El periódico El Nuevo Herald pública este jueves 12 de enero una información en la que da cuenta de la restauración de una mansión en Pompeya, donde se ofrece una visión de la vida de la élite romana.

“Casi 2000 años después que las cenizas volcánicas del Vesubio destruyeron Pompeya, las fuentes fluyen y las plantas crecen de nuevo en esta opulenta mansión restaurada”, dice la noticia. Agrega que “Restaurar la emblemática Casa dei Vetti de Pompeya para devolverle su belleza original ha llevado 20 años, pero la casa reabrió finalmente al público el martes 10 de enero, informó el Parque Arqueológico de Pompeya. La mansión ofrece una visión de la vida de la élite romana”.

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“La Casa dei Vettii cuenta con un jardín con columnas rodeado por 18 columnas y repleto de esculturas, fuentes y vegetación, explicaron los responsables del parque. Se sustituyeron las tuberías de agua del jardín para que las fuentes volvieran a manar”.

Hay que recordar que el 24 de agosto del 79 D.C. (Siglo I), el volcán monte Vesubio sepultó a los habitantes de la ciudad romana de Pompeya. En la actualidad, en Nápoles, Italia, una de las actividades turísticas que más demanda tiene, es la excursión a Pompeya y el Vesubio. En ese viaje, los  visitantes tienen la oportunidad de conocer toda la historia alrededor de este hecho. En la visita los turistas encuentran los edificios hallados en las excavaciones a partir del siglo XVIII.

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2023: 38 años sin Armero

Este año se cumplen 38 años de la desaparición de Armero, y las ruinas que es el único vestigio que queda para la historia, hoy están a punto de desaparecer. Si no fuera por el trabajo, la dedicación y el compromiso de entender lo que significa su conservación por parte de algunas personas como el artista plástico Hernán Darío Nova, hace rato no había señal alguna de lo que allí ocurrió esa noche del 13 de noviembre de 1985.

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Esta noticia sobre Pompeya, llega en un momento clave para que se reflexione sobre qué hacer con las ruinas de Armero. O se dejan para que la maleza termine de devorarlas, o sea el mejor indicador de la desidia y falta de visión de la dirigencia regional. Nunca es tarde y aún se está a tiempo de recuperar las ruinas de Armero y convertir este sitio en un lugar de obligada visita. Si hoy en las condiciones que está, es muy concurrido, cómo sería si estuviera en mejores condiciones.