El Municipio  y el Departamento como tal, le corresponde la prestación de los servicios públicos básicos,  salud,  educación, vivienda digna,  priorizar y construir las obras que demande el progreso local y regional, ordenar el desarrollo de su territorio, organizar la participación comunitaria y el mejoramiento social y cultural de sus habitantes promoviendo políticas en pro del bienestar y de la calidad de vida en su territorio, y como entidades territoriales y articuladas  en alianzas estratégicas será escenario idóneo, en donde se debe poner en práctica los postulados constitucionales de la acción estatal, la  democracia participativa, la  planeación del desarrollo y la participación comunitaria. En síntesis, pensar globalmente y actuar territorialmente es el resumen de las abundantes interpretaciones sobre el protagónico rol de las regiones en la dinámica global. 

En los fundamentos y principios de los  modelos del desarrollo nacional, departamental y  municipal se conceptúa  que la calidad de las instituciones y la participación comunitaria inciden fuertemente en el crecimiento, el desarrollo y el bienestar de las entidades territoriales, por lo tanto 
los mandatarios deben tener los pies en la tierra, estar más conectados con el constituyente primario, que los escogió en una competencia en  democracia, para que gobernaran con capacidad,  idoneidad, humildad,  sin arrogancia  y en contacto permanente con su comunidad, logrando una diáfana  gobernabilidad en interacción con su entorno natural  y los  pobladores, para tener ciudades y pueblos más incluyentes en una sociedad más justa e igualitaria.

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Después de la Pandemia el mundo  y la sociedad va a cambiar para bien y, hay que ser más solidarios, obrar en justicia, relacionarnos mejor y con la educación ambiental debemos proteger nuestros recursos naturales, el agua, la biodiversidad y el ecosistema, para bien de las actuales generaciones y las que siguen llegando.

Ahora, que los mandatarios llevan un poco más de cien días de su gestión y en tiempos de la pandemia globalizada y después de que se supere la emergencia sanitaria;   nos corresponde como ciudadanos procurar que en  los planes de desarrollo, se prioricen las inversiones y que los recursos sean manejados y orientados  con transparencia por  los Alcades y Concejales,  en lo que hace relación  del ámbito municipal y los Gobernadores y Diputados, que son del orden  departamental y, se debe  hacer con  responsabilidad de acuerdo a las normas jurídicas vigentes, la  democracia  participativa y los instrumento, como la rendición de cuentas, cabildos abiertos, veedurías ciudadanas y con  el acompañamiento de todos los organismos de control. 

Para tal efecto se debe dar cumplimiento a la Ley 1909 de Julio 9 de 2018 "Por medio de la cual se Adoptan el Estatuto de la Oposición Política y algunos Derechos a las Organizaciones Políticas Independientes", actuando libremente,  pensando en  el bienestar general de la  jurisdicción territorial, con el fin de que se  haga un adecuado manejo de los recursos públicos y así se  brinden más  oportunidades de empleo, mejor gestión territorial, mayor bienestar socioeconómico, el desarrollo sostenible y hoy más que nunca se necesita que en el país real haya una verdadera  descentralización  política, administrativa y fiscal que sea una realidad para poder combatir  las consecuencias de la pandemia mundial y  dentro de la esfera de las relaciones entre el hombre y la naturaleza.