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El adiós a los tapetes de rosa carmesí de Ibagué

El adiós a los tapetes de rosa carmesí de Ibagué

Por: Oscar Viña Pardo
Autor libro Recuerda que Nada es Personal


Los habitantes de Ibagué tienen dos fechas marcadas en su calendario: febrero-marzo y agosto-septiembre. Durante estas épocas, los Ocobos florecen en los barrios de la ciudad, recordándonos la belleza de contar con estos árboles que llenan de esperanza nuestro entorno.

El segundo semestre de 2023 trajo consigo un nuevo atractivo para la ciudad, gracias a la variante Ibagué-Bogotá. Más de 2 kilómetros de pavimento se cubrieron con un espectáculo de flores de colores rosa carmesí, púrpura y blanco. Durante ese tiempo, Ibagué parecía haberse sumergido en el final del otoño, ofreciendo a sus habitantes una experiencia de las cuatro estaciones en un solo lugar.

Según el inventario proporcionado por la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo de Ibagué en 2022, la ciudad albergaba 28,529 Ocobos, siendo la comuna nueve la zona que más contribuye a pintar la ciudad con estos árboles. Esta comuna incluye barrios emblemáticos como El Jordán, Topacio, Ciudadela Simón Bolívar y parte de El Salado, por mencionar solo algunos.

Mientras que los ibaguereños suelen destacar La Catedral y las principales avenidas de la ciudad, barrios como Cádiz, Belén y La Pola también se engalanan con los Ocobos, añadiendo atractivos arquitectónicos a la mezcla.

La historia de esta hermosa relación entre la ciudad y los Ocobos se remonta a 1940, cuando Aida Saavedra, exgobernadora del Tolima, junto con las Damas Rosadas, quedaron prendadas de estos árboles en uno de sus viajes a la desaparecida Armero. Según el cronista Camilo Pérez Salamanca, al llegar a Ibagué, esparcieron las semillas de los Ocobos en barrios como Belén, La Pola, Cádiz, el Parque El Centenario, avenida 5, la calle 37 y el barrio Interlake y el Centro, donde se encuentran los ejemplares más antiguos. 

Los Ocobos tienen un lugar especial en el corazón de los ibaguereños. Cada septiembre, se celebra un festival en su honor, fusionando dos elementos culturales clave. El "Ocobo de Oro" brinda la oportunidad de disfrutar de solistas, duetos, tríos, grupos vocales e instrumentales, infantiles, junior y adultos que rinden homenaje a los ritmos tradicionales.

La ruta de los Ocobos parece infinita, y las generaciones futuras tendrán el privilegio de contemplar los hermosos paisajes que se han convertido en un patrimonio de Ibagué. Desde la innumerable cantidad de fotos tomadas durante febrero, marzo, agosto y septiembre, queda claro que como ibaguereños nos sentimos afortunados de tener estos tapetes de rosa carmesí.

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