Jhoan Manuel Gómez, es un adolescente de tan solo 12 años, estudiante de séptimo de grado del colegio German Pardo de Ibagué, que dejo el fútbol y los videos juegos para dedicarse a preparar un buen café.

A su edad, en lugar de jugar con sus amigos, ir al cine o practicar cualquier actividad lúdica, Jhoan, se dedicó a prepararse con el fin de participar en el primer Campeonato Nacional de Baristas Kids, que se llevó a cabo en la ciudad de Bogotá, donde ocupó el primer puesto entre siete participantes seleccionados.  

Pero los proyectos de nuestro novel barista, a demás, de ser el mejor de Colombia en su profesión, es tener su propio negocio y dedicarse de lleno a un arte que hasta ahora comienza a explorar.

Otro de los propósitos es llamar la atención de muchos niños de su edad para que se interesen un poco y empiecen a crear cultura de un producto tan importante para nuestra economía como el café.  Nunca se pasó por la mente de Jhoan ocupar ese primer puesto, pero con la ayuda de su Couch  quien en este caso es su hermano, Edward Gómez, que cuenta con experiencia en esta profesión, cumplió este primer sueño, dejando en alto no solo el apellido de su familia sino también el de la capital Musical de Colombia.

El barismo, un arte con olor y aromas de café, que no simplemente consiste en atender bien una cafetería y ofrecer un buen servicio; detrás de ello, hay una historia y una técnica que supo canalizar un Ibaguereño de tan solo 12 años, que dedica gran parte de su tiempo a conocer los secretos del café y a practicar el famoso arte latte. Se considera barista al profesional especializado en preperar expresos y capuchinos.

Fuera de la calidad del grano de café, el barista necesita de habilidades para hacer que la bebida que disfrutamos sea buena o no. “Una persona que no sabe de café puede echarlo a perder. Y, por otro lado, un mal café puede mejorar cuando un buen barista lo prepara. Esto es porque sabe cómo obtener lo mejor del grano”, señalan expertos como   el mexicano José Arreola, un conocido representante del Comité de Certificación de Jueces de la Competencia Mundial de Baristas.

Las reglas a seguir

Los manuales de los baristas, preparados por expertos internacionales, entre las reglas que se deben seguir para preparar una buena bebida, se deben cumplir, entre otras las siguientes normas:  moler el café. Para eso, debe graduar el molino de acuerdo al tipo de grano que vaya a utilizar.

Luego, lo molido se coloca en un porta filtro. Después se nivela y, acto seguido, se compacta. Ambas cosas tienen que hacerse de la manera más pareja posible.

Lo siguiente es colocar el filtro en la máquina e inmediatamente hacer la filtración, donde el barista debe tener la destreza para saber cuando el café llega a su máxima expresión. Finalmente, se sirve. Y si ha preparado un capuchino, la leche también le sirve para decorar la taza y crear diseños.

Los instrumentos

Los elementos necesarios para preparar un buen café son:

Máquina: Es importante una máquina que te da una cierta temperatura y presión.

Molino: Lo único que diferencia una extracción de otra es el grado del molino.

Mezcla: Qué mezcla se está utilizando, qué grano de café, de dónde viene, qué origen tiene, cómo está tostado, cuánto tiempo tiene desde que se tostó, etc. Este punto es considerado fundamental para la preparación del café.

Mano: Entrenamiento, conocimiento, práctica y el mantenimiento que se le da a la máquina.

Dentro del argot de los baristas, estos instrumentos de trabajo los llaman las Cuatro M.

Pero lo fundamental en este arte u oficio, es el amor, la pasión, habilidad y destreza que tenga cada barista que es único y personal. Nadie le puede ayudar a tener estas condiciones.