[LetraCapital Letra="E"]n la música andina colombiana hay una hermosa obra que le hace reverencia al paisaje florecido por los cámbulos y gualandayes, su letra nos describe que “son orgullo de la tierra y son la alegría del paisaje “, es posible que pocos recuerden el nombre del autor de esos versos pero las voces y acordes de los duetos emblemáticos del Tolima, reconocidos por muchos, nos traen a la memoria “Que unos son conservadores y los otros son liberales”.

En el año dos mil, cuando Ibagué cumplió 450 años, se nos ocurrió a varias personas que había que celebrar, y con el escritor Benhur Sánchez, el apoyo de Carmen Inés Cruz, alcaldesa en esos tiempos y un combo de amigos y amigas, se convocó al primer encuentro nacional de poetas y narradores.

Hubo exposición de fotografías del Foto club, lecturas de poesía en las universidades y en la plazoleta y la biblioteca Darío Echandía. Se expidió un decreto declarando el ocobo árbol insignia de la ciudad y la institucionalización del evento por parte de la Alcaldía. Se esperó varios años que se hiciera realidad tanta belleza, solo el esfuerzo y la perseverancia de algunos cultores, ha permitido mantener, un evento que le hace culto cada año a la florescencia natural de las especies arbóreas de nuestros bosques tropicales; en especial a los ocobos sembrados en las zonas verdes, según algunos cronistas, por la motivación y promoción de un grupo de benerables damas ibaguereñas.

Es probable que una canción, con esa inspiración mágica y poética que nos brinda el entorno, guardada en el inconsciente colectivo haya hecho posible mantener esa reverencia y ese aprecio por el paisaje, manifestada en la determinación de sembrar y cuidar estos árboles, para que los jóvenes que hoy viven en Ibagué, le cuenten al mundo con orgullo por las redes sociales : “ Que viven en una ciudad donde no llueve nieve sino flores ”.

Cuando se pensó en bautizar al recién nacido, hace más de once años, como un evento nacional; que al igual que por su música y sus ocobos florecidos, brindara también desde las artes literarias, elementos de identidad y reconocimiento a los habitantes de la ciudad; se decidió darle el crédito no solo a los ocobos, sino también a los cámbulos, a los gualandayes y a todas las demás especies de plantas que florecen.

Ibagué en Flor desde entonces se realiza sin interrupciones. Cada año, trae en la última semana del mes de septiembre el Paseo poético por la carrera Tercera, lecturas a cielo abierto en la plazoleta Darío Echandía, conferencias y conversatorios con los más destacados escritoras y escritores del país, jornadas en las escuelas y colegios “Mientras más leo, más veo”, el Concurso Literario Departamental, el Salón de Artistas tolimenses y este año dará a luz otra hija: La Feria del libro ciudad de Ibagué.

Esta semana desde el lunes 26 de septiembre al sábado 1 de octubre, nos vamos a tropezar con unos versos por la paz, colgados en la Tercera, o nos cruzaremos con una bandada de poetas que van de colegios a escuelas y bibliotecas rurales, leyendo en voz alta, o podremos abrir un libro en la Feria y conversar con algún autor desconocido, escuchar una conferencia, o asistir la exposición de pintura.

Es una oportunidad para asistir a una programación de más de cincuenta eventos abiertos y gratuitos por toda la ciudad, con la poética, la narrativa y la imaginación creativa tanto de los autores del Tolima como del país; para vivir, sentir y disfrutar de la florescencia cultural de esta tierra, inspirada en los colores diversos de nuestra flora silvestre y tropical.

(Consulte los detalles de la programación en WWW.CORCULTURA.CO)

Fotos: Mario Escobar