Opinión
El Monstruo de Génova: sobre la pedofilia en Colombia y el terror nocturno
Por Daniel León
Para conocer a un monstruo hay que mirarlo por dentro. Algo así como esa escena recurrente en la cual el niño teme que hay algo escondido en el armario, entonces tiene que ir papá o mamá a encender la luz y mostrarle que allí dentro no hay nada.
Con palabras dulces, decirle que todo va a estar bien, que puede ir a dormir tranquilo a la cama. Si uno no hace eso, el niño quedaría intranquilo toda la noche y las pesadillas no dejarían que conciliara el sueño.
En nuestro país pareciese que somos expertos en crearnos figuras terroríficas con apodos de villanos de alguna caricatura. Es común escuchar, con respecto a la reciente muerte de Luis Alfredo Garavito, apodado “el monstruo de Génova” o “la bestia”, que la mejor suerte era su muerte. Que desde hace mucho tiempo debía morir.
Y sí, individualmente, uno puede desearle lo peor a este sujeto. Pero como sociedad no podemos ser tan inocentes de creer que, matando pedófilos, la pedofilia se acaba. O los agresores sexuales. O incluso la violencia a cualquier niño. Cuando uno tiene un monstruo en el armario, que no deja dormir a los niños, tiene que entrar y sacarlo de allí. Preguntarse por él. Saber de dónde salió, aprender de él para saber cómo destruirlo.
Y aquí va mi preocupación. Si uno se pone a leer en periódicos y algunos artículos académicos sobre este sujeto, se va a encontrar con una gran cantidad de información sobre su perfil psicológico, su forma de “marcar” a sus víctimas, sus preferencias, y cualquier cantidad de cosas relacionada a la atrocidad de los crímenes.
Con toda esa información uno podría crearse un libreto para un capítulo al estilo C.S.I o una película de Marvel. Casi que tendemos a quedarnos en narrar con tono amarillento las cosas que cometió. Me preocupa que como sociedad solo nos ocupemos de eso. Que no abramos el armario para saber más de este monstruo y prefiramos crearnos películas de él.
En un análisis adelantado por Pinillos Seminaro (2015) relacionado con una aproximación neuropsicológica y legal respecto a este caso, señala:
“La consecuencia jurídica a imponer-Refiriéndose a la pena a Garavito-, en un estado social y democrático de derecho, debería ser una medida de seguridad, en el presente caso, la de internamiento en un centro especializado para su (…) Medida que puede cesar en el momento que se consiga su fin, la reinserción a la sociedad del interno por haber desaparecido la causa que motivó su imposición”.
(La pedofilia desde la perspectiva de la neurocriminología. Análisis del caso Garavito cubillos. Pág. 126)
Sé que seguramente, con esta afirmación, muchos se rasgarán las vestiduras y referirán, como alguna vez lo hizo el expresidente Duque: “Tengo profunda indignación con esa posibilidad de que esa bestia de Garavito salga de prisión. Ese es un bandido, un delincuente, una rata apestosa”[1]. Creo que esa posición de un líder de Estado lo único que hace es recordarnos la deuda que tenemos con respecto a nuestros niños, niñas y adolescentes, y no la valentía que pretende aparentar.
Solo para el año 2023, once mil ciento treinta y cinco (11.135) niños, niñas y adolescentes fueron ingresados a protección dentro del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar por motivo de violencia sexual ejercida hacia ellos[2]. De ese número, el 87% fueron niñas y el restante niños. Eso es casi el total de la población de un pueblo pequeño. ¡En un año!
Debemos sacar el terror del armario. Preguntarnos sobre los pedófilos: ¿Quién los crea? ¿solo son enfermedades mentales? ¿basta con matarlos? Más aún, debemos crear canales para que estas personas salgan a la luz y reciban ayuda. Que podamos detectar de manera efectiva y temprana los individuos que tengan esta enfermedad. Todo esto es urgente en la medida que, si seguimos haciendo películas de monstruos y dejándolos encerrados en el armario, las noches seguirán siendo terrores nocturnos para los más pequeños.
[1] Frase extraída de manifestación del expresidente Duque, realizada a medios de comunicación, a propósito de la presunta libertad de Garavito durante el año 2021.
[2] Cifras extraídas del observatorio de la niñez, ICBF. Filtrar por opción “ingresos PARD”. URL https://www.icbf.gov.co/bienestar/observatorio-bienestar-ninez/datos
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