolorosa realidad que se vive en Colombia.
Ya es hora que se declaré a la corrupción como un verdadero enemigo, un enemigo de todos. No hay duda que la forma de declararle la guerra a este fenómenoes tomar conciencia de lo grave que éste es firmando y apoyando la iniciativa de la consulta nacional contra la corrupción.
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