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La nueva producción musical del libanense Orlando Rico

La nueva producción musical del libanense Orlando Rico

En la vereda La Aurora, zona rural del Líbano, nació el músico, productor, compositor e intérprete, Orlando Rico. La música llegó a su vida gracias a su padre, un humilde y laborioso carpintero que, entre varios objetos más, fabricaba guitarras.

Siempre apoyaron mi faceta musical, que venía de mi papá, a quien le gustaba tocar la guitarra y cantaba, pero nunca de manera profesional. Como mi padre las fabricaba, siempre había una guitarra a la mano; la tomaba, me iba para la parte baja de la casa, y comenzaba a tocar solo, a imitar las posiciones que él hacía, hasta que un día se dio cuenta y me empezó a explicar. Así inicié muy pequeño, tenía apenas cuatro o cinco años”, relata Orlando.

Cuando cumplió seis años llegó al casco urbano del Líbano junto a su familia. Su primaria la hizo en la tradicional escuela Gabriela Mistral, y la secundaria, en el también emblemático colegio Isidro Parra.

En su desbordante optimismo, Orlando cuenta que tuvo una infancia apacible y sencilla. En el barrio 20 de julio, sorprendió a sus vecinos con presentaciones de canto que les ofrecía desde la sala de su casa, cuando apenas era un niño.

En el colegio, Orlando era quien siempre amenizaba las izadas de bandera. Naturalmente, no tardó en participar en concursos infantiles de canto, de los cuales ganó varios. “En esa época había un movimiento cultural muy grande en el Líbano, dedicado a la música, al teatro, a las danzas, a la literatura, pero lastimosamente se perdió todo eso”, rememora con notorio sinsabor.

Y es que, para Orlando es motivo de orgullo haber nacido en el Líbano, municipio que en otrora fue el más próspero del Tolima. Fue epicentro cultural y productivo del departamento. De todo eso, poco y nada se conserva.

Ser del Líbano influenció mucho mi faceta artística, porque nosotros los libanenses tenemos la característica de querer sobresalir siempre en algo. Por eso hay tanta gente talentosa, tanto escritor, pintor, cantante. Es como si uno llevara ese peso de ser del Líbano; hay que demostrar, hay que ser bueno, hay que sacar la casta. No sé si le pase a la gente de otros municipios, pero nosotros tenemos esa carga”, expresa con satisfacción.

Orlando narra que en su adolescencia y juventud, en el Líbano, pese a ser un municipio, hubo hasta tres orquestas, que evidenciaban la riqueza cultural de esa población. Él hizo parte de ellas, y fue cuando además aprendió a tocar el bajo. Fue en ese momento que se convirtió en músico profesional. Después, se trasladó a Ibagué, donde se formó en el Conservatorio de Música del Tolima, e hizo parte del Grupo Oro, la orquesta local más famosa de ese momento.

Más adelante, el hijo del Líbano se fue a Bogotá. Con orgullo puede decir que hizo parte de importantes agrupaciones como la ‘Orquesta La Rebelión’,‘Orquesta Iván y sus Bam Band’ en su mejor época, ‘Orquesta Los Tupamaros’; ha compartido tarimas con artistas de la talla de Maelo Ruiz y Rey Ruiz; ha participado en presentaciones internacionales en México, Ecuador, Estados Unidos, y presentaciones nacionales en la Feria de Cali, el Festival de Blancos y Negros y el Carnaval de Barranquilla, entre otros escenarios.

La pandemia, una oportunidad

El covid-19 ha significado una tragedia para miles de personas, sin embargo, para Orlando Rico ha sido un trampolín que ha impulsado todavía más su carrera musical. Ese término “reinventarse”, que ha resultado una odisea para muchos en el último tiempo, para el nacido en el Líbano ha sido una gran oportunidad.

Mi poder de resiliencia es bueno. Siempre trato de sacar provecho de las circunstancias. Al no poder hacer eventos, me he dedicado a la producción. Me dediqué a hacer presentaciones virtuales, a dar serenatas virtuales, a producir más jingles. A parte de eso, compuse ‘Canta conmigo’, una canción para la pandemia, que después me sirvió pagar convocatorias del Tolima, del Quindío, del Ministerio de Cultura. Todo eso me ha dado ingresos buenos”, explica Orlando.

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Asimismo, en medio de la pandemia, a Orlando se le abrieron puertas en el mágico mundo de la radio. Todos los domingos, de 6:00 a 7:00 de la mañana, transmite ‘Caribe y Son’, un programa en el que reproduce salsas y boleros a través de la emisora Cristalina Estéreo.

No obstante, las dificultades de siempre continúan latentes. Orlando lamenta que los medios de comunicación no apoyen o difundan en mayor medida los géneros musicales impregnados de arte. “El reggaetón, o artistas de música popular, tienen un reconocimiento inmediato, los ponen a sonar por todas partes. Ahí la cosa es triste, porque la música como arte se acaba. Pasa a un plano más comercial y superficial, critica él.

Sonora Navideña

De cara a la época decembrina que se avecina, Orlando Rico lanzó una canción que compuso hace mucho tiempo, pero que, solo hasta ahora tuvo la oportunidad de estrenar. Se trata de Sonora Navideña, una canción bailable, que promete alegrar las festividades de las familias colombianas. El sencillo hace parte del disco ‘Orlando Rico y la Sonora, lo mejor de la música antillana’.

La situación ha cambiado, pero de todas maneras por estar encerrados la gente no deja de celebrar. A nosotros los colombianos se nos facilita la capacidad de adaptarnos. La vida continúa y hay que celebrar. Nosotros los artistas tenemos como función alegrar a los demás, de transmitir”, afirma el músico libanense.

Cabe mencionar que Orlando no solo produce música bailable, también se le da el vallenato, las baladas, el pop, el rock en español, la música andina y los boleros. Precisamente, se está preparando para el próximo Festival de Boleros de Popayán. Es decir, aquél niño que aprendió a tocar la guitarra en la vereda La Aurora del Líbano, se convirtió en un artista integral.

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