Por: Martha Alfonso
*Representante a la Cámara por el Tolima

En el más reciente informe sobre inseguridad alimentaria en Colombia, nuevamente el resultado para el Tolima es lamentable: es el departamento del centro del país con el porcentaje más alto de inseguridad alimentaria moderada o grave, por encima del 30%.

La preocupación por no tener suficientes alimentos para comer en el Tolima pasó de 40.8 a 50.2, es decir, un crecimiento de casi diez puntos porcentuales.

El Tolima es el quinto departamento del país en el que se consume menor variedad de alimentos en los hogares, y es el cuarto departamento del país con el mayor porcentaje de hogares en los que sus integrantes no pudieron consumir alimentos saludables ni nutritivos.

En otras palabras, en el Tolima se come poco y se come mal. Mientras que en el promedio nacional el 20% de los hogares tuvo al menos un integrante de la familia que saltó una comida (dejó de comer una de las tres comidas), en el Tolima este porcentaje es de 21.2%. Más grave aún, mientras que en el promedio nacional entre 2022 y 2023 se presentó una reducción de hogares con esta situación, en el Tolima aumentó 4.5% los hogares con un integrante que no pudo comer tres veces al día.

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El informe también señala que entre 2022 y 2023, la inseguridad alimentaria se redujo de manera significativa en los hogares urbanos que fueron beneficiarios de subsidios (disminuyendo de 43.8% a 40.6% los hogares en esta condición).

En ese sentido, la Gobernación del Tolima y las administraciones municipales tienen un reto y una responsabilidad de alta importancia con las comunidades en los territorios y regiones de nuestro departamento y esperamos que en esta etapa final de aprobación de los planes territoriales de desarrollo, incluyan este tema para poder aunar esfuerzos con el gobierno nacional en la lucha contra el hambre que es uno de los pilares del Plan Nacional de Desarrollo del presidente Gustavo Petro.

La seguridad alimentaria está en peligro y es necesario tomar medidas operativas que pongan a trabajar de manera coordinada a las Secretarías de Desarrollo Agropecuario y sus oficinas pares en los municipios, a las de infraestructura y hábitat, las de desarrollo económico e inclusión social y poblacional tanto a nivel departamental como quienes desarrollan funciones en estos campos en los municipios.

La coyuntura nacional, analizada en el mismo informe, muestra que en otros departamentos sí ha sido posible poner en marcha planes y proyectos departamentales y locales para fortalecer y cuidar la soberanía alimentaria, base fundamental para el progreso y la paz de Colombia. Por ejemplo, muestra cómo Chocó y La Guajira, redujeron sus índices de inseguridad alimentaria en el último año.

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El departamento del Tolima tiene las condiciones necesarias para la producción de alimentos abundantes y de buena calidad. Si bien existen problemas que generan barreras para la comercialización de los alimentos, es hora de tomar este tema con la seriedad y responsabilidad necesarias.

Por eso venimos sumando todos los esfuerzos con la institucionalidad departamental, los entes descentralizados de carácter nacional con presencia en el Tolima y el sector privado, para impulsar la Mesa Departamental de Compras Públicas que contribuye a la comercialización de alimentos producidos por pequeños productores, pero falta articular esfuerzos con la nación para garantizar esfuerzos conjuntos en la producción y distribución de alimentos hacia las clases menos favorecidas del Tolima.

Me pongo en los zapatos de una familia que no tiene que darle de comer a sus hijos e hijas y se me parte el alma. Desde esta curul arreciaremos esfuerzos para seguir trabajando en este tema hasta que el gobierno nacional priorice nuestro departamento en su lucha contra el hambre.