Funcionarios, docentes y estudiantes de la Universidad de Ibagué vuelven al campus. Lo que inició el 17 de marzo de 2020 culminó este martes 17 de agosto, tras 17 meses de trabajo remoto ante las condiciones tan inadvertidas de la Covid-19, pero con la esperanza en la superación, de la mano del autocuidado y la aplicación de las vacunas a los tolimenses.

“Es un emotivo regreso que da espacio al reencuentro entre compañeros, a la reflexión entre pares y al disfrute de un lugar apto para la calma y el disfrute al construir conocimiento”, expresaron las directivas.

Y, aunque este reencuentro es parcial, mientras la comunidad en su totalidad continúa recibiendo la inmunización contra el virus, se dan pasos de gigante para un proceso seguro, con lo que se permita volver a condiciones normales.

Luis Miguel Chavarro, estudiante de sexto semestre de Psicología, comentó que “en el Programa estamos muy contentos, extrañábamos volver. Creo que, para un buen aprendizaje, es adecuado estar de manera física, pues en las clases remotas es mucho más frecuente distraerse”.

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Una nueva oportunidad

De a poco, los escenarios de Unibagué se revisten del calor humano de su gente, en conjunción con la naturaleza que los caracteriza y la armonía de la cotidianidad académica, en concordancia con lo que afirma el profesor Mauricio Zabala, de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.

“Volver genera bastante expectativa, porque retornar imprime de nuevo a las clases formalidad y respeto. Mis asignaturas son de carácter filosófico y están prestas al diálogo y al debate, entonces, dada la contingencia, tratamos de manejarlo de la mejor manera desde la virtualidad, pero, por obvias razones, no se puede sustituir el encuentro de espíritus”, indicó.

La Universidad de Ibagué se ha preparado para que el regreso gradual sea responsable, tal como lo indicó el profesor José David Meisel Donoso, coordinador del proyecto de retorno al campus.

“Estructuramos un plan de trabajo y un equipo orientado a revisar las actividades. Una de las más importantes es la adecuación tecnológica de los salones, para orientar clases híbridas, con presencialidad y virtualidad al mismo tiempo”, explicó.

Cabe precisar que los salones de clase, oficinas administrativas, la Biblioteca y escenarios de la sede deportiva de Santa Ana cuentan con aforo establecido, por lo cual es necesario diligenciar reservas para su uso.