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¿Qué están haciendo para promover la lectura?

¿Qué están haciendo para promover la lectura?

Hace pocos días fui invitado por la Biblioteca Nacional de Colombia para moderar en el Tolima el programa Escritores en las bibliotecas. La idea del programa es promover la lectura acercando los escritores a la gente. Bibliotecarios de todos los municipios del Tolima tuvieron la oportunidad de conversar con Adelaida Fernández, una caleña que ganó el Premio de novela Casa de las Américas 2015 con su obra La hoguera lame mi piel con cariño de perro, que fue publicada en 2017 por Seix Barral bajo el título Afuera crece un mundo. 

Fernández Ochoa narra el mundo de Feliciana, la criada reseñada en María, la novela de Jorge Isaacs. La rescata con su verdadera voz, con su verdadero nombre: Nay de Gambia, y cuenta la historia desde la voz de una mujer negra, esclava, que busca la libertad,  que para ella no es otra cosa que el regreso a su tierra. Adelaida Fernández es considerada hoy por hoy, una de las mejores escritoras colombianas.  

El programa tuvo una amplia acogida y miles de personas en el Tolima se conectaron a una conversación que nos permitió acercarnos a otros mundos, a otras voces. El gobierno nacional está promoviendo la lectura a través de diversos programas y el fortalecimiento de algunas bibliotecas. Sin embargo, me pregunto, ¿qué están haciendo en Ibagué y en el Tolima para promover la lectura en el sistema educativo? 

Hoy más que nunca es necesario integrar la lectura y la escritura a la vida cotidiana de los tolimenses. Leer y escribir son requisitos indispensables para la participación ciudadana y para el desarrollo de una sociedad democrática e igualitaria. Una persona que se ha formado como lectora, alcanza mayores niveles de desarrollo intelectual y un mejor conocimiento del mundo; por lo tanto, tiene mejores oportunidades laborales, puede aspirar a mejores ingresos, y tiene una mayor posibilidad de participar en la vida social y cultural de su comunidad. Los libros y la lectura son la puerta de entrada a la tolerancia y al respeto. Encontrar la diversidad cultural a través de los libros, los enfrenta a otras maneras de ver el mundo y les permite construir un pensamiento crítico. 

La tarea la desarrollan de manera silenciosa los profesores y los bibliotecarios pero… ¿y los libros? ¿Estamos fortaleciendo nuestras bibliotecas? ¿Cuántos libros han comprado los gobiernos en los últimos años para dotar a las bibliotecas escolares y municipales? ¿En tiempos de pandemia, estamos difundiendo la literatura y los autores colombianos en libros digitales que son más económicos, aprovechando la penetración de celulares y computadores y tabletas en las instituciones educativas?

Alguna vez, un rector me dijo que no necesitaban libros sino computadores y tabletas. Los aparatos no son suficientes, se requieren contenidos. ¿Los estamos adquiriendo? Los resultados de las pruebas Saber para el departamento y el municipio son pobres en términos de lectoescritura. No es algo sólo del Tolima. En Colombia, los niveles son demasiado bajos: más del 60% obtienen resultados mínimos e insatisfactorios en lenguaje, según el ICFES. Estamos llenos de jóvenes analfabetas funcionales, es decir, que son incapaces de usar la lectura de forma eficiente para solucionar las situaciones habituales de la vida. 

Los gobiernos departamental y municipal deben hacer un esfuerzo y plantearse la lectura como elemento clave para mejorar la calidad de la educación. Es necesario acercarse a los autores colombianos, a los libros digitales o impresos, fortalecer las bibliotecas no sólo con programas y actividades culturales, muy importantes por cierto, sino también con libros y que los docentes encuentren en sus propias bibliotecas un verdadero motor de la educación.

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