Historias
Oscar Murillo Mojica, ahora con sello internacional
Óscar Murillo Mojica en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán en el momento de recibir el Premio de Periodismo ‘Álvaro Gómez Hurtado’.
Vinieron a Colombia en una labor de casa talentos, recogieron un montón de hojas de vida y a la hora de escoger, el Director de uno de los periódicos más importantes de Ecuador, diario El Expreso de Guayaquil, no dudo un instante en que el indicado era Óscar Fernando Murillo Mojica.
Sí, Óscar Murillo Mojica el mismo que 15 años atrás recorría las calles del Líbano y puerta a puerta vendía Voz Alternativa, el periódico que había fundado a los 16 años mientras cursaba el grado 11 en el Colegio Claret.
Sí, Óscar Murillo Mojica el mismo que trabajó hasta el pasado martes en el diario El Tiempo como subeditor de la Unidad Investigativa, y que este martes 3 de noviembre viaja a Guayaquil, Ecuador para asumir el cargo de editor de la Unidad Investigativa del Grupo Editorial Gráficos Nacional de Ecuador en el periódico El Expreso.
Haber sido seleccionado para ocupar un cargo de tal responsabilidad, a los 31 años de edad, como editor de investigaciones de un medio de comunicación internacional, en el caso de Óscar Murillo Mojica pasa por el talento, disciplina, vocación y personalidad que con distinción ha demostrado en su corta pero brillante carrera.
Allá por los tiempos del grado once en el colegio Claret de su natal Líbano, quizás era el único de la clase que tenía definido lo que quería ser: periodista. Y no fueron los sobresalientes nombres de periodistas y escritores libanenses como Germán Santamaría, Fernando Barrero, Román Medina y su tío José Alberto Mojica, quienes, como él, también dejaron huella en El Tiempo, los que influirían para que se inclinara por el periodismo. Recuerda que su acercamiento al ‘oficio más bello del mundo’ llegó en el colegio Claret por cuenta del profesor de sociales.
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Desde entonces, Óscar Murillo Mojica no ha parado en su intensidad de periodista voraz, de periodista incansable, de periodista agudo, de periodista total. Lleva apenas 10 años de ejercicio periodístico y parece que fueran 50.
Dice que todo empezó en el 2007, entonces muestra la fotografía del primer ejemplar de Voz Alternativa. “Este fue el periódico que fundé en mi pueblo, Líbano, Tolima, a los 16 años. Mi primera crónica, opinión, denuncias. Voz Alternativa analizaba lo que pasaba en el municipio. Me valió amenazas, pero me enamoré de esta profesión. En esta edición que les comparto hubo un reportaje del profesor José Gutiérrez González y una columna poderosa del profesor Gustavo Echeverry”, recuerda.
Pero también trae a la memoria la incertidumbre que lo sobrecogió después de recibir el grado de bachiller. ¿Y ahora qué?. Las posibilidades de continuar estudiando eran escasas en ese momento, pues había dificultades económicas, eran las épocas de una recesión económica fuerte y para acabar de completar, su abuelo, su ángel guardián, era una de las tantas víctimas del famoso engaño DMG.
Pero aparece el primer golpe de suerte: su tío, el también exitoso periodista, hoy editor Multimedia de El Tiempo, José Alberto Mojica le dice que le tiene el regalo de grado: “Como Ud lo único que quiere ser es periodista, entonces le voy a pagar el primer semestre en Inpahu”.
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Pensó en lo importante que es el primer ‘empujón’ y ese que le estaba dando el tío Beto no podía desaprovecharlo. Viajó a Bogotá y se matriculó en la carrera que siempre quiso. Del 2008 al 2012, fueron 4 años de estudio de noche y trabajo de día, y como la idea era tratar de vincularse desde temprano a un medio de comunicación, empezó cargando cables en Citytv. Apenas se graduó, por su consagración y responsabilidad demostrada, le dieron la oportunidad de que hiciera la práctica profesional.
Después de su paso por Citytv, el editor jefe de El Tiempo, Ernesto Cortés lo llevó para que trabajara en la sección Bogotá, allí se destacó por su olfato periodístico y empezó a sobresalir en el cubrimiento de hechos relacionados con temas judiciales y de orden público, pero sobre todo por su excelsa condición de narrador, esa experticia conseguida hizo que el director de El Tiempo, Andrés Mompotes se lo recomendara a Martha Soto, editora de la Unidad Investigativa para que fuera su subeditor.
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Llegar a tan temprana edad a una sección como la Unidad Investigativa del periódico más importante del país es un honor que tienen pocos, y esa responsabilidad se agiganta cuando esta sección fue la primera Unidad Investigativa de periodismo creada en Latinoamérica por tres grandes del periodismo investigativo: Daniel Samper Pizano, Alberto Donadío y Gerardo Reyes.
De los 7 años en El Tiempo, Óscar Murillo Mojica estuvo dos al lado de la experimentada Martha Soto en la Unidad Investigativa, donde además de sobresalir por investigaciones de gran calado, contó historias de factura macondiana ceñidas en una prosa profunda, que como él también la define, es el resultado de una “pluma ansiosa, con una escritura afinada, entonada y atrevida, capaz de ponerle tilde a una coma”.
Este jueves, cuando lo llamamos, el joven periodista Óscar Murillo Mojica estaba empacando la maleta, una maleta repleta de sueños, de más conquistas, de más periodismo que sirva, que ayude, de sumar más premios sin buscarlos y sin quererlos, pero que llegan porque la calidad los hace merecedores.
Por lo pronto, sus alumnos de periodismo en Uninpahu sentirán su ausencia de profesor con sentido, y algo parecido lo sentirá toda su familia y amigos en el Líbano, así como en la redacción de El Tiempo, pero Óscar Murillo Mojica no se detiene en su ímpetu e intensidad de hacer lo que más le gusta, pero hacerlo bien, y esa es la tarea que ahora va a continuar en Ecuador, y después desde cualquier otro lugar del mundo.
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