Por Ricardo López Rivera Médico Universidad del Rosario.

Esta mañana escuchaba RCN radio y se invitaba a los radioescuchas a enviar cartas según la iniciativa ministerial llamada el “correo de la gratitud”, a militares que prestan servicio en esta navidad y que van a estar lejos de sus casas.

Que desazón saber que el día anterior se celebraba el Día del Médico y no se denotó dicha gratitud.

Y no sé qué pasa, no se agradece a los médicos (ni se conocen los nombres de quien te atiende). Se agradece más al cuidado de tu seguridad que a quienes te cuidamos en la enfermedad y en la salud.  Este sistema hizo que las personas no reconocieran a sus médicos. Se cree y piensa que quien te trata es una Empresa Promotora de Salud (EPS) o una Institución Prestadora de Salud (IPS) y no las personas del cuidado de la salud. ¡Todo es un derecho! ¡Ya nada es humano! El sentir, el querer, la condolencia; todo es un derecho. Debemos replantear este concepto. ¡No todo; son derechos! Existe la condolencia, el apostolado, la entrega el sacrificio. Muchos de nosotros fuimos formados en la entrega, en el servicio; y la recompensa era el reconocimiento.

E hizo carrera el desprestigiar a los médicos, el “bajarlos de su pedestal”, a esos endiosados; y así, poco a poco hemos perdido a los médicos; a nuestros médicos, a las personas que cuidamos al otro y poco a poco, hemos quedado conviviendo entre personas inhumanas que tratan a desconocer los deberes, que piden derechos y se dedican a faltar a la ética (v. g. nuestros padres de la patria, un fiscal que no renuncia; a todos los persiguen, se persiguen y así; se burlan de los valores, de la moral y de la ética). Se desconoce el sufrimiento, la condolencia, y se realiza la entrega por la obligación y el servir por la recompensa.

No nos reconocemos ni como humanos. No como seres sensibles. Y elevamos (más derechos) a la categoría de seres sintientes a los animales más que a nuestro prójimo.  Todo es en derecho. Debemos reconocernos, agradecer al otro, a la vida, sin recompensas, sin derechos; solamente con el valor, el sacrificio, la entrega, el cuidado y la condolencia.

No espero gratitud espero un cambio urgente hacia una sociedad más humana, más reconocida, y más ética.

Ricardo López Rivera

Médico  Universidad del Rosario.