Por Alejandro Hernández

El relleno sanitario La Miel se ha convertido en el florero de Llorente para quienes se oponen y quienes defienden su operación. La comunidad de Hacienda La Miel reclama su reubicación después de 20 años de funcionamiento, pero la empresa Interaseo SAS sostiene que el relleno cumple todos los requisitos de operación.

En diálogo con El Cronista.co, la gerente de Interaseo en el Tolima, Liliana Ciro Martínez, respondió a las reiteradas denuncias de la comunidad, que culpa al relleno sanitario por la contaminación de sus tierras y fuentes hídricas.

De acuerdo con la gerente, la comunidad sería la responsable de la contaminación, por los malos manejos de las aguas residuales que producen en sus viviendas. A su vez, remarcó que la falta de un sistema de alcantarillado sería la principal causa de contaminación en La Miel.

Pese al rechazo de la comunidad, Interaseo solicitó a Cortolima permiso para ampliar su funcionamiento hasta el año 2043. De lo contrario, la gerente advirtió que deberían llevar los residuos hasta otras ciudades del país, lo que aumentaría considerablemente la tarifa para los habitantes de Ibagué y otros 16 municipios del Tolima.

Así, Ibagué y el Tolima se encuentran ad portas de una crisis sanitaria. El relleno sanitario de La Miel inició su cuenta regresiva. Le queda capacidad apenas para tres meses. Antes de la posible crisis, la gerente habló de estos y otros temas polémicos relacionados con el relleno.

El Cronista.co: ¿Qué le están solicitando ustedes a Cortolima?

Gerente Interaseo: Lo que se está solicitando es la ampliación de la licencia que inicialmente se dio en 2004. Ampliación para dos vasos nuevos. Uno para una duración de 3.5 años y otra de 14.5 años. Así, el relleno sanitario podría funcionar 17 años más, aunque estamos haciendo un fuerte trabajo de separación en la fuente, por lo cual cada vez van a llegar menos residuos al relleno, y podría ser que se extienda la durabilidad del mismo.

EC: Sin embargo, la comunidad dice que a ustedes les dieron permiso solo por 20 años…

GI: En 2014, bajo la resolución 0927, se cambió la estimación de capacidad del relleno sanitario a capacidad remanente. Eso significa que antes se tenía estimado por durabilidad de tiempo, y ahora, teniendo en cuenta la eficiencia de la operación, se cambió a capacidad de espacio que tenga.

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EC: Más allá de si Cortolima aprueba o rechaza la ampliación, ¿Actualmente el relleno sanitario cuánta capacidad tiene disponible?

GI: Se estima la capacidad del vaso E, que es el que estamos utilizando actualmente, más o menos para 32.000 toneladas. Estamos recompactando, reacomodando residuos, con una operación milimétrica. Lo cual nos queda para traer residuos más o menos de tres a cuatro meses.

EC: ¿Y después de esto se podría presentar una emergencia sanitaria en Ibagué?

GI: Nuestro plan de contingencia nos dice que debemos tener habilitados y llevar a otros rellenos sanitarios, pero en Ibagué no tenemos por POT ningún otro lugar para disposición de residuos. Significa que nos toca ir a otros rellenos, que podrían ser Mondoñedo, en Cundinamarca, o en Pereira, Risaralda. Los sitios de disposición serán más lejanos y podrían presentarse retrasos en las frecuencias de recolección.

EC: ¿Y eso significa también que va a subir la tarifa final para los usuarios en Ibagué y el Tolima?

GI: Hay que tener en cuenta que el marco tarifario no lo establece Interaseo, sino la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA). Se tienen en cuenta gastos de combustible y peajes, que afectaría directamente la tarifa. Estamos hablando de que la tarifa, dependiendo del estrato, podría aumentar entre un 12 y 35 %. Como se actualizan las tarifas cada seis meses, el reflejo del incremento se verá en el primer semestre del 2025.

EC: ¿En este contexto qué representa el proyecto de ampliación que ustedes proponen?

GI: No solo representa continuar con la operación y gestión de residuos, desde el barrido hasta la disposición final, en el sitio más adecuado de Ibagué, sino también la continuidad del plan de manejo ambiental controlado. Cuando se escoge el sitio para un relleno no solo se tiene en cuenta el estudio de suelos, sino también el impacto ambiental.

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EC: Pero la comunidad de La Miel sostiene que el relleno sanitario tiene que ver con la contaminación de sus aguas y tierras…

GI: Definitivamente el relleno sanitario no tiene que ver con esto. Nosotros tenemos un plan de manejo ambiental, con informes y monitoreos que cumplimos periódicamente, los cuales demuestran que cumplimos con la mitigación de riesgos a la contaminación. Tenemos monitoreos de aire, de ruido, de agua, y todos los cumplimos.

EC: No obstante, la comunidad manifiesta que intentan cultivar su tierra, pero la contaminación lo impide…

GI: Cultivar es toda una ciencia. Hay que saber que, para el tipo de fruta o cualquier producto, se debe tener el suelo adecuado, el riego adecuado, los fertilizantes adecuados. En ese orden de ideas, no hay una afectación por parte del relleno a esas tierras, porque no afecta al suelo. La panorámica de La Miel deja ver tierra verde, árboles, plantaciones de arroz. Entonces no es un tema de contaminación, sino técnico al momento de cultivar.

EC: ¿Pero, ¿cómo podemos entonces entender los fuertes olores o aguas contaminadas que se ven en La Miel?

GI: El alcance de Interaseo es la correcta operación del relleno, no somos autoridad ambiental. Pero tendríamos que entrar a mirar que todo el sector de La Miel no tiene sistema de alcantarillado, entonces usan una técnica que son las fosas sépticas. Asumo que los 3.000 habitantes de La Miel deben tener algún control sobre los pozos, y tendrían que entrar a mirar con la autoridad ambiental si los pozos están contaminando los cultivos o las aguas. Esa podría ser la causa.

EC: ¿Es decir, que los problemas de contaminación u olores serían por falta de alcantarillado?

GI: Así es, completamente. Cuando hablamos de un asentamiento urbano, se deben garantizar los servicios públicos, incluso el alcantarillado, que es vital para el manejo de las aguas domésticas. Incluso, se puede ver en el acceso al relleno que hay varios canales de riego que pueden producir empozamiento de agua, lo cual atrae vectores o producir olores. Son varios factores como: canales de riego, malos controles en los cultivos, manejo de aguas domesticas con los pozos sépticos, entre otros.

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EC: ¿De acuerdo con esto, sería la misma comunidad la contaminante?

GI: Sin ser autoridad de control urbanístico, sabemos que esta zona es agrícola, pero el interés actual es que sea urbana, de viviendas campestres. Es un tema que tendrá que resolver el Municipio por POT. Sin embargo, es importante tener en cuenta que así sea agrícola o urbana, el relleno está aquí, y quienes estén interesados en que esto tenga otro tipo de asignación, deben ser conscientes de eso.

EC: La comunidad insiste en que quieren cultivar y no vender lotes, pero les toca por la contaminación de la tierra…

GI: Ese tipo de expresiones o especulaciones deben ser sustentadas. Cuando dicen que por el relleno no crecen los cultivos, deben hacer los estudios para ver los parámetros que impiden la productividad. Hay un estudio que demuestra que el parámetro más elevado en el suelo de La Miel son los coliformes totales, es decir, las aguas domésticas y no lixiviados.

EC: ¿Cortolima, sin embargo, les ha multado por procesos sancionatorios por contaminación de fuentes hídricas, es así?

GI: Los sancionatorios que tenemos surten un proceso donde se aportan pruebas, se analizan contextos, y después de todo eso, se toman las decisiones sobre si hubo o no una afectación. Es importante tener en cuenta que toda gestión de residuos tiene contingencias, que están guiadas por un plan de emergencias. También hay videos que no se tiene ni el día, ni la hora ni el lugar, para concluir que efectivamente es afectación nuestra.  

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EC: Ahora bien, la comunidad dice que les prometieron un parque industrial y no un basurero a cielo abierto…

GI: Esto es un relleno sanitario técnicamente operado, que mitiga todos los posibles impactos ambientales. Un basurero a cielo abierto definitivamente no es. Cuando hablamos de un parque industrial, no solo es tarea de Interaseo. Desde nuestras casas estamos llamados a hacer una separación en la fuente, para poder aprovecharlos. Tenemos una planta de clasificación, donde se tratan 15 toneladas diarias. De ese proceso salen algunas de las bolsas que se utilizan para la operación de barrido. Estamos orientados para cada vez aprovechar más residuos y tener que enterrar menos.

EC: ¿Entonces cómo se explica que se vea basura sobre la superficie del relleno?

GI: La norma nos dice que debemos tener hasta 3.000 metros cuadrados descubiertos, porque cuando recibimos el carro compactador tenemos que hacer unas actividades para garantizar que el talud quede conformado de acuerdo con los diseños que garantizan su estabilidad.

EC: ¿Es cierto que ustedes contaminan el acuífero del Tolima?

GI: Es totalmente falso. Tenemos monitoreos que sustentan que no contaminamos ni los cuerpos superficiales ni los subterráneos. Hay varios estudios que concluyen que no hay una causalidad directa de contaminación sobre el acuífero por parte del relleno sanitario. De hecho, este sitio fue escogido por POT, por los costos para la operación, y también por ser el de menos impacto ambiental para los acuíferos del Tolima y Gualanday.

EC: ¿Usted expone entonces que ha habido desinformación sobre la ampliación?

GI: Sí, ha habido desinformación por parte de algunos líderes de la comunidad, hay mucha especulación, y lo que queremos es dar a conocer la realidad del relleno. Detrás de esto pienso que hay intereses de que se valoricen las tierras, entre otros aspectos que puedan tener en el sector de Hacienda La Miel.

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EC: ¿Y sobre las denuncias de que ustedes ocultan información al respecto?

GI: Lo que pasó en la audiencia que se iba a realizar el 14 de agosto, es que todos los tomos e información están publicados en la página de Cortolima y sí eran públicos para toda persona. Esperamos que para la próxima audiencia pública del 4 de septiembre la comunidad verifique esa información para que podamos exponer todas las partes del proyecto.

EC: La preocupación también persiste por la tala de 9.000 árboles para la ampliación. ¿Es cierto?

GI: No necesariamente, son 8.937 árboles, entre ellos árboles ribereños o de maleza, pero por cada árbol que nosotros talemos, tenemos que sembrar 3. Eso no se hace en un sitio donde Interaseo diga, sino donde el Municipio nos indique que debemos hacer la siembra para reponerlos.

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EC: Sin embargo, los primeros 72 colonos sostienen que ellos llegaron primero que el relleno…

GI: En 2003, cuando terminó el estudio de viabilidad del relleno, y se escogió el sitio que hoy sigue teniendo una asignación agrícola, estaba determinado para las 70 familias. El resto de personas que han llegado después saben que el relleno está aquí, que por POT no hay ningún otro sitio. Todas las personas que han venido llegando tenían conocimiento del relleno.