Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Opinión

Quintín Lame asusta en los Abechucos

Quintín Lame asusta en los Abechucos
Por: Víctor Sánchez

 

En Cancún  (México), se reúne durante esta semana  el COP13  para hablar sobre los acuerdos del Convenio sobre Diversidad Biológica y la Convención sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas ; líderes  indígenas y de movimientos sociales de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques  han manifestado  que esas  recomendaciones  no se pueden quedar en el aire,  que  tienen un derecho ancestral  sobre sus territorios  que deben ser respetados.

 

Loaní –Toi  en el municipio de Ortega (Tolima), cerca del cerro de los Abechucos, es un territorio sagrado donde   en el siglo pasado, el dirigente indígena Manuel  Quintín Lame reunió  en  una de sus famosas mingas  festivas  y adoctrinadoras al Gran Resguardo de Ortega y Chaparral y en trabajo colectivo fundó una  república chiquita  de aborígenes que reclamaban sus tierras  y luchaban contra los abusos y arbitrariedades, declarando los cabildos como centros de autoridad autónoma que hoy,  100 años después,  continúan reclamando sus herederos. El caserío de entonces fue arrasado y destruido con todo y parcelas en represión abierta  a las familias que allí se encontraron.

 

Hoy los  nietos y bisnietos  de esa Quintiniada,  más de ocho  comunidades indígenas,  se rebelan  e impiden,  desde hace más de un año, el acceso de una empresa petrolera. Denuncian,  que  incumplen los protocolos y contamina las aguas de los ríos  Cucuana y Tetuán y, por supuesto, afecta la siembra  de cultivos y la posibilidad de continuar abasteciéndose de agua limpia y de los frutos de la tierra. Argumentan además, lo que puede ver cualquier  persona que hoy visita este municipio, que  no encuentran por ningún lado el tal desarrollo ni el progreso prometido en más de 30 años de regalías petroleras.

 

A la pobre petrolera HOCOL, filial de la Houston Oil, la tiene  asustada  esta protesta pacífica y  no ha visto otro camino diferente que llamar a la policía. Cada semana  insiste ante  los Consejos de Seguridad pidiendo  auxilio  para reactivar  su operación en los campos cedidos por Ecopetrol.

 

Cuando los gobiernos del  mundo firman acuerdos vinculantes  para detener la temperatura del planeta, adoptan  agendas frente al cambio climático,  inician la transición hacia otras alternativas energéticas, plantean la  reducción  de manera   progresiva, de la producción y uso de hidrocarburos;  en nuestro territorio  se les da  la  bienvenida ,  les brindan  protección  a   empresas extranjeras que vienen a explotar nuestros recursos naturales, dejando miseria   y un entono destruido y contaminado.

 

Los ingredientes para preparar   la paz territorial que cocina el  Gobierno Nacional, no pueden ser la amenaza, la represión, y las dosis de dolor y sufrimiento de las comunidades y las personas que defienden con autonomía la tierra, los ríos y los montes sagrados. Se requieren  otras  recetas  para resolver los conflictos ambientales.

 

En los Estados Unidos  las autoridades oficiales suspenden  la construcción de un oleoducto que atravesaría el río Misuri y territorios sagrados, presionados por los reclamos de los indígenas Sioux  que aliados con granjeros y veteranos de la guerra, permanecen en  un campamento  exigiendo el retiro de  una petrolera en Dakota del Norte.

 

Los  doctores que dirigen los Consejos de Seguridad, saben de Leyes, conocen de historia y del  Derecho  de los Pueblos; los soldados y policías que juraron bandera tricolor y que hoy asisten  a esos Consejos , recuerdan  las clases de “ Pensamiento colombiano del siglo XX” en la Escuela Superior de Guerra, cuando hicieron los cursos para ascenso; y en esa lógica tienen claros  argumentos para  saber cual patria juraron defender y para decidir  quién es más criminal, si una petrolera que contamina las aguas y los suelos o los indígenas y campesinos que las defienden.

 

Estas son horas para recordar  y  volver a cantar las notas andinas del reconocido  compositor orteguno Pedro J. Ramos,  quien inspirado en la memoria  de resistencia popular  preguntaba en sus canciones  “Dígame porqué doctor …  si cuando Dios hizo el mundo a naides lo escrituró” y otra más  como el bambuco  “ Ora si entiendo porqué, hablan de rivolución ” o esta otra “Qué es Macondo me preguntan/ pon atención hijo mío/ es el petrolio perdido/ en manos del buen vecino ”, o esta  danza  hermosa de la tierra como es  “ Vivirás mi Tolima ”. Templemos los tiples, las guitarras y las tamboras, preparemos los cantos antes de que lleguen las tanquetas del  ESMAD a Ortega.

 

Siguenos en WhatsApp

Artículos Relacionados