Opinión

Los tres mosqueteros y sus enseñanzas

Los tres mosqueteros y sus enseñanzas

Por Óscar Viña Pardo Comunicador Social - Periodista

Se terminan 21 días de fiesta deportiva y los nuestros dejando todo en las carreteras de Francia nos permitieron vivir las dos caras de la moneda en una competencia donde uno de los favoritos terminará llevándose el trofeo mayor. En las tiendas de café del Tolima y Colombia en la mañana solo se hablaba de ciclismo, Egan Bernal, el líder hasta la etapa del viernes, también estará en nuestros comentarios  Nairo y Urán, tres mosqueteros que nos ponen a vibrar, a llorar.

La caja mágica de la televisión nos volvió a unir a través del discurso de la victoria, ese que manejamos de manera diaria en el país con un Nairo que nos hizo soñar con ese podio del jueves y como protagonista principal a un Egan Bernal que ya viste la camiseta amarilla luego de esa etapa sin error alguno de este viernes.  

Vamos  Bernal, vamos Nairo, vamos Rigo, vamos   nos devuelven el alma al cuerpo. Egan es campeón dice la mayoría de los medios de comunicación. Pero nos falta una etapa dura de 58 kilómetros. En las tiendas todos se abrazaban así no se conozcan, invitan la otra ronda de café, agua o gaseosa. Les entra la paseadora en los últimos kilómetros, regresan a su lugar, comentan ya con pecho de pavo y otra vez el mismo calvario de los últimos segundos aunque no existan los nervios de otras epocas.

Como buenos colombianos, el técnico deportivo que llevamos adentro nos permite hacer comentarios del CÓMO debía desarrollarse la carrera. Ya a Nairo Quintana le perdonaron de acuerdo a algunos pesimistas que no está hecho para ser grande. A Rigo se le sigue alabando la forma auténtica como habla.

Los técnicos, los compañeros de equipo, el clima, los medios hablan de cómo el Tour de Francia esta vez fue hecha para los colombianos, Egan el cundinamarques ya dejó su nombre plasmado en la historia, Egan puede vestir de amarillo y pintar las primeras páginas de los diarios del mundo deportivo este lunes. 

Rigoberto Urán, junto con Nairo y Egan Bernal nos hicieron vibrar, recordar de qué estamos hechos, olvidarnos de los problemas cotidianos y mejor aun de los conflictos políticos que nos dividen cada vez que trina alguno de los dos bandos en que estamos divididos como acaba de pasar con el famoso trino de Iván Cepeda donde ponen la imagen de Nairo Quintana hablando del díficil momento que vivimos frente a la muerte de 482 líderes sociales del país.

Al final, entendimos que Nairo Quintana, nuestro Nairo es un ser humano que puede equivocarse y sacar la casta cuando más lo atacan, que igual que James puede tener bajones o falta de oportunidades como le ocurre a la mayoría de los nuestros, pero que siempre desde que se quiera puede como el ave fénix, buscar alternativas que conduzcan al éxito como hoy lo hace Egan Bernal quien nos hace erizar la piel y cantar nuestro himno a todo pulmón.  

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