Opinión

¿Está deteriorado el tejido social de los ibaguereños?

¿Está deteriorado el tejido social de los ibaguereños?

La no construcción de los escenarios deportivos nos duele como ibaguereños, que en el autoestima colectivo sentimos no solo rabia sino impotencia con la ciudad, por múltiples razones que no incluye solo a los deportistas, sino a la sociedad en general que no se repara del golpe.

Los hoteleros realizaron inversiones importantes en el mejoramiento de su infraestructura para recibir a deportistas y sus comitivas. Muchos regresaron el dinero consignado con antelación a las ligas deportivas de otros departamentos porque cancelaron sus reservas. Pero los prestamos bancarios y demás se siguen pagando mes a mes. Créditos de libre inversión hasta por 5 años que no tuvieron ese salvamento económico que representaba tener ocupación al 100% y por ende la recuperación de la inversión en un 20% aproximadamente.

Los comerciantes aun hablan de las perdidas que tuvieron en la temporada. Muchos invirtieron en artículos alusivos a la fiesta deportiva, esos que se conservan en el inventario como elementos de difícil salida.  Sin contar a los propietarios de los locales o pequeños espacios en lugares estratégicos como el Parque Deportivo o el complejo deportivo de la 42. Quedaron en la calle.

El tejido social se construye y fortalece día a día de diferentes maneras. Una de ellas es a través de los símbolos identitarios como el parque deportivo, lugar que semana tras semana albergaba a muchas familias de la ciudad, no solo para hacer deporte, sino para compartir de momentos únicos como familia, unidad básica de interacción en esa construcción de tejido social.

A nivel deportivo, las perdidas son incalculables. De acuerdo a algunos estudios sociológicos tardaremos de 1 a 2 décadas para recuperarnos. 20 años para reconstruir lo poco que teníamos, en especial en disciplinas donde ya nos destacábamos como el patinaje, la halterofilia o el boxeo.  

Más allá del tiempo que se tome la justicia para llevar a los responsables a la cárcel, queremos es una solución rápida que conduzca a la construcción de los escenarios deportivos. Que se desentrabe esa maraña jurídica y administrativa que con el tiempo conducen a amilanar aun más el autoestima ibaguereño.

El alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo le pone el acelerador y somos testigos de su trabajo en pro de buscar alternativas que conduzcan por ejemplo, intervenir en el menor tiempo posible el complejo deportivo de la 42, ese que en cualquier momento puede darnos una sorpresa nefasta.

Señor Juan Manuel Santos, usted prometió los mejores juegos nacionales de los últimos tiempos. Tenga un acto de solidaridad con los ibaguereños y de las ordenes necesarias para que desde el gobierno central ayuden en la tragedia que vivimos y de la cual usted también es responsable. No se haga el de la vista gorda, ya vienen elecciones y nos necesitan. 

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