Opinión
Hurtado se opone a la construcción del viaducto de la glorieta de Mirolindo
Por: Humberto Leyton
Con su consabida arrogancia y el tono camorrero de plaza de mercado que lo caracteriza, el nefasto exalcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, recientemente publicó un video donde se opone a la construcción del viaducto de la glorieta de Mirolindo y explica las supuestas razones que tiene para ello.
La citada obra fue propuesta desde hace varios meses por la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz Vargas, y aceptada por la que funge como alcaldesa de la ciudad de Ibagué, Johana Aranda, en una reunión que sostuvieron el año pasado las dos mandatarias para definir la colaboración y la ayuda que prestaría la gobernación a la administración municipal. Allí, se acordó que el departamento asumiría la construcción del viaducto y de 11 polideportivos en la capital del Tolima, entre otras obras.
Para el desarrollo de la ciudad y para solucionar la congestión vehicular que se presenta permanentemente en la glorieta de Mirolindo, nada mejor que la construcción del viaducto. Esta solución que no solo serviría para mejorar la viabilidad de la comuna nueve, la más grande de Ibagué, localizada en el extremo sur-oriental de la capital del Tolima, donde tienen asiento zonas deportivas, clubes recreativos, la cárcel de Picaleña, la casa de la Moneda y un amplio sector residencial que en los últimos años ha crecido y sigue creciendo considerablemente.
Pero, además de esto, también servirá como un acicate para la descongestión de la avenida Pedro Tafur, toda la zona del Parque Deportivo, y mejor aún, facilitaría el tránsito entre el centro de la ciudad y el norte del departamento hacía la variante en las rutas Bogotá y occidente del país.
De tal manera, esta obra es necesaria para Ibagué y parte del Tolima, así no esté contemplada en el plan de movilidad o el POT (Plan de Ordenamiento Territorial), como lo dice el exalcalde Hurtado. Puede ser un proyecto que por descuido o cualquiera otra razón, lo hayan dejado por fuera de estas normas, pero es de suma necesidad e importancia para la movilidad de la ciudad y parte del departamento.
Pero si el lenguaje pendenciero y leguleyo de Hurtado le pone obstáculos jurídicos para la realización de la importante obra, también se podría decir que ninguna de las normas que cita prohíben hacer el viaducto. Esto obedece más a decisiones políticas que jurídicas. Basta con dictar o reformar un decreto, expedir un Acuerdo del Concejo y se encontraría la solución. No es cierto que el proyecto del viaducto sea irrealizable por razones normativas.
El proyecto de la gobernación ya se encuentra en la atapa de estudios y diseños, y será una realidad, no será el fantasmagórico puente de la 60.
Creemos que los socorridos argumentos que presenta el verdadero alcalde de Ibagué, obedecen más a motivos estratégicos de su campaña política a la gobernación y su hermana Carolina a la Cámara de Representantes. Es una forma de ponerle palos en la rueda para impedir una obra que le podría restar votos en su campaña, y que lo dejaría maltrecho al demostrarle que con planificación y sin cálculos politiqueros, se puede construir una obra de impacto vial y para mejora de la calidad de vida como el viaducto de Mirolindo. Este es el miedo y el temor que tiene el sibilino Hurtado.
De otra parte, con su insólita propuesta, el exalcalde quiere atenuar la caída en picada que ha sufrido su pupila en los últimos meses, por su ineficiente y nula labor administrativa. Ya la ciudadanía comprendió que la alcaldesa Aranda se dedica más al TikTok y al YouTube que a gobernar. Y esto también le resta votos a las aspiraciones del ególatra exalcalde.
Pero el inflado hurtado, también pretende que la gobernación le entregue 500 mil millones de pesos, que ésta recauda por impuestos de rodamiento y tasa ambiental, según el exfuncionario, para invertirlos en la recuperación de la malla vial de Ibagué. Nos preguntamos ¿Si no pudo construir el puente de la 60 que tenía un valor superior a los 40 mil millones, ahora aspira a que se le entreguen 500 mil para malgastarlos?
El video de Hurtado, también deja en claro que quien da las órdenes en la administración municipal de Ibagué es él. Ya le ordenó a la alcaldesa Aranda y a la oficina de Planeación Municipal oponerse a la construcción del viaducto de Mirolindo. Esperemos a ver en esta ocasión qué tan obedientes son estos funcionarios con su patrón.
De nuestra parte, consideramos que ningún exfuncionario con afanes politiqueros como el jefe del clan Hurtado, se debe oponer al desarrollo de Ibagué. Esta ciudad no es un potrero de Lérida, y eso debe quedar claro.
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