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Dos motivos de felicidad para la UT

Dos motivos de felicidad para la UT

Sin duda esta semana ha sido de conquistas para la Universidad del Tolima (UT), tanto en el campo académico con el otorgamiento de la certificación de Alta Calidad educativa por parte del ministerio de Educación, como en la estabilidad estudiantil al anunciarse la decisión del gobernador Ricardo Orozco de matrícula cero para el semestre B. 

Consideramos que ambas conquistas son fruto de la lucha de todos los estamentos universitarios sin discriminación alguna, y que no es el momento de desconocer a nadie: estudiantes, docentes, trabajadores, funcionarios, directivas, el gobierno y dirigencia política. 

Sin embargo, es necesario reconocer que las luchas estudiantiles y universitarias han marcado más de 70 años de historia en este campus. El último hecho, los cinco estudiantes que realizaron una huelga de hambre presionando la matricula cero en tiempos de pandemia, donde pusieron en riesgo su integridad física por lograr este objetivo fundamental para los estudiantes de la universidad pública en los actuales momentos. 

Pero tampoco se puede desconocer la atención y la acogida que han tenido algunas de la iniciativas de las directivas universitarias y de los estudiantes, por parte del gobernador Ricardo Orozco.

 Pese a las diferencias conceptuales, políticas, ideológicas, incluso de metodologías de luchar, de pedir o exigir, el actual gobierno departamental, en nuestro criterio, ha estado abierto a la discusión y la búsqueda de soluciones a los ingentes problemas que tiene la Universidad del Tolima, como principal centro de enseñanza superior del departamento. 

Los dos logros obtenidos por la UT en esta semana, nos llenan de alegría. Por un lado, con la certificación de Alta Calidad educativa, nuestro centro de enseñanza superior se ubica en lugar privilegiado de reconocimiento nacional e internacional donde se exalta la labor de investigación y académica que viene trabajando desde años atrás, y que, hoy por fortuna, se logra tan anhelado objetivo, que ojalá pueda sostener por muchos años como muestra de la capacidad, intelectual, profesional, académica e investigativa de la UT. 

Por el otro, tenemos que la petición que estaban haciendo los estudiantes de gratuidad en la matrícula, se logró después de varios días de lucha, donde algunos de los dirigentes políticos tradicionales de la región, estuvieron de espaldas a la petición de los estudiantes; pero que en virtud al compromiso y trabajo que realizó el mandatario seccional se consiguió tan importante objetivo que beneficia a más de 20 mil estudiantes.

No obstante, de estos importantes alcances, al interior de la universidad, como ha sido siempre, se continúa librando una lucha por el poder administrativo y político del centro de enseñanza superior, donde no faltan las denuncias por supuestos malos manejos y contrataciones abultadas de personal en la universidad.

Pareciera que este es un estado natural del alma mater en todas las administraciones  bien sea de derecha, centro o izquierda. No falta el bochinche. 

Pero lo significativo en el momento, es que la UT obtuvo dos premios trascendentales que hasta el momento no había logrado: el primero la calificación de Alta Calidad educativa, y la matricula cero, que podría ser el principio de una lucha de largo aliento hacia la educación superior gratuita.

Y por el momento, los laureles y medallas son para el gobernador Ricardo Orozco y para el rector Omar Mejía.

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