Por: Humberto Leyton

Al inicio de su mandato el cuestionado y polémico exalcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, intentó pintar los símbolos y toda la ciudad de azul, en una obvia afrenta a nuestras insignias.

En aquella oportunidad embriagado por el triunfo y como un reconocimiento lambón al partido Conservador y a su entonces jefe, el senador Óscar Barreto, hoy traicionados por el nefasto Hurtado, quiso vestirnos a todos con el color de su divisa de entonces. Acordémonos que las graderías y camerinos del estadio Manuel Murillo Toro, el principal escenario deportivo del departamento, y los letreros de marca Ibagué, pintados con los colores de la bandera de Ibagué, fueron objeto de esta intentona de cambiarlos por el azul.

Hoy la señora sub-alcaldesa, utilizando como pretexto los colores de las flores de los ocobos, nos quiere cambiar los colores originales de la Navidad: rojo, verde y dorado, precisamente por los que ella utilizó en las banderas de su campaña y utiliza en los eventos públicos o privados que realiza como funcionaría pública.

Un ejemplo de esta situación es que las bancas y postes del alumbrado público de la carrera tercera han sido pintados de rosado, los arcos navideños que han instalado en la misma vía también con flores de este color, varios adornos y aplicaciones en la plaza de Bolívar, y figuras como Papá Noel y los Cascanueces, han recibido su buena dosis de rosado. Lo mismo ocurre en otros lugares donde se están instalando puntos del alumbrado navideño como la Plaza de Bolívar, los parques de La Música, El Salado y Ricaurte, las carreras Tercera y Quinta, calles 10 y 60, Panóptico, Centenario, Murillo Toro, el Parque Deportivo y La Samaria, entre otros.

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En estas condiciones, ni los bienes públicos se han escapado de la pintura rosada que identifica a la sub-alcaldesa Aranda, pese a existir leyes y sentencias que prohíbe utilizar estos escenarios para hacer proselitismo político así sea camuflado como lo presenta la administración municipal.     

Y pensar que este alumbrado que instala el municipio a través de Infibagué,  les costará a los contribuyentes más de dos mil millones de pesos.

El color rosado se ha convertido en una obsesión de Aranda. No sabemos por qué, hasta el momento, la señora no se ha pintado la dentadura de rosado para mostrarla en su eterna sonrisa en los videos de YouTube a que nos tiene acostumbrados.

No nos oponemos a que la sub-mandataria local tenga su color preferido, lo puede utilizar en todos sitios de su despacho y en todos los lugares de su casa, incluido el baño; lo que no puede es irrespetar una tradición como la Navidad para sustituir sus colores tradicionales como el rojo, verde y dorado, mezclándolo con un rosado que nada tiene que ver con las festividades de fin de año.

Se nos hace que es una intención planificada de la sub-alcaldesa de mantener viva su campaña política manteniendo su color predominante, exagerando con su utilización de la temporada navideña, avasallando con una tradición cristiana, especialmente católica de miles de años.

No hay derecho que, por los egos de una funcionaria, se atente contra un rito religioso que profesan en el mes final del año, el 90 por ciento de los colombianos, y en la misma medida los ibaguereños y tolimenses.

Como el alumbrado público de Navidad de 2024, en Ibagué estará marcado por el color rosa, y ante el delirio de la señora Aranda por este tono, le proponemos que encarne en vida propia el personaje de la Pantera Rosa, creado por el cineasta Blake Edwards y elaborado por el prestigioso animador Friz Freleng, así se le facilitará enarbolar su tonalidad en todos los lugares y en todos los eventos que realice o concurra.

La Pantera Rosa, podría ser el símbolo de la administración “Ibagué para todos”, aunque sabemos que es para unos pocos, pero de todas maneras el animalito o la mascota reúne algunas características que identifican a la mandataria local: es graciosa, es de color rosa, lo malo es que es muda, y la alcaldesa Aranda, habla mucho y hace poco.    

En fin, los ibaguereños tendremos un alumbrado navideño estilo Pantera Rosa.