En estos últimos días hubo dos hechos que coparon, y aún siguen llamando la atención en algunos sectores de Ibagué: la protesta realizada por residentes de 20 barrios de la comuna 9 debido a la falta de agua, y el anuncio del alcalde Andrés Hurtado, de dar inicio al proceso de licitación para construir la ‘gran megaobra’ del intercambiador vial de la calle 60 con 5ª.

Para desventura de la ciudad, el ‘sector’ de los precandidatos y candidatos (a) a la Alcaldía de Ibagué, hace mutis por el foro frente a estos dos trascendentales hechos. Se trata ni más ni menos del agua y la empresa que la suministra, el IBAL, lo mismo que una obra de infraestructura en la que se invertirán cuantiosos recursos, más de $50 mil millones.

El bloqueo de una arteria importante de la ciudad por espacio de seis horas realizado por residentes de 20 barrios de la comuna 9, no es un tema menor. Ahí estaría en germinación un inconformismo que podría extenderse a otros sitios de la ciudad. El problema en el suministro de agua en la ciudad cada día se agudiza más.

El IBAL, la empresa encargada de cumplir con ese vital servicio requiere un examen de fondo. Allí se vienen dando situaciones complejas, no de ahora sino desde hace  varios años. Lo que pasa es que en la actual administración las condiciones de la empresa han empeorado.

Recordemos que hace 24 años la alcaldía de Ibagué la decidió en buena medida el debate que se  suscitó cuando aparecieron vientos de privatización del IBAL. Hoy hay otra ciudad que en medio de un crecimiento desmesurado, requiere atención en cuanto al abastecimiento de agua, pues el otorgamiento de licencias hidrosanitarias sin ningún control ha llevado a una situación de no retorno.

Ante ese panorama, nada más oportuno que quienes pretenden tomar las riendas de la ciudad, asuman de una vez por todas el debate. Sin temores y desprendidos de cálculos políticos le digan a los ibaguereños cuáles son las propuestas que tienen frente al IBAL, la empresa insignia de la ciudad que desde años viene en crisis y que hoy se ha agudizado.

Seguir con paños de agua tibia no va a servir de nada, porque más temprano que tarde el problema explota. La solución es de fondo. No hacerlo, conllevaría a que cualquiera que sea el próximo alcalde, afronte riesgos serios en la gobernanza.

En el otro tema que se les reclama presencia deliberativa a los precandidatos y candidatos es con respecto a la polémica obra del intercambiador vial de la 60 con 5ª en la que en el actual Alcalde se ha empecinado.

 Están en la obligación de pronunciarse, de exigir mínimos compromisos a la actual administración sobre esta construcción, lo peor que le puede pasar a la ciudad es que la obra se ejecute y no solucione lo establecido en el propósito que se trazó. Ya hubo una mala experiencia con el puente del Éxito, entonces, porqué repetirla ahora con una obra que ha sido cuestionada por lo inoportuna. Hora de dejar a un lado los cálculos políticos, en ese sentido, tienen la palabra señores precandidatos y candidatos. Ibagué los escucha.

Henry Rengifo