Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Destacadas

Arboleda de Campestre: burlas e incumplimientos y sin entes de control

Arboleda de Campestre: burlas e incumplimientos y sin entes de control

La Arboleda Campestre presenta problemáticas graves que van desde el suministro de agua apta para el consumo humano hasta fallas en las infraestructuras de los conjuntos, pasando por la falta de institución educativa.

En el año 2014, la Constructora Bolívar llegó a Ibagué para diseñar y construir el macroproyecto urbanístico La Arboleda del Campestre, en la comuna 9, vía a Bogotá; que prometió ser la gran oportunidad de tener vivienda propia para miles de familias con ingresos entre uno a tres salarios mínimos, con un megacolegio y servicios públicos garantizados.

Sin embargo, desde la entrega de los primeros apartamentos, el sueño comenzó a transformarse en pesadilla. Según lo cuentan los Veedores Urbanos del sector, cuando en ciertos conjuntos se comenzaron a presentar fallas en las infraestructuras, la constructora “arregló algunos tubos en algunos conjuntos. Los que jodimos”, dice un habitante del conjunto Iguá de La Arboleda Campestre.

Educación

El megacolegio vendría a reforzar la infraestructura de la Institución Educativa José Joaquín Flórez Hernández para que pudiera atender la demanda, que aumentó ampliamente con la llegada de los habitantes del megaproyecto La Arboleda Campestre. Nueve años después, luego de incontables incumplimientos de parte del Fondo de Financiación de Infraestructura Educativa (FFIE) y de pasar por tres contratistas, aún no está listo, vulnerando el derecho a la educación de miles de menores de edad.

Niños, niñas y jóvenes que no tienen dinero para pagar rutas caminan por largo trecho, cruzando una avenida de alta peligrosidad, para ir a estudiar a la sede del barrio Américas del José Joaquín Flórez Hernández, que no da abasto para atender a la población estudiantil. Por eso, hay menores que se están quedando sin estudiar. La Institución Educativa José Joaquín Flórez Hernández está entre las tres más pobladas del Tolima, y en 2022 llegó a ser la más poblada del departamento, con más de 4.460 estudiantes matriculados.

Agua

Por otra parte, hay familias que han presentado afectaciones en la salud porque el agua que llega a varios de los conjuntos de la Arboleda Campestre no es apta para el consumo humano, tal como lo demostró el resultado de un análisis de laboratorio contratado por la misma comunidad y que recogió la Personería Municipal de Ibagué para reclamar a las autoridades competentes, lo mismo ocurrió con la denuncia de veedurías agrupadas en UVA (Unión de Veedurías por el Agua de Ibagué) en la que  en días recientes desmintieron la veracidad de los informes que presenta el IBAL, en los que sostiene que el agua que suministra a La Arboleda del Campestre de Ibagué cumple con los parámetros para el consumo humano.

Respuesta de la Constructora

Por todos los anteriores inconvenientes, los veedores ciudadanos recuerdan que en  2022, lograron reunirse con delegados de la constructora para preguntarles cómo era posible que les hubieran vendido algo así. A lo que el vocero de la Constructora Bolívar, Luis Eduardo Ole Mejía, respondió: “La entidad territorial es la que da los permisos, el constructor solo construye. Si hay un lote y están los permisos, la constructora va a construir, porque ese es su negocio”.

El negocio de las constructoras y los beneficios de Mi Casa Ya

Aunque pudiera causar indignación la calma con la cual el funcionario explica la lógica del negocio de la construcción, no está diciendo nada que no sea cierto o, mejor dicho, está describiendo lo que la ley colombiana permite; lo que la presunta falta de rigor a la hora de analizar el otorgamiento de los permisos de construcción permite. Es decir, lo que presuntamente Cortolima con las licencias ambientales, la Curaduría Urbana, la Secretaría de Planeación Municipal y el IBAL, permiten.

La constructora no tiene la responsabilidad de construir ni ayudar en la construcción del megacolegio que le sirvió como gancho de venta o de garantizar el servicio de agua, porque más allá de algunas reparaciones en las obras cuya garantía se acaba a los 10 años, para vender y construir el megaproyecto La Arboleda Campestre, la Constructora Bolívar contaba con los permisos de ley y, guste o no, es hasta ahí donde llega su responsabilidad legal. Aunque hoy la comunidad de La Arboleda Campestre no se explique cómo logró conseguir dichos permisos.

Presuntamente, la otra parte del negocio está en los subsidios de Mi Casa Ya, que son únicamente para vivienda nueva y no se pueden usar para comprar lote o construir en lote propio. Además, es el único que se le garantiza a todo ciudadano, tenga o no caja de compensación. Las personas con ingresos menores a cuatro salarios mínimos, que en Colombia superan el 85 % de la población según cifras del DANE, sin estos subsidios no pueden adquirir vivienda. Por ende, es importante destacar que la mayoría de las personas en Ibagué trabajan en informalidad o por prestación de servicios, lo que hace muy difícil que puedan acceder a los subsidios de las cajas de compensación, que en algunos casos sí permiten comprar vivienda usada, lote o construir en lote.

Entes de control

Según la fundación Fundaprocol, que ha acompañado en el ejercicio de veeduría a los ciudadanos de La Arboleda Campestre: “La Fiscalía lleva hasta ahora 2 meses aproximadamente de nuestra denuncia. Tanto Personería, Procuraduría, Contraloría llevan años conociendo la problemática, incluyendo Control Interno de la Alcaldía, y hasta ahora no han sido efectivas sus acciones

Desde 2021 hasta 2024, la Veeduría La Educación al Derecho, que surgió en la lucha por la construcción del megacolegio, envió múltiples solicitudes a entidades como el Ministerio de Educación Nacional, al FIEE, lo mismo a una oficina de Presidencia, pidiendo información y denunciando sobre los retrasos en la construcción del megacolegio, que debería ser la sede Arboleda del José Joaquín Flórez Hernández. Las entidades se limitaron a trasladar responsabilidades entre sí, dando información donde reconocen los retrasos de obra, pero sin ofrecer soluciones concretas.

Aunque se han hecho mesas de trabajo con distintos entes de control, además de incumplir los acuerdos, muchos funcionarios llegan tarde o a veces no llegan “Este miércoles dos de abril a las 6 p.m. hubo un nuevo incumplimiento a una mesa de trabajo con la Personería por el tema del agua, pero cancelaron. Después que se comprometen con las veedurías, con la comunidad, a última hora salen con excusas”, denunciaron Veedores Urbanos.

Siguenos en WhatsApp

Artículos Relacionados