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Historia del Cerro La Picota de Alvarado

Historia del Cerro La Picota de Alvarado

El Cerro La Picota entre los municipios de Alvarado y Venadillo.

Herman Rolando Troncoso tuvo la acertada iniciativa de recopilar la literatura existente sobre el Cerro La Picota, un lugar que los viajeros cuando transitan entre los municipios de Alvarado y Venadillo ven con asombro, pero que seguramente muchos de ellos desconocen su historia.

Herman acaba de hacer un trabajo valioso en el que recopiló información clave de distintos historiadores, entre ellos Mauricio Vila. Herman Troncoso cumple este trabajo desde hace 12 años. Ha publicado dos libros sobre la “historia de mi pueblo”, Venadillo. Esta es la historia sobre el emblemático Cerro La Picota.

“El Cerro la Picota se encuentra ubicado en el Municipio de Alvarado, su meseta se observa a la margen izquierda que conduce de Venadillo a Ibagué, se presenta como un verdadero patrimonio histórico natural, de él se cuentan muchos mitos y leyendas.

A pesar de no encontrarse en el territorio de Venadillo, si está muy cercano a sus límites y es por ello, la importancia para darlo a conocer como un verdadero corredor ecoturísticos, que podemos visitar vía terrestre y desde su cima divisar la majestuosidad de lo que fueron las tierras de Ibake. Hermosos paisajes de cultivos y bosques, también la desembocadura de los ríos Totare y la China.

La Picota se encuentra inmerso en la tierra del Capitán Pedro de Alvarado y de los Panches y Pantágoras, se erige imponente el Cerro de la Picota, un sitio natural de especial encanto que pone a volar la imaginación y como imán atrae a quienes lo miran.

Yace solitario como ermitaño mientras desde lo alto vigila a la población. Se puede observar desde la carretera central mostrando una imagen de volcán dormido, una característica que lo hace diferente a los demás es la forma achatada que se observa en la cima. Tiene una altura de 150 metros y de él se desprenden leyendas populares indígenas como la princesa que tenía su reino en lo más alto del cerro.

Se habla que alrededor de su planicie, se dio origen a la primera ciudad de Ibagué. allí residió el cacique o jefe Caima, vencido por Pedro de Alvarado. “Rudesindo Galvis lo habitó y construyó un elegante castillo en mármol traído del exterior. Cuando murió Galvis fue sepultado allí, pero más tarde sus restos los trasladaron a Bogotá”. Él construyó el Castillo para vivir allí y ocultar su enfermedad, razón por la cual muchos hablaran del Castillo de Juan sin culo. Cuentan que allí el diablo presidia reuniones, se hacían sesiones de espiritismo y se practicaba brujería y magia negra.

Según relatos históricos para el año de 1540, los habitantes de la región contaban que el cacique Tota, había disparado su cerbatana contra el príncipe Opia, y que el cadáver de este fue cargado por la princesa Buliara quien recorrió la llanura hasta caer muerta. Opia se convirtió en agua dando origen al río que lleva su nombre.

Buliara la perla de los Tolainas, se internó en las aguas de su amado. Muchos años después Fray de Santa Gertrudis encontró en Cayma a Tomás Gutiérrez, un mulato que tenía pacto con el diablo para sacar grandes cantidades de oro del río La China.

A principios del siglo pasado varias leyendas se tejieron alrededor del Castillo construido en la cima de la Popa, el cerro tutelar de Alvarado Tolima.

El Bugüeño Rudecindo Galvis aparece en la Picota. Galvis según la historia aparece como un hombre rico, generoso, excéntrico, que llego a residenciarse en Piedras en procura de un clima que le hiciera menos difícil soportar el asma crónica nervioso que padecía. Entre las propiedades adquiridas estaba el predio la Picota. En el Cerro edificó un castillo con el fin de convertirlo en un Panteón para su familia. Construyó varias tumbas en mármol blanco, tumbas que nunca fueron ocupadas.

Algunas de las estatuas las trajeron de Europa para adornar el Castillo; Baco, un Águila, Un asno y la representación de la muerte. Uno de los hijos de Rudecindo Galvis murió en Jamaica, el en Piedras en el año de 1861, su esposa en Bogotá, el Castillo desapareció. Existen muchos misterios sobre el Cerro la Popa, se desconoce quiénes llevan cirios, velones y ramos de flores que se encuentra cuando se sube al Cerro.

La Señora Rosa María Vila Camacho heredó las tierras de la Hacienda la Picota de su padre el General Escolástica Guillermo Vila Camacho y su Madre Celia Virginia Camacho. Rosa María caso con el Sr Alberto Camargo Quiñones que a su vez heredaron sus hijos Virginia, Leonor, Luis Eduardo, María Elena Lucía y Teresa Obdulia Camargo Vila.

En el documento se observa en la foto el Cerro la Picota y en la otra el señor Carlos Murillo sosteniendo un caballo y al fondo se observa el Cerro, foto tomada en la hacienda la China del señor Pablo Emilio Ramírez Pinzón, para los años de 1972 aproximadamente”.

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