Opinión

Alcalde Hurtado, a un paso de sepultar el Festival Folclórico Colombiano

Alcalde Hurtado, a un paso de sepultar el Festival Folclórico Colombiano

Lo del fracaso del Festival Folclórico Colombiano en la versión que acaba de pasar, estaba más que cantado.

Sí. Estaba cantado su fracaso a partir del momento que el Alcalde de Ibagué asume como organizador del Festival. El mal presagio asomó desde el instante que dejó en el abandono absoluto el lugar emblemático de esta fiesta, la Concha Acústica 'Garzón y Collazos'.

Y como si lo anterior fuera poco, le dio la ventolera de irse a Nueva York y después a Medellín a hacer el lanzamiento del Festival, cuando en 'Mi casa está de fiesta', se carecía de organización, no había qué ofrecer a la inmensa presencia de visitantes que cada año llegan a Ibagué con la avidez de disfrutar de una fiesta del folclor única en el país.

Lo cierto es que el alcalde Hurtado se fue a Nueva York y a Medellín no solo a perder el tiempo, sino a gastarse un dinero que resultó inoficioso. Anunció a los cuatro vientos que el periplo por Estados Unidos no era con dineros del erario, sin embargo, es la hora que la Alcaldía no ha entregado explicación de los costos que tuvo ese viaje.

Ahora bien, responsabilizar del desastre de lo ocurrido durante el desfile nacional a algún sector del público debido al mal comportamiento, entre ellos a quienes blandieron machetes y cuchillos, a los borrachos, a los que dejaron la basura tirada en las calles, y salir a pregonar que todo es por la falta de cultura ciudadana es querer romper la cuerda por el lado más débil. Tampoco.  

Una flamante exsecretaria de Cultura del gobierno Hurtado salió a reclamar que todo se debió a la falta de cultura ciudadana. Valga recordarle a esa exfuncionaria y a otros más que también esgrimieron tal argumento que el pueblo se comporta de acuerdo con lo que ve, encuentra y palpa (recomendación, leer la teoría de las ventanas rotas).

Una ciudad donde el Alcalde se la ha pasado todo su periodo de gobierno en función de decir mentiras, de ponerle trampas a la justicia, de permanecer inmerso en la politiquería (Hurtado, además de estar en campaña, está empecinado en dejar sucesora), de no saber qué rumbo darle a la administración, pues es apenas natural que haya ciudadanos que al notar el  desgobierno, terminen brindando un grotesco y vergonzoso espectáculo como quedó convertido el desfile Nacional del Folclor, uno de los eventos más esperados del Festival Folclórico Colombiano. La cultura ciudadana se construye a partir del buen ejemplo que den los gobernantes.

Entonces, que el desastre del Festival Folclórico Colombiano que recién acaba de pasar sea el campanazo de alerta para retomar esta trascendental fiesta y darle la importancia que representa desde lo cultural y económico para la ciudad y el departamento.

Mientras esta fiesta no tenga detrás una organización con la debida experticia, el Festival Folclórico Colombiano difícilmente volverá a levantar cabeza. Precisamente, la Corporación Folclórica Colombiana se creó con ese fin, de darle organización y realce a esta gran fiesta que es única, pues reúne en un solo festival toda la diversidad cultural del país.

Es el festival de festivales, pero aquí eso parece que aún no lo entienden, tal como acaba de acontecer con el Alcalde actual, que convirtió esta fiesta a su imagen y semejanza, la de la chabacanería y ordinariez. Prácticamente estuvo Hurtado a nada de ser el sepulturero de esta gran fiesta, pues trabajo si va a costar levantarlo después del desastroso espectáculo brindado.

Pero en su desmedido egocentrismo, el alcalde Hurtado se refugiará en unos medios nacionales y locales que por la pauta publicitaria no hacen más que ensalzarlo sin medir el grave daño que le causan a la ciudad.

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