Lisandro Andrés Cárdenas Carrero no es un cura cualquiera, es un hombre con el don de la palabra, con el don de la sanación, y esas cualidades especiales hacen que peregrinos de todas partes del mundo vayan hasta Rioblanco, un municipio enclavado en la cordillera central del sur del Tolima a buscarlo. 

Acá no se trata de una palabra tuya bastará para sanarlo, se trata de un proceso donde la misa de más de 3 horas cuando celebra la eucaristía se convierte en un momento mágico; las romerías de personas de Argentina, España, o para no ir muy lejos de Bucaramanga, Planadas, Ibagué, Bogotá o Popayán, permiten que este territorio tenga una dinámica diferente los fines de semana cuando los hoteles y hostales llegan a una ocupación del 85 al 90%. 

Cárdenas Carrero es sacerdote católico diocesano, doctor en Pensamiento Complejo, magister en Investigación Integrativa, especialista en Ciencias de la Complejidad y licenciado en Filosofía, pero quizás el título que más le gusta es el de ser un pastor que quiere cuidar el rebaño. 

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El sanador de multitudes dice en su libro Alimento, Medicina y Vida que no hay mejor oración, y no hay mejor exorcismo que la sanidad de vida. Todo se resume en que Cristo es el Señor de mi vida no soy yo sino EL. 

En su despacho parroquial hay un cronograma de visitas veredales, algunas a seis horas en el UAZ desde el casco urbano, esos peregrinajes lo alimentan, lo emocionan, no hay invierno que lo pare, por el contrario, lo ánima a seguir con sus compromisos de visitar a todos los feligreses sin importar donde se encuentren.

En uno de los videos publicados por Sentipensante TV, se aprecian las condiciones del terreno, caminos de herraduras donde el cura y su comitiva deben muchas veces bajarse para continuar en mula, la idea es llevar la palabra de Dios a todos los rincones del municipio sin importar la variación de culturas, respeta mucho esa pluriculturalidad y se enfoca en un viaje metafísico donde cabemos todos, dijo Cárdenas a El Cronista.co.

Al preguntarle por su don de sanación nos remite un poco al libro El Enfermo y la Enfermedad Mental, en su prefacio indica que el paciente debe ser asumido como un sujeto y no como un objeto, y en este la comprensión de su condición humana, esperando comprender la dimensión antro poética de su dolencia. 

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Cárdenas fue párroco en Gualanday hasta febrero de este año, fue reconocido como el sacerdote que hace milagros y exorcismos en el Tolima y en ese punto central pasaba lo mismo que ahora ocurre en Rioblanco, la gente lo sigue, le cree y su poder en la oración se convierte en el arma más poderosa que tiene. 

“Dame tu fuerza para no dejarme vencer por las dificultades de la vida. Aparta todo aquello que no me permite estar equilibrado en tu amor”. Dice el cura que está feliz porque ya es viernes y recibirá a los feligreses con el mismo entusiasmo como cuando dio por primera vez la liturgia. 

Andrés Cárdenas tiene la fortuna de tener a su papá vivo, un hombre generoso que donó una hectárea de tierra para la construcción de un ancianato, un lugar donde caben todos los adultos mayores del sur del Tolima que hayan sido abandonados o que requieren de otras personas de la misma edad para compartir los últimos tiempos. Y su corazón se hincha de alegría, porque Dios le da esa gracia de estar cerca de él, dice, haciendo lo que le gusta, sirviendo a los demás. 

Al preguntar sobre el sostenimiento del lugar de los adultos mayores, no tiene duda en que nunca le faltarán los recursos para hacerlo, su fe es poderosa, “gracias por las bendiciones que en este momento derramas sobre mí. Te amo y acepto con amor todo lo que hoy estés dispuesto a darme.” 

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Hace parte además del grupo motor del centro de avistamiento de aves migratorias que llegan desde Canadá y Estados Unidos de América, y es en Rioblanco, Planada, San Antonio esos lugares donde se mostrará esa riqueza biológica y de las condiciones ecológicas con las que cuentan, acciones que conducen no solo a tener ornitólogos o amantes de los pájaros, es la posibilidad de contar con científicos de diferentes lugares que ayuden a estudiar las aves y a ser embajadores de un tierra que tiene mucho potencial paisajístico.

La feligreses esperan afuera, su generosidad con el Cronista.co la agradecemos, su energía y vitalidad están presentes a todo momento y solo esperamos que como lo expresa, sus pensamientos y acciones siempre estén centradas en Dios, al que alaba a cada segundo, porque dice, de él vienen las fuerzas para ser feliz.